Tamaño de texto


Gerardo Sandoval Ortiz |

Las disputas de las tribus de Morena por las candidaturas

CONTEXTOS

La diputada federal por Morena, Lorena Jiménez Andrade publicó la noche de este último lunes 17 de agosto, fotografías que captan momentos de la reunión que registró la asistencia de la también legisladora, Laura Imelda Pérez Segura, ésta diputada federal por el distrito XVI de Tlaquepaque.

Laura Imelda Pérez, es la misma que Alfonso Ramírez Cuéllar y un grupito de militantes, entre ellos el diputado local, Bruno Blancas Mercado, intentó imponerla al frente de Lorena Jalisco. La iniciativa del antepasado lunes, 10 de agosto, fracasó por dos razones: eran pocos los convocados y ni así pudieron ponerse de acuerdo, y por la improcedencia de la iniciativa. El madruguete quedo en intentona por el escándalo en que concluyó la reunión.

La maestra Lorena Jiménez ha decidido batirse por el proyecto de imponer a su compañera de bancada, la diputada por de Tlaquepaque, al frente del partido y granjearse así el futuro apoyo del grupo que hasta hoy controla el partido en el país. Tienen prisa pues en menos de dos semanas deberá definirse si el también diputado federal Ramírez Cuéllar abandona la dirigencia y le regresa el mando Yeidckol Polevnsky. Después del último día de agosto se aclarará el panorama e inclusive habrán de definirse quienes entre los aspirantes a todos los cargos de elección avanzarán tomarán ventaja respecto a otros prospectos.

Todos los eventos del Movimiento de Regeneración Nacional y sus militantes, ocurridos en los dos últimos meses responden a la misma motivación. Allá por el tercer fin de semana de junio pasado vino el abogado Jaime Hernández Ortiz y reunió a varios cuadros locales, entre ellos el ex rector del CUC, Javier Orozco Alvarado, quien de voz propia ha confesado perseguir la candidatura a la alcaldía. Hernández Ortiz es un tenaz crítico de mandos e imposiciones de candidatos en Morena y está en campaña por la dirigencia estatal. Desconoció a Hugo Rodríguez quien dos o tres días después reviró que su cargo es “legal” y lo quieren tirar los “grupos fácticos”.

Otro fin de semana, el sábado 25 de julio vino a Puerto Vallarta el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Ramiro Hernández y soltó una primicia: El PRI y Morena negocian una alianza electoral con miras al 2021. Una semana después, Ramírez Cuéllar y también desconoció a Rodríguez Díaz, quien, como dato adicional, llegó a Morena procedente del PRI. Jaime Hernández también lo desconoció.

Miembros de Morena allegados al abogado Jaime Hernández, identificado al “Grupo Universidad”, hicieron eco de la ausencia de dirigente y hasta publicaron aquí en Puerto Vallarta haber nuevo dirigente. Ahí coinciden con la tribu de Bruno Blancas-Alejandro Peña-Ramírez Cuéllar-Bertha Luján.

Bien, al líder barzonista Alfonso Ramírez Cuellar lo nombraron dirigente de Morena el domingo 26 de enero en aquel congreso extraordinario convocado por el Consejo Nacional. Al Consejo Nacional lo controla por Bertha Luján Uranga, antagonista de Yeidkcol Polvesnky, las dos aspirantes a presidir el partido. Un mes después, el Tribunal Electoral del Poder Judicial Electoral validó la legalidad. El fallo incluyó actualizar el padrón electoral y se le otorgó cuatro meses para convocar a la elección de las dirigencia nacional del partido. Se justificó en la pandemia y logró obtener una prórroga, lapso que vence ésta último día de agosto. Hay recursos interpuestos para exigir se cumpla los términos y ante el incumplimiento del mandato, Ramírez Cuéllar deberá hacerse a un lado y por estatutos lo sustituirá la secretaria general, el actual cargo de Yeidkcol Poleznky.

En una cosa parecen estar de acuerdo todos los militantes de Morena: tienen posibilidades de ganar la gubernatura, Puerto Vallarta y también las más importantes alcaldías de la entidad. La unidad es la única condición.

Pero aquí tienen un problema. Nadie es optimista, todos jalan por su lado y todos amenazan con no aceptar al candidato si no es el de sus simpatías. La elite estatal ha contagiado a los cuadros vallartenses y estos han enajenado a sus respectivos seguidores. El fanatismo que priva en la militancia raya en lo demencial.

Las tribus, corrientes, células, grupos o subgrupos orbitan por separado y apenas el otro grupo se asoma intentan descabezarlo. Considerando que por lo menos son una docena de aspirantes a la alcaldía, ayuda a tener una idea de canibalismo que priva entre los morenos. Los más intransigentes son quienes se asumen con la casta pura y divina, fundadores y los de mayor antigüedad. Lo curioso es que son estos quienes hacen “trabajo” desde la comodidad de su hogar u oficina de trabajo, forzando sus dedos para manipular diminutos teclados de un teléfono inteligente y multiplicar mensajes amistosos, alguna nota afín a sus intereses y proyecto de “candidato”.

