CONTEXTOS
Ya sea por el menosprecio de nuestros representantes del gobierno o el desdén a las movilizaciones ciudadanas no supieron anticiparse y accionar para reducir el enorme daño por el bloqueo de la principal vía terrestre de acceso a la ciudad. El caos vial fue total. Cientos, miles de trabajadores o pudieron llegar a sus fuentes de trabajo. Muchos otros perdieron sus vuelos. Algunos planteles escolares de la zona también reportaron incidencias.
Varias semanas atrás se lanzó el llamado público a concentrarse frente al taller de verificación contiguo a la cervecería Corona, casi frente a la 41 Zona Militar. En la zona norte de la ciudad, Las Juntas Ixtapa, y todas las comunidades rurales, se registraba un malestar que subía de tono por considerar que el gobierno del estado se propone atracar la sufrida economía de las familias más vulnerables al imponer la onerosa verificación vehicular.
No hay evidencias de que el gobierno estatal halla palpado que ese repudió acumulado y con el añadido de un sentimiento por ser ignorados por el gobernador Enrique Alfaro condujo al colapso vial al cortarse la circulación de la principal vía terrestre de la ciudad.
La movilización ciudadana se registró a partir de la hora pactada. A las nueve de la mañana, ya estaban frente al acceso del verificentro algunas decenas de vallartenses. Instalaron algunas lonas, alistada por la Unión de Vecinos Vallartenses, cuya principal demanda decía: “No aprobamos el verificentro como m medida recaudatoria. Y letras mayúsculas de color rojo, “fuera el verificentro”. “Los vallartenses queremos un gobierno digno. Verde somos muchos colectivos en contra de esta medida recaudatoria” remataba, la gran manta.
Una manta rústica, decía “Disculpe las molestias. Estamos trabajando para construir un mejor país”. En cartulinas otros manifestantes le dedicaron al gobernador: “Alfaro. Ya basta. No más abusos. Estamos cansados de tanto abuso”.
Probablemente muy al principio, por el su número, no impactó ni asustó a los gobernantes la protesta ciudadana. El mensaje era directo al gobierno del estado y a su ejecutivo Alfaro Ramírez, pero en las redes sociales hubo quienes hacían referencia al alcalde Luis Alberto Michel Rodríguez. Éste, sabedor de que se trataba de un asunto de competencia estatal y no municipal, desahogaba su agenda del día cumpliendo con la sesión ordinaria correspondiente al mes de marzo. Ahí, el regidor verde, Luis Munguía, se las ingenió para solidarizarse con los manifestantes.
Mientras en el recinto de sesiones se debatían los puntos del orden del día el alcalde era informado del aumento de ciudadanos concentrados frente al verificentro. A eso de las diez de la mañana, alguien alzó la voz y lanzó su iniciativa: “Vamos a bloquear la carretera”. El llamado tuvo eco de la mayoría de los vallartenses, en buena medida impulsados por hacer sentirse la presión social y hacerse escuchar hasta el Palacio de gobierno en Guadalajara. En cuestión de minutos tomaron los carriles centrales de sur a norte. Luego se saltaron a los carriles norte-sur.
Al alcalde Luis Michel le avisaron del llamado a ir personalmente a dialogar. Dispuso comisionar a su coordinador de gabinete, Augusto Alcaraz Valencia quién acompañado del titular de la comisaría de policía, Rigoberto Flores salieron a dar la cara a los protestantes. Con amabilidad solicitaron liberar la vía pública. A una voz, el rechazo fue absoluto y ratificaron su exigencia de que Michel acudiera a hablar con ellos. Y cuando no hubo respuesta puntual emplazaron al alcalde dando una hora para apersonarse al sitio y sino asistía, se trasladarían al sur de la ciudad y bloquear la carretera salida a Mismaloya.
La amenaza de aislar completamente a la ciudad hizo reaccionar a Michel quien a todas prisas, avisó que del recinto de sesiones se trasladaría a la zona cero del bloqueo.
Para las dos de la tarde el balanza era desastroso. Grupos de turistas eran obligados a saltar de sus vehículos y caminar rumbo al aeropuerto. Las escenas eran desalentadoras pues familias completas, niños y mujeres, adultos mayores, improvisaron una penosa caminata cargando en sus espaldas, maletas y un quemante sol. Cientos de nativos también caminaron por la vía encementada hasta lograr alcanzar los semáforos frente al ingreso a la 41 Zona Militar. De este punto, eran auxiliados para su traslado en unidades de la Policía Municipal y en vehículos particulares.
