CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Un día de estos últimos, uno de los canales de Nat Geo colocó en su programación nocturna el filme biográfico del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, Lula da Silva, como lo conoció el mundo.
Primer, hemos de confesar que ni siquiera las reprimendas de nuestros mentores universitarios nos cultivó el gusto por el cine. Pero hurgar en biografías de personajes de la estatura de Lula nos resulta irresistible dejarlo pasar.
Meses después de perder la elección presidencial Andrés Manuel López Obrador por el PRD, visitó Puerto Vallarta un amigo universitario animado en unirse a la iniciativa del tabasqueño de construir un nuevo “movimiento” político. En una charla de café nos comparaba a su mesías como el futuro “lula mexicano”.
“Lula, el hijo de Brasil” (Lula, o filho do Brasil, en portugués) se había estrenado en 2010, una producción de relativo éxito de taquilla. Es el relato del nacido en las selvas de Pernambuco, cuya familia debió viajar por dos semanas y radicar en un pueblo de playa a corta distancia de Sao Paulo, la ciudad industrial y más poblada del país del amazonas.
En las playas paulistas se ganó la vida de lustrador de calzado, mensajero, vendedor callejero. Más grande se empleó en talleres de grandes industrias de Sao Paulo y adolescente, una prensa le arrancó parte del dedo meñique durante un turno nocturno. El descarnado capitalismo lo llevó a transitar al sindicalismo. No paso muchos años en erigirse líder de miles y miles de trabajadores metalúrgicos. Y como en cualquier dictadura de aquellos años en el sur del continente, él y otros sindicalistas fueron encarcelados por defender derechos laborales.
Después del sindicato, resultó natural dar el siguiente paso, incursionar en la política y constituir el Partido de los Trabajadores. Para 1975 estaba al frente de 100 mil obreros metalúrgicos, la base social de su partido el PT, nacido en 1980. Seis años más tarde, fue electo diputado y su partido se alzó con triunfos en importantes ciudades, entre ellas Sao Paulo y Porto Alegre. En 1989, compitió en su primera elección presidencial y perdió frente a Fernando Collor de Melo. Su vencida no fue a la tercera vez, sino en su cuarta competición, que pudo ganar la presidencia, ya en octubre de 2003.
La trayectoria de Lula da Silva fue fulgurante. Su gobierno trascendió lejos de las fronteras de Brasil y en México sumó muchos seguidores. Acá nació un nuevo partido azteca con la misma denominación que el suyo, el PT. Uno de sus programas sociales estelares fue el
Se tomar el liderazgo de las izquierdas latinoamericanas y ofreció a la clase obrera programas alternativos, las mismas armas que lo llevaron a obtener casi la mitad de los votos en su elección. Su gobierno fue el primero en ofrecer combatir la pobreza alimentaria al crear el programa llamado “hambre cero”, en portugués “Fome Zero”, que en menos de una década se aplicó en muchos países y para 2010, se convirtió en el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Sus programas asistenciales le redituaron reducir la pobreza de millones de familias brasileñas. La ONU lo llamó el “campeón mundial de la lucha contra el hambre”.
Pero Lula también atacó hasta controlar los crecientes índices inflacionarios. Impulsó el salario mí niño y aplicó una reforma agraria en todo el país. Reforzó con inversión sus fuerzas armadas y en las grandes ciudades ofreció programas al pandillerismo de las favelas, como se les llama a los asentamientos de la miseria urbana. Entonces, lo cierto es que Lula también fue pionero en ofrecer programas de asistencia a jóvenes.
Lula, la desgracia la sufrió después de dos mandatos presidenciales y de lograr para su partido una tercera elección presidencial, con Dilma Rouiseff. Hasta hoy acusa haber sido víctima de la mayor mentira judicial en la historia de aquel país al haber sido acusado y condenado por corrupción, cargos de los que fue absuelto posterior a una segunda temporada en una cárcel.
Lula pasó 580 días preso y fue beneficiado por un fallo del Supremo tribunal de Justicia cuando anuló las anteriores penas. Aunque en los últimos dos años, ya absuelto, Lula coquetea con la idea de volver a postularse, todo a su alrededor es incierto. A fines del año pasado anunció que en este año, en marzo, haría el anuncio. En mayo pasado anunció que buscará la presidencia. Hoy, la noticia no pasa el filtro de los rumores. Tenía 57 cuando alcanzó la presidencia en 2002. La edad es su peor enemigo pero cuando se asoma a los 80 años de edad, si se postula, ganaría con facilidad la elección presidencial.