Los morenos purificados, a veces referidos como “chairos chairos”, se unen para combatir a quienes se decidieron incursionar en los últimos años. Se resisten someterse a línea superiores, seguir ejemplo de Andrés Manuel López Obrador y abrir el partido a simpatizantes, a nuevos aliados. Los documentos del partido permiten en la misma proporción candidaturas ciudadanas y de militantes pero hay quienes venden la idea de la prohibición de candidatos externos.

Entonces, lo que acá ocurre es una confrontación entre dos perfiles de potenciales candidatos. Los no militantes son los que se han dedicado a recorrer las colonias, hacer trabajo político y social, apoyar a las familias más vulnerables en estos cinco meses de aislamiento social por la pandemia del Covid-19. Han desoído el cuestionamiento y tienen sus dividendos, esto reflejado en las mediciones de las preferencias electorales.

Los sondeos o encuestas colocan al médico Francisco Sánchez Peña muy por encima de otros aspirantes. El regidor Roberto González Gutiérrez es entre potenciales candidatos a la diputación federal el mejor aceptado. Los dos hacen equipo.

Los ultras morenos tienen sus propias escaramuzas. Mónico Cervantes Ruiz le aplaude a Hugo Gutiérrez y allá por “el centro”, al diputado, Mario Delgado. Días atrás engañaron a sus pocos seguidores cuando en Guadalajara anunciaron la asistencia del coordinador de los legisladores de Morena al hotel Francés. Fue un engaño porque el coordinador de los diputados federales no acudió al encuentro convocar el “Comité Estatal Jalisco”, avisado de no ser Rodríguez Díaz el timonero del partido.

El diputado local, Bueno Blancas Mercado mueve sus hilos más allá inclusive de la entidad. Le es leal a la línea de Alejandro Peña, cuyo vínculo a través de Gabriel García lo conectan con la maestra Bertha Luján. Sus hilos lo llevan aquí a José Luis Pelayo Barraza. Habló primero de sus aspiraciones a la alcaldía pero probablemente concluyó no alcanzarle sus números y giró a la candidatura a la diputación federal. En las últimas semanas ha corrido la versión de impulsar a Pelayo Barraza pero que en realidad lo usa cual moneda de cambio, para luego presionar y negociar la candidatura a la diputación federal.

Entonces, la actual diputada federal, Lorena Jiménez tiene su corazoncito, como Bruno Blancas y los regidores Laurel Carrillo, Luis Alberto Michel Rodríguez y hasta Cecilio López Fernández. Del ala dura de Morena, no son los únicos.

Los neomorenos, además de Sánchez Peña, se mueven Carlitos Arceo Real y Humberto Famanía Ortega. Pero hay más nombres. De éstos, es el medico Paco Sánchez quien está en la mira del morenismo delirante.

Revolcadero

De ese tema de las negociaciones entre morenos y priistas para explorar la posibilidad de una alianza electoral local, nos dicen en Guadalajara que apenas Ramiro Hernández García lo informó a periodistas vallartenses el sábado 25 de julio, fue llamado por el ex gobernador Aristóteles Sandoval Díaz. Le reclamó hasta por la intención de sentarse a dialogar con los morenos. Pero no solo el ex gobernador se opone a la coalición de PRI y Morena, sino también el actual gobernador, Enrique Alfaro Ramírez y por razones más que obvias. Una alianza electoral entre estos dos partidos afianzaría la derrota de Movimiento Ciudadanos, en las elecciones del próximo año y también perderían en el 2024 la gubernatura. Ya decíamos que al interior de Morena, la oposición es casi generalizada. La excepción es Carlos Lomelí Bolaños. Las razones también son obvias. Con esa alianza ganaría con facilidad la alcaldía de Guadalajara y nadie le impediría ser gobernador tres años después. ****** Que el abogado Miguel Ángel “Tito” Yerena Ruiz se perfila para ser el candidato a la presidencia municipal de Puerto Vallarta por el Partido Encuentro Social. Que no es el PES de antes, sino una nueva fuerza política con mucho empuje y dará mucho que hablar en las próximas elecciones.

****** Los amigos vecinos de la colonia Chulavista, acá por Ixtapa, nos reportaron el menú que les llevó Luis Munguía en el “comelón”. O en “la comelona”, ya ni supimos si fue varón o hembra el camioncito estacionado a un lado de la humilde iglesia. Que en los blancos platos desechables sirvieron una razón de picadillo de soya, con sabor a birria que confundió a los comensales, acompañado de arroz y frijoles. Además, tres tortillas por platillo. El vecino que nos reportó pidió dos platos y se los llevó a su casa. Consultamos al vocero del diputado Munguía González, Carlitos Andolini “Litos” Ruiz Hernández y que por día reparten 600 platillos en dos zonas distintas del municipio.

****** Un Juez de Control del Centro Regional de Justicia Penal con sede en Tepic vinculó a proceso por delito de despojo de inmuebles a la periodista Patricia Aguilar Romano. Desde mucho antes de ser aprehendida la noche del martes 11 de agosto, se daba por hecho que ese sería el fallo del juez por que la denuncia se elaboró para tal fin y el aparato estatal cerró todas las pinzas. En Bahía de Banderas, en Tepic y acá en Puerto Vallarta se alcanzan aisladas y débiles voces que claman por justicia verdadera y liberar a Paty Aguilar. Pero en esta polarizada sociedad también tiene espacios para aplaudir el encarcelamiento de la periodista.