Tamaño de texto


Gerardo Sandoval Ortiz |

Las traiciones en la campaña de Munguía

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz 

 

En su zigzagueante ruta a candidatura a alcalde, Luis Munguía le ofreció a Edelmira Orizaga Rodríguez, la regiduría y cuatro direcciones pero a tiempo supo que el candidato verde comprometió entre 15 y 20 veces una misma dirección con tal de ganar adeptos.

A temprana hora de este jueves 20 de mayo, “la güera” recibió la extraña visita del dirigente estatal del PVEM, Enrique Aubry. Le avisó que había sido echada de la planilla pero que a cambio le ofrecía la coordinación distrital de la campaña y una dirección. El ofrecimiento fue un insulto.

Hechos los ofrecimientos de Munguía y de Aubry, lo que en realidad le recetaron fue una andanada de huevazos. Edelmira Orizaga llamó a los reporteros a una rueda de prensa y a término de la misma concedió una entrevista de banqueta y ahí se cometieron la cobarde agresión.

Cometida el despreciable acto contra Edelmira, acusa a Munguía de lo que a ella y a su familia le pueda ocurrir. Se presume que los agresores tripulaban una camioneta vista con anterioridad en el equipo verde de campaña y probablemente son residentes de Bahía de Banderas.

Ese dato por si mismo los asocia con gente vinculada al coordinador de la campaña de Munguía, Juan Carlos Castro Almaguer. El concesionario de la basura en la franja turística de la Riviera Nayarit procede de una familia de negra fama en Tepic. En el vecino municipio tiene residencia Raúl Rodrigo Pérez Hernández, célebre por haber asido secretario particular y hombre de confianza del ex gobernador fugitivo de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda. “El rorro” fue parte del equipo del Sandoval, del que Edgar Veytia era figura clave en eso de los “negocios” turbios, narcotráfico, levantones, despojos.

Arrepentida debe sentirse Edelmira Orizaga por creer en el canto de las sirenas, más bien cantos de Luis Munguía. Se queja de haber sido víctima de violencia de género, de haber sido traicionada por Munguía y todos los verdes.

Después de haber sido visitada por Enrique Aubry, también el mismo jueves, la buscó Juan Carlos Castro Almaguer. Éste le echó sus flores, que valía mucho y era importante para el proyecto. Pero casi al mismo tiempo Castro Almaguer ordenó difundir un boletín de prensa de abundante generosidad hacia Corina Naranjo, la sustituta en la planilla, que lo tomó como una última ofensa y un aliento para despedirse del PVEM.

En los 45 día de campaña, Munguía, Castro Almaguer, “el rorro”, Ramón Chávez le dieron un trato “chiquita” a Edelmira. Todos los días recibía el desdeño de los señoritingos –por parafrasear el término acuñado por López Obrador- verdes. Sin ningún liderazgo ni mérito político, Castro Almaguer impuso a Carla Elena Castro López, su hija  “juanita”, en la segunda posición. Eso es un ultraje a la dignidad de muchos simpatizantes como como ella creyeron en un proyecto que de pronto descubrieron que es un engaño para los simpatizantes y una farsa para los vallartenses.

A cuentagotas y de propia voz de sus aliados ya desencantados, se desenmascara a Munguía. Sus adversarios en la campaña le han recriminado sus mentiras y contradicciones, como la abanderada de Futuro, Miriam Miramontes quien lo encaró interrogándolo como pretende erigirse en salvador de las mujeres, ser garante de brindar seguridad a los vallartenses si fue acusado de  golpear a su nova.

Munguía jura que cuidará los bienes de los vallartenses cuando él en calidad de regidor y presidente de la comisión colegiada de Obras Púbicas dictaminó y aprobó la desincorporación y venta de 18 bienes municipales en una sesión de madrugada horas antes de que Ramón Guerrero pidiera licencia. Munguía no deberá tener cara, no tiene calidad moral ni para prometer el exterminio de los “aviadores” pues llevó a una de sus novias a la nómina del Congreso del Estado. Parte de esos pecadillos se escucharon en el debate organizad por Hugo “el chino” Lynn Almada en la CPS de Fernando González Corona.

Hasta ahora, a 15 días de la elección, las campañas no habían pasado de las agresiones verbales en redes sociales y uno que otro sainete menor en las calles. Sin embargo, las antenas están en rojo ante la agresión cometida contra Edelmira Orizaga en las afueras del restaurante de la avenida Los Tules, allá casi esquina con la avenida Las Torres.

Pareciera coincidencia pero en los tres “incidentes” de violencia aparecen seguidores de Munguía. Recordemos que en aquella gresca registrada el miércoles 7 de abril, los naranjas acusaron a los verdes de la agresión frente a las canchas de Los Tamarindos en Ixtapa. Minutos antes, Ramón Chavarín, un seguidor de la Luz del Mundo y simpatizante de Lupita Guerrero  habló al autor para reportar que, Juan Ignacio Calderón Ibarría mostraba una conducta violenta. El séptimo candidato a regidor verde, como el valiente de los corridos clásicos, agredió y fue el primero en correr.

Los verdes también fueron señalados por un particular de allanar con sus pintas una barda de la calle Etziquio Corona y si no es por la pronta intervención de la policía los verdes se lían a golpes con un simpatizante de Morena.

En el equipo de Munguía se han incrustado personajes de negros antecedentes. En Tepic tienen cuidado cuando se trata de los hermanos de Castro Almaguer. En marzo del 2017, hace poco más de cuatro años, le mataron a su hermano Alejandro, al salir de la cárcel. El propio Juan Carlos se mostró gandalla en unos negocios y le birló unos pesos a  Andrés González Palomera cuando los dos eran alfiles del grupo político de Gustavo González Villaseñor en sus tiempos de priistas. A su compadre Gustavo, no le respetó sus acciones en el negocio de la basura en Bahía de Banderas y lo finiquitó sin darle un peso.

