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Gerardo Sandoval Ortiz |

La injusta desmemoria histórica con Severo Funes y la controversia en premios Vallarta

 

CONTEXTOS

 

 

El Premio Puerto Vallarta, instituido en 2012 con 9 modalidades, sumará un premio más a partir de este 31 de mayo, se denominaría “Paco Ruiz” y se pretende se entregará a quien se haya destacado en la promoción y defensa de los Derechos Humanos.

El solo nombre de dicho premio, “Paco Ruiz”, desató una andanada de comentarios que objetan los merecimientos de Francisco Ruiz Aceves, un empresario de mediano calado conocido como “Paco Ruiz”, fallecido en septiembre de 2016. Su área de operación ha sido en la Zona Romántica, en donde empezó operando un pequeño bar y adquirió notoriedad cuando fue la cara del antro gay “Paco Paco”.

En efecto, se trata de un personaje siempre presto para ir en auxilio de uno de su comunidad, sobre todo si eran víctimas del abuso de las fuerzas del orden que en la década de los 90 se desvivían por reprimir a su gremio. Sin embargo, más que en los derechos humanos de los vallartenses, más bien fue un activista y defensor enfocado en los de su gremio, la comunidad gay y emprendedores. No en vano solía conocerse como “el fundador del Vallarta gay”, capaz de plantarle cara a policías y funcionarios. Pero no el en amplió sentido de los DH a la sociedad en general.

El Premio Puerto Vallarta “Paco Ruiz” es fruto de la iniciativa de la regidora Melissa Marlene Madero Plascencia. La llevó como propuesta única y logró sacar la aprobación en comisiones, un proceso del que se han escuchado testimonios de haber aprobado por no haber otras propuestas. Enseguida, dicha regidora alistó la iniciativa para añadir el premio en materia de derechos humanos, que de 9 pasarían a ser 10 en total en la sesión ordinaria convocada para este viernes.

De acuerdo al Reglamento para el Otorgamiento del Premio Puerto Vallarta” anual, en el mes de enero, un Consejo Consultivo pedirá al ayuntamiento aprobar y publicar la convocatoria. El Ayuntamiento no aprobaría sin contratiempos la reforma solicitada, según un acuerdo del Ayuntamiento fechado el 7 de febrero, con las firmas estampadas del regidor Víctor Bernal Vargas y el presidente municipal, Luis Ernesto Munguía González.

Al día de hoy en la sesión ordinaria en que trae en manos el tema de los “premios Vallarta” ha debido posponer hasta en dos ocasiones por agenda del alcalde. Es probable que este viernes 14 de marzo ocurran los acuerdos últimos y hasta se lleven a la mesa las primeras propuestas y se de por cerrado cualquier posibilidad de echar abajo la propuesta de la regidora Madero.

Cuando revisamos los nombres de los 9 premios originales, es cuando entendemos a quienes han objetado el nombre de “Paco Ruiz” al premio en Derechos Humanos. Veamos, el Premio “Ignacio Luis Vallarta Ogazón” es el reconocimiento de una conducta o trayectoria ejemplar en beneficio del municipio o de sus habitantes. A este jurista, ex gobernador, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ex canciller, ex secretario de Gobernación, nada más le debemos el nombre del destino.

La maestra Francisca Rodríguez Rodríguez fue pionera de la educación y el Premio al magisterio, las letras y benefactores de la educación, es en su honor. Teresa Barba Palomera, fue otra destacada profesora y el premio que lleva su nombre   es para honrar a los promotores de la cultura. Son varias las escuelas públicas con estos nombres.

Hay premios “Jesús Palacios Robles”, por sus servicios en asistencia social, “Manuel Lepe Macedo” a destacados en el campo de las Artes, “Guadalupe Sánchez Torres, a quienes destacan por el cuidado y conservación del medio ambiente, “Francisco Medina Ascencio”, promoción turística, “Alfonso Díaz Sánchez”, premio al deporte. Cada uno de esos nombres representan un gran legado a la ciudad en sus respectivos campos. A Medina Ascencio le debemos las terminales áreas y portuaria y la comunicación por tierra.

El Premio “Agustín Flores Contreras” se entrega a personas físicas o jurídicas que hayan promovido el espíritu empresarial y el fomento económico. Aunque hay quienes lo cuestionan, a este empresario llegado de Tepic, se le debe la unidad deportiva que también lleva su nombre.

Frente a estos personajes condecorados, Paco Ruiz parece verse chiquito. La semana pasada se cumplieron 70 años del fatal accidente aéreo donde murió Jesús Palacios Robles cuando estaba en pleno ejercicio de presidente municipal; fue un hombre comprometido con sus vecinos, un carismático político que prometía una carrera política.

Ha sido a cuentagotas como ha trascendido partes del proceso de crear el premio Puerto Vallarta en el campo de los Derechos Humano. Hubo interés (¿o hay?) de proponer otros nombres, como el de Rocío García Gaytán y el empresario Máximo Cornejo. Rocío García destacó más bien por su activismo político en el PAN, en tanto al hotelero Cornejo se le reconoce como el hotelero más influyente en los tiempos que Puerto Vallarta forjaba sus cimientos para ser el destino turístico de clase mundial.

