Una historia de vida ejemplo de la cultura del esfuerzo que trabaja para alcanzar sus sueños y llegar como independiente a la Presidencia Municipal
Francisco López Delgadillo nació en 1989, en Compostela, Nayarit. A la edad de 4 años sus padres lo trajeron a Puerto Vallarta donde se instalaron para vivir en la colonia La Bobadilla, en casa de su tío José López Cárdenas.
Pancho creció en el seno de una familia humilde y trabajadora comandada por su padre, Don Guadalupe López Cárdenas, un hombre que carecía de estudios, y sin saber leer ni escribir, impulsó a la familia desde la agricultura.
A la edad de 6 años, Francisco López y sus papás se trasladaron a la colonia Vista Del Mar en el área de El Pitillal – Coapinole, convirtiéndose en uno de los primeros habitantes de dicha colonia, hacia el año de 1995.
Entonces, no había servicios de agua ni luz, mucho menos transporte público. Su familia construyó una casa de cartón en la que Pancho, siendo el mayor de 3 hijos, aprendió a salir adelante con esfuerzo y dedicación.
Francisco compartió estas condiciones de vida con sus hermanos Jesús y José Ángel. Su madre, Socorro Delgadillo Rea, se dedicaba a las labores del hogar para sacarlos adelante.
A la edad de 7 años, Francisco López ingresó a la primaria de la colonia Joyas del Pedregal, siendo uno de los primeros alumnos de dicha escuela, los estudiantes tomaban clases sentados en tablas con un solo pizarrón para 4 grupos y techos de cartón.
Pancho López, comenzó a trabajar a la edad de 9 años, a quien ya le gustaba el comercio, comenzaba con la recolección de cocos de aceite para vender, pagar sus estudios y apoyar en casa. También vendía pepinos y calabazas.
A sus 11 años consiguió el que sería su primer trabajo formal, como barrendero en una empresa de pirotecnia cerca de su casa, en aquel entonces los famosos llamados “cueteros”, con quienes después de la escuela barría y hacía mandados.
Sus padres, con mucho esfuerzo, motivaban a Pancho para que saliera adelante, pues a veces no había dinero para comer, menos para ropa nueva o calzado. Los juguetes eran un lujo para los 3 hermanos.
A la edad de 13 años, Pancho comenzó a ayudar a su papá en la crianza de cerdos, siendo él y sus hermanos los encargados de recoger sobras en el barrio para alimentar a sus animales, a veces haciéndola de mandadero y otras de chalán, y continuaba combinando su tiempo con el trabajo de barrendero.
Pancho siempre fue un muchacho servicial y amable con los pocos vecinos quienes les regalaban zapatos, ropa y a veces juguetes.
En estas circunstancias, ingresó a la Escuela Secundaria Rafael Ramírez número 105, donde fue un niño destacado en los primeros lugares de los cuadros de honor por sus altas calificaciones.
Su padre, Don Guadalupe, logró asociarse con un baquero al cual le trabajaba para venderle un pedazo de terreno a un amigo sin pensar que de ahí surgiría un negocio que les cambiaría la vida: lo inmobiliario.
Siendo el familiar con más estudios y de mayor confianza, su padre jaló a Pancho pues él no sabía leer ni escribir para firmar contratos. A los 14 años aprendió a leer y entender documentos contractuales.
En el Cecytej de Puerto Vallarta estudió la carrera de contador donde se destacó por traer varios triunfos para su escuela a nivel estatal.
El precandidato independiente continuó con el negocio de bienes raíces formando varias sociedades; a la edad de 20 años ya tenía su propia empresa, ingresó a estudiar al CUC de Puerto Vallarta fue donde conoció la política y le gustó, naciendo su primer hijo se dedicó de lleno a trabajar y dejó la escuela.
Con el gusto latente sobre la política, fue invitado al Partido Acción Nacional Vallarta donde comenzó pegando calcas y acarreando sillas hasta que llegó a ser líder juvenil. En un partido corporativo, no creció a falta de padrinazgos.
Después participó como regidor en Tomatlán del 2015 al 2018, donde resaltó porque donaba su salario íntegro y lo entregaba en apoyos ciudadanos, detalle que molestó a las cúpulas políticas al grado de cerrarle las puertas del municipio.
En 2018 se alejó de la política por las malas experiencias y sobre todo, por dos grandes pérdidas que cambiaron su vida: la muerte de su hermano mediano Jesus López Delgadillo y de su madre Socorro.
Hoy volvió renovado, con nuevos sueños y altas expectativas de convertirse en el primer presidente municipal de Puerto Vallarta por la vía Independiente.