Castro Almaguer aposto primero por Laurel Carrillo pero a ésta la desechó luego de ser pillada exigiendo el moche a Rodrigo García Caballero y agarró de barco a Munguía. A cambio de algo de apoyo en “especie”, amarró la segunda regiduría para su hija Carla Elena. En lo oscurito, Castro Almaguer y Munguía se deshicieron de Edelmira pero también del ex rector del CUC, Javier Orozco Alvarado.

Al junior, Juan Ignacio Calderón Ibarría lo degradaron y a “Ariadna “la nena” Luquín Pérez la mandaron a la cola, mancillando toda dignidad de la empresaria en los abarrotes der Las Juntas, la que por años financió los eventos de “el mochilas” y también de Munguía. en cambio privilegiaron al hermano Saúl Israel Ginez Zepeda, A Lorena Solorio Meza, a Héctor Manuel González Guerrero, tres desconocidos que responden a intereses lejanos a los de la comunidad.

Edelmira Orizaga sabe que Munguía comprometió a todo el municipio, sus recursos, presupuestos, regidurías, direcciones municipales. Sabía que esa dirección que los verdes le ofrecieron el jueves ya ha sido ofrecida en por lo menos 15 veces y que en el eventual caso que ganen las elecciones, no le cumplirán. En las calles era de todos los días escuchar historias de las promesas de Munguía.

Munguía y su coordinador de campaña, traen en sus genes ser pendencieros y bravucones y Edelmira es su nueva víctima. Ya antes mostraron esas conductas contra Lupita Guerrero y los naranjas; el periodista Rodrigo Aguilera también fue víctima de sus canalladas.

La agresión a Edelmira mereció el repudio unánime de la clase política local y de la sociedad en su conjunto. La sociedad patasalada no aplaude conductas de patanes y censura cualquier tipo de violencia aún se trata de individuos en abierta disputa por el poder político. Reprueba a cualquier político con pretensiones de convertir una campaña en una vulgar gresca de cantina.

Edelmira acusa de ser víctima de esa violencia y no presume, señala como los presuntos, materiales o intelectuales a Luis Munguía. Y solo por reiterarlo, en el equipo de Munguía conviven auténticas fichitas de los que cualquier persona puede esperar lo peor.

 

Revolcadero

 

Frente a las cámaras y grabadores de los reporteros,  Edelmira Orizaga Rodríguez se dijo decepcionada y en resumen, dijo que sus abogados preparan recursos pro posibles delitos cometidos contra su persona en su paso de candidata a regidora. A Munguía y su ola verde pudieran ser denunciados bajo acusaciones de incurrir en delitos como violencia de género, cohecho, uso y abuso de un poder, corrupción y amenazas. Y acusa a Luis Munguía de lo que pudiera pasarle. Hallamos un poco de coincidencias en las denuncias que Carla Esparza Quintero presentó contra el candidato de Morena, Luis Alberto Michel Rodríguez. Nada de raro tiene que estos dos políticos, (¿acaso uno por viejo y el otro por joven?) son objeto de atentados parecidos. Eso de abusar de su poder, son destellos que solo aparece en mentes enfermizas y perversas.****** Por cierto, el que si hace gala de su talento de un comodadizo de cinco estrellas es el hermano Saúl Israel Ginez Zepeda. En la elección de 2012 se ganó las simpatías de Ramón Guerrero Martínez jurándole que fue él y no el actual regidor Juan Solís de haberle acarreado muchos votos de la iglesia Luz del Mundo. El hermano Ginez se ganó una beca trianual como subdirector de Participación Ciudadana, vehículo y tanque lleno de gasolina Primium para viajar cada fin de semana a Tepic. Ya cuando Arturo Dávalos fue candidato en el 2015 le disputó a Juan Solís un espacio e n la planilla pero el regidor “hormiguita” le ganó la carrera. Y como Dávalos le ganó la carrera a “el mochilas”, éste se movió  en Guadalajara y con la ayuda de una diputada local “hermana”, Kehila Abigail Ku Escalante, cerró una negociación en lo oscurito con los priistas y cas echaron al Eliseo “el Cheo” Aréchiga Castillo, que amenazó sin irse del PRI. El hermano Saúl, quinto regidor en la planilla del PVEM, como Munguía, es pieza que en momentos decisivos le responde a Ramón “el mochilas”. Si lo niegan los dos, la historia los desmentirá.******* La última conquista política de Luis Munguía, a anunciada esta semana, es la de Rocky Nick Santana Morales. Presume ser fundador de Morena, pero a las primeras de cambio, cuando su partido lo desechó, se fue por la puerta de atrás para aceptar ser candidato del PES a la alcaldía. A ello declinó para aceptar una oferta, de esas muchas que le ofrecieron a Edelmira Orizaga. ¿Cuánto vale el Rocky? En 2015 fue candidato a diputado federal por Morena y logró la ridícula cifra de 3 mil 645 votos en los nueve municipios del 06 Distrito Electoral. Solo para comparar. El candidato del PRD casi le triplicó el  número de votos y Ramón Guerrero Martínez del MC obtuvo el triunfo con 57 mil 555 votos. Rafita González Reséndiz sumó 53 mil 229 papeletas y la candidata del PAN, Gloria Carrillo casi 31 mil sufragios. En Puerto Vallarta, rondó el millar de votos, menos del uno por ciento. Con esa popularidad, siempre y cuando gane Munguía, quizá le alcance para arañarle alguna chambita de quinta.