Por estas fechas también viene a la memoria un nombre que los vallartenses parecen olvidar. Y que los ediles de plano desconocerían. Tal vez por tratarse de un hombre humilde, no adinerado, distante de la política. Hablamos de Severo Funes, que cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari puso en el debate nacional el tema al impulsar una propuesta que elevó a rango constitucional la protección y defensa de los derechos humanos en México.

A finales de la década de los 80 y principios de los 90 de siglo pasado, Severo Funes era el único defensor de los derechos humanos. En su peregrinar, tomaba sus descansos por ratos en cualquier banca, de la plaza de armas o en los pasillos del edificio municipal y aceptaba charlar sobre los expedientes que con celo mantenía en sus amarillosas carpetas. Cuando su edad lo rindió, María Nicolasa García Reynoso tomó la estafeta del llamado Frente Mexicano Pro Derechos, adherido a la ONU. Hasta hoy, no alcanzamos a identificar si se trató del mismo membrete.

Sin que esto se adopte como propuesta, si alguien merece se le honre con su nombre el Premio Vallarta en el campo de la defensa y promoción de los derechos humanos, ese sería Severo Funes. Pero debemos lamentar que, a nuestras regidoras y regidores de hoy, por flojera o desinterés, no se den tiempo en hurgar en la historia reciente sobre temas que despiertan en interés de sus gobernados.

 

Revolcadero

 

Eso de los premios Puerto Vallarta arrastran el desinterés por casi todo el año pero apenas se acerca el 31 de mayo, renacen inquietudes y a veces hasta se desbordan las pasiones. A veces hasta se declaran desiertos los premios. En realidad, no son despreciables los premios pues el acreedor en automático será adoptado como Hijo Ilustre de Puerto Vallarta, si es nacido aquí, y si es nacido en cualquier lugar fuera del municipio, será “Hijo Adoptivo Vallartenses”.  Al día de hoy, el proceso de escuchar propuestas, de aprobar o rechazar, apenas inicia. De acuerdo al Reglamento el premio Puerto Vallarta es el reconocimiento y estímulo a personas físicas o jurídicas por su desempeño sobresaliente que redunde en beneficios a los vallartenses. Suponíamos que el Consejo Consultivo podía tener participación en la promoción de la reforma al artículo 17 atribuida a la regidora Melissa Madero. En la convocatoria a la sesión ordinaria del ayuntamiento a celebrarse este viernes 14, nos llama la atención el punto 4.1 que dice “Dictamen emitido por la comisión edilicia permanente de Puntos Constitucionales y Reglamentos que resuelve la iniciativa de Ordenamiento Municipal presentada por la reidora Melissa Marlene Madero Plascencia mediante el cual propone la modificación del artículo 17 de Reglamento para el Otorgamiento del “premio Vallarta” en todas sus modalidades. Esto solo nos puede decir que la propuesta llegará bien planchadita y solo nos queda esperar la recepción de propuestas al premio y la votación de las mismas. De acuerdo al artículo 18 del Reglamento, será en el mes de abril que por mayoría calificada (dos terceras partes de los regidores presentes) aprueben rechacen las propuestas que les hará llegar el Consejo Consultivo.****** Quienes en vehículo transitan por la carretera rumbo a Las Palmas apenas se dan cuenta de la explosión demográfica que silenciosamente ha poblado parcelas y lomeríos en el tramo de La Desembocada hasta E Zancudo. Pues bien, las familias de precaria situación económica que se ven en la necesidad de construir un humilde techo que habilitan por refugio, padecen de servicios tan básicos como el agua, demanda que mitigarán con la entrega de una pipa de manos el alcalde Luis Munguía y del director del Seapal, Caros Ruiz. Es una pipa con capacidad para transportar 1 mil 200 litros para proveerse de agua. Hasta la placita de aquella comunidad asistió el alcalde y el director del Seapal para entregarles el camión cisterna a quienes la vecina beneficiaria, María del Carmen Santana Contreras les dijo Les daos las gracias al presidente Munguía por entregarnos una pipa para servicio de todas las colonias de aquí de El Colorado. Nos va a beneficiar a muchas personas. Gracias por habernos visitado y por todas las ayudas que vendrán”. Guadalupe Román de Lomas del Colorado pidió hablar para agradecer por el servicio gratuito de agua y Aurora Martínez Morales se dijo “muy agradecida por todos los beneficios que el presidente nos está brindando. También necesito ayuda, sobre todo de agua, gracias director del Seapal por todo el apoyo a nuestro pueblito”.*****Como que el gerente del centro de la ciudad, Juan Pablo Martínez se puso la pilas pue ya puso en marcha el programa  “Pintemos Vallarta” para promover un entorno limpio, ordenado y en armonía. Que busca dar un nuevo impulso al centro histórico de la ciudad y ha empezado por donar cubetas de pintura blanca a locatarios y residentes para la renovación de fachadas, siguiendo siempre la paleta cromática establecida en el reglamento de Desarrollo Urbano de la ciudad. Las especificaciones indican que el 70% de la fachada debe ser color blanco en tanto que las molduras y guardapolvos deben pintarse en tonos de terracota. Además, se han puesto a disposición colores beige y dos variantes de color café y terracota para mantener la uniformidad visual y resaltar la identidad arquitectónica. El gerente de la ciudad dijo que ha sido instrucción del alcalde Luis Munguía impulsar la participación ciudadana en la conservación del entorno, fomentando el sentido de pertenencia y el orgullo por el patrimonio local.

 

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