El bloqueo colapsó la vía alterna, la avenida México que parte de Ixtapa a Puerto Vallarta. De Ixtapa a Mojoneras, en un día normal, es un recorrido de muy breve tiempo, unos cuantos minutos, cinco, diez. A eso de la una y media de la tarde, un camión urbano se tardó exactamente una hora para llegar a la Avenida Las Palmas. Hubo quienes, de Ixtapa, tomaron el atajo de Cañadas Campestres y de ahí tomar rumbo al campo de Golf Vista Vallarta y entroncarse con la rúa Pirulí y llegar a El Pitillal por la zona de La Lija.
Al presidente municipal Luis Michel no le dejaron más opciones y tampoco titubeó al cumplir la única exigencia y ordenó la inmediata clausura. En minutos se apersonaron elementos de reglamentos y pegaron la característica leyenda de clausura que, aunque sea temporal, condena a cerrar trabajos en el taller de verificación concesionado a la empresa española Applus Iteuve Technology.
Si bien el alcalde Michel Rodríguez se animó a actuar horas después, el gobernador Alfaro se muestra escurridizo y prefirió agacharse. Lo del negocio de los verificentros es por iniciativa de Alfaro y si bien Michel se ganó un aplauso de los manifestantes al ordenar la clausura, también es cierto que la demanda principal no está resuelta. Mientras Alfaro no se comprometa, sus elementos estarán filosos, siempre amenazantes en la carretera estatal 544 desde Las Juntas a Las Palmas, por donde todos los días desfilan miles y miles de vehículos de trabajo, casi todos sin posibilidades de aprobar la revisión mecánica de marras.
En tanto Alfaro no ofrezca resolver la demanda social, los vallartenses que cotidianamente incursionan por esta vía estatal, afectados por los agentes estatales, se han declarado atentos y dispuestos a levantarse en armas contra la injusta y abusiva medida recaudatoria. Ojalá y el ejecutivo estatal no le juegue al vivo.
Revolcadero
A nosotros, particularmente nos llamó la atención el contenido de una manta con la leyenda: “No al Negocio de Alfaro, Verificación Responsable”. Fue pues una dedicatoria personal al gobernador Enrique Alfaro Ramírez pero también a los diputados locales de su partido, el Movimiento Ciudadano, compartiendo créditos con los legisladores de Acción Nacional, del PRI y del PVEM. Es bien sabido que el gobernador ha sabido granjearse a diputados de estos tres partidos. Respecto a la diputada local representante del Distrito 05, Yussara Canales, ella se erigió en fuerte crítica contra el Programa de Verificación Responsable. Sin embargo, del coordinador de la fracción de Morena, Josemaría Martínez no se puede decir lo mismo. El diputado Chema a veces coquetea con Alfaro y ha sido tibio al momento de tomar posición respecto a la verificación de Alfaro.****** En las redes sociales se han expresado voces que parecieran llevar al campo político la protesta social. Por ningún lado se ven evidencias de intenciones políticas. Estamos seguros de que, si Luis Munguía se hubiera atrevido presentarse en los bloqueos lo recibirían con mentadas. Nos quedamos con la impresión de que las protestas son genuinas y no contaminada de la política. En dado caso, es más probable que Alfaro se mueva en esa línea y con conciencia plena de restarle simpatías, se enterca en imponer su programa. No hay estudio alguno que sirva de argumento para imponer la verificación. Mas bien, existen monitoreos que arroja una baja contaminación en la ciudad.******* Una última observación. Hubo una vez un gobernador, el panista Francisco Ramírez Acuña, quien próximo a la elección local donde por su partido competía Eva Contreras Sandoval, ordenó operativos a vehículos. Unidad que no acreditara pago de refrendos, sin placas, que su conductor no portara licencia de conducir, por mínimas y diversas eran conducido a los corralones. Los retenes se tradujeron en un profundo malestar contra el gobernador Ramírez Acuña y su gobierno pero de sobremanera, el elector le dio la espalda a todos los candidatos del Partido Acción Nacional. No hubo poder humano, ni queja del equipo de la campaña panista que hiciera entrar en razón al gober blanquiazul. González Villaseñor le propinó una sonora derrota a Eva Contreras. De aquellos operativos hubo una poderosa razón. El gobernador era un declarado enemigo político de Fernando González Corona, una enemistad originada al calor de una campaña interna en la que González Corona intento sin éxito disputarle la candidatura a gobernador. Desde el poder, el gobernador ordenó meterle una zancadilla a la esposa del hotelero y con esas intenciones mandaba desde Guadalajara personal extra y aplicar exhaustivas revisiones. Quizá es una coincidencia, pero en estos días, el gobernador Alfaro ordena acciones que tengan por resultado minar las simpatías ciudadanas del grupo político de mayor presencia en su partido, el MC.