Cuando estuvimos atentos a la pantalla chica nos acordamos de aquella charla con nuestro amigo moreno que no vino del norte, su tierra, sino de la capital del país. Leal matraquero se resistió a nuestra sugerencia de no colocar a Andrés Manuel López Obrador al nivel de Lula. Las acusaciones de corrupción durante el régimen lulista no fueron argumentos. En todo caso, afloraron observaciones en el sentido de que los programas asistencialistas de Amlo no pasaban la prueba de ser llanos y simples programas clientelares. Así lo había hecho en su mandato al frente del Distrito Federal.
Lula se cuece aparte. Amlo fracasó cuando aplicó programas para abatir la pobreza en la capital del país y condenó a los beneficiarios, sobre todo los señores de la tercera edad, a sumarse a las movilizaciones políticas de su partido.
López Obrador está ya en la recta final de su sexenio y no pudo disminuir la pobreza. Hoy, son más los pobres que había cuando él tomó las riendas del gobierno. Los índices de crecimiento están en cero. La inflación muestra un comportamiento al alza. Ha sido incapaz de controlar los precios de la canasta básica. Uno de sus pocos logros ha sido mantener control en el precio de las gasolinas aunque con un millonario subsidio, recursos tomados del alto precio del petróleo.
La película “Lula, el hijo de Brasil” nos permitió confirmar que algunos programas que desde diciembre de 2018 aplica acá López Obrador, en realidad los tomó de Lula da Silva. En esto cuatro años se ha documentado que también se apropió de programas del chavismo de Venezuela y del régimen cubano de los Castro.
Ya por último, hemos dicho que si algo hay por aplaudir a Amlo, es su decisión de combatir de raíz la corrupción. Ha habido algunos claroscuros que ponen en duda si es cierto su compromiso. Estamos seguros que para alcanzar la presidencia en su tercer intento, solo pudo ser posible después de aliarse con dios y con el diablo. En la 4T pululan auténticos chamucos, que apenas se bañaron, el agua bendita se convirtió en nubes. Están los videos de Pio, de los primos y primas que hacen dudar del discurso y la palabra del tabasqueño.
Quien busque hallará bondades en la 4t pero si busca diablos, los hallará y con largas colas. . De este nivel fue la lucha de Lula en Brasil. De esa magnitud es el reto de Amlo en México.
Revolcadero
El que anda con todo, estrenándose al frente de la DRSE, es Víctor Bernal Vargas, del que por sus publicaciones en redes sociales, nos enteramos haber ido a apadrinar a 120 alumnos egresados de las carreras técnicas Hospitalidad Turística y Mantenimiento Automotriz del Conalep, Plantel Ixtapa, Generación 2019-2022. Escribió Bernal el delegado en la Costas Occidente de la Secretaría de Educación: A través de Recrea seguiremos apoyando su educación porque es la mejor apuesta que podemos hacer para lograr un mejor Jalisco y Puerto Vallarta”. A nombre del titular de la Secretaría del ramo, Juan Carlos Flores Miramontes, en su mensaje felicitó a los egresados y sus padres por el esfuerzo al haber cursado sus estudios de bachillerato y los invitó a continuar en el nivel superior su preparación profesional.****** De acuerdo a la información oficial difundida en un boletín de prensa, para el gobierno municipal, las siguientes colonias son focos rojos tratándose de robos a negocios: En El Pitillal, Villa de Guadalupe, El Mangal. Robo de vehículos y motocicletas: en la colonia Niños Héroes de Ixtapa, Verde Vallarta, Palmar del Progreso, Fluvial, Versalles, Lázaro Cárdenas y Emiliano Zapata. Robo a persona: en Vista Dorada, Joyas del Pedregal, Las Mojoneras y La Aurora. Y pues que en esos asentamientos están centrados los operativos de vigilancia para disuadir, prevenir y disminuir el índice delictivo. Que en el turno se realizan recorridos de patrullaje y vigilancia por las principales calles y avenidas del puerto, incluyendo los estacionamientos públicos de centros comerciales de Macroplaza, Soriana Pitillal, Chedraui, Plaza Caracol y Wal-Mart.****** En el gobierno del “profe de los dieces”…Este martes 12 de julio se llamó a los regidores para aprobar modificar un acta y acuerdo edilicio, aprobar la “fe de errata” para así acceder a los recursos del Programa Barrios de Paz de hasta 1millón 590 mil pesos. Naturalmente, como se trata de dinero, ningún regidor le puso peros y sin objeciones la votaron a favor. El programa está cargo de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres del Estado de Jalisco y los recursos serán destinados a la implementación de acciones de prevención de la violencia de género, el abuso sexual infantil, la violencia sexual comunitaria y las masculinidades no violentas.