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Gerardo Sandoval Ortiz |

La atroz cotidianidad de las desapariciones en Puerto Vallarta

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz

 

El pasado viernes 5 de junio un grupo de desconocidos se llevaron de su oficina a tres personas. Uno de ellos era el patrón. Han pasado diez días y nada se sabe de su paradero. Algunos familiares se dedicaron toda la semana pasada a recorrer oficinas de la Fiscalía Regional pero sin hallar huellas. Cada día que transcurre pierden confianza de localizar al familiar desaparecido.

Con diferencia de algunas horas, entre la media noche del mismo viernes y las dos de la mañana del sábado 6, también desaparecieron cinco trabajadores de Aseo Público. A eso de la media mañana sabatina estaban de regreso, sanos y salvos. Ninguno de ellos ha confesado lo ocurrido. Están atemorizados.

Puerto Vallarta se ha reafirmado en ser un edén en eso de desaparecer o ser levantado. La infame racha empezó en noviembre de 2014, cuando la instructora y organizadora de Pole Fitness, Erika Cueto Vázquez en la ruta Puerto Vallarta-  San José del Valle. Sus familiares imploraron indagar sus huellas pero jamás localizaron a la licenciada en Cultura Física y Deporte por la Universidad de Guadalajara. Al caer la noche del jueves 15 de enero de 2015 las alertas se encendieron al desaparecer el regidor Humberto Gómez Arévalo. Jamás tampoco pudieron las autoridades dar con él. El mismo año, pero el 16 de octubre desapareció, también  en extrañas circunstancias la abogada penalista, Miriam Almanza desapareció. Sus amigos y familiares organizaron marchas exigiendo a las autoridades dar con ella son cumplir la tarea.

Probablemente los tres casos citados arriba han sido los más notables ejemplos de la impunidad con la que se puede actuar, levantar o desaparecer a una persona, hombre o mujer, en Puerto Vallarta.

A principios de enero de 2016, el gobernador en ese entonces, Aristóteles Sandoval Díaz daba luz verde a la apertura de la Agencia del Ministerio Público Especializada en la Búsqueda de Personales Desaparecidas. Jamás se ha sabido de alguna exitosa pesquisa a cargo de los sabuesos asignados a dicha oficina. Es más, dudas hay de si ha logrado sobrevivir dicha agencia especializada en el ramo.

Las estadísticas oficiales indican que en Puerto Vallarta y la región, y se incluye Bahía de Banderas, es tierra fecunda para hacer humo de un cuerpo humano. El Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas hasta antes de actualizar sus cifras en abril de hace dos años, contabilizó  154 desaparecidos en Puerto Vallarta y 4 en Bahía de Banderas. Hoy, la cifra se ha elevado en un insospechado grado.

El conteo es aterrador. El mismo registro, pero para 21 de agosto del 2018 asignaba a Puerto Vallarta la desaparición de 107 personas, inclusive más que Tonalá con sus 105 casos. En el sexenio de Sandoval (2012-2017) se registraron 3 mil 388 jaliscienses desaparecidos. En todo el país, en el gobierno de Enrique Peña Nieto la cifra fue de 25 mil 585 desaparecidos.

Ya este año 2020, de enero a abril, se han documentado arriba de tres mil personas. Son cifras de la Fiscalía  Especializada en Personas Desaparecidas de la FGJE, donde se iniciaron 622 carpetas de investigación. Se localizaron a 428 personas. Ni la pandemia no logró detener la acumulación de cifras.

Dada la escalada de violencia generalizada, la alerta de género está prendida en la entidad y también en este edén tropical. La Fiscalía General del Estadio reportó en los primeros cuatro meses del 2018, la desaparición de 30 mujeres. Algunas damitas “aparecieron” en horas pero en usualmente el destino ha sido fatal. A ello responde el surgimiento de organismos erigidos en protectores de la mujer, los que han hecho suyo el lema “ni una más”.

En Jalisco existe una Comisión de Búsqueda de desaparecidos y la titular Francelia Hernández se jacta de tener buenos resultados. A fines de enero de este año anunció la conformación de grupos de búsqueda que en abril iniciarían su trabajo. A la comisionada sí que le cayó como anillo al dedo la emergencia sanitaria pues transcurrieron esos tres meses, mayo y medio junio y no hay brigadas de búsquedas de campo.

Los estudiantes también han sido en la entidad un objetivo atractivo.

Nadie sabe a ciencia cierta la cifra real de levantados o desaparecidos en la entidad. Un número son los desaparecidos reportados, otra cifra las carpetas judiciales iniciadas pero los más son los casos no denunciados por razones tan diversas pero sobre todo por el miedo. En los primeros cinco meses del 2019 se calculaba unos 14 desaparecidos por día. El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo contabilizó 2 mil 175 personas desaparecidas de enero al último día de mayo. Del 2008 a mayo del 2018, en diez años, el CEPAD sumó 27 mil 857 casos en Jalisco

En todo el país, los números también son escalofriantes. La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación ofrece los siguientes datos: de 1964 hay 147 mil 33 personas reportadas desparecidas; el último día de diciembre pasado el conteo de personas no localizadas se cerró en 61 mil 638 personas no localizadas y el resto, 85 mil 396, localizadas. La misma dependencia ubicó en 5 mil 185 los desaparecidos en los primeros 13 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El mismo informe indica que de los 147 mil 33 desaparecidos en 55 años, la mayor parte ocurrieron en los últimos quince años. De 29014 a 2019 hubo 32 mil 322 mexicanos y Jalisco, junto a Tamaulipas y el Estado de México, es de los “punteros”.

Cuando el antepasado fin de semana supimos que tres vallartenses ya no regresan a casa la tarde del viernes ya no nos asombró. Esa capacidad se ha extinguido. En 20 días más se habrá cumplido un año que en Valle de Banderas desaparecieron siete personas. Más reciente, “levantaron” a otras tres, también del lado de Nayarit. Como arguyen las autoridades, que suponemos están bien enterados, la mayor parte son acciones atribuibles a la delincuencia organizada. Vale la explicación pero no la justificación. Si quienes tienen la responsabilidad son declarados incompetentes, menos ellos podrán reclamar a la sociedad.

Revolcadero

Vaya, vaya. El rancho de “las gallinas prietas” casi se incendia ayer. Nos reportaron que en aquella propiedad camino al rancho El Pirulí se reunieron no menos de 100 personas, tampoco más de 200 y le rindieron tributo a Diego Franco Jiménez. Obtuvimos tres versiones de primera manos, testimonios de lo que acababa de ocurrir en aquel predio mitad granja pollera mitad jardín de fiestas. Hasta los clientes de “La Burundanga de Danny” debieron sentirse invadidos por la bufalada.  Nos hablaron del buen ánimo y mejor ambiente que privó en la media velada del lunes. “Las monitas de Dávalos”, todos los operadores políticos del grupo de la naranja vallartense estuvieron de manteles largos. Bueno, que hasta Santiago Centeno se despojó de la botarga del agua para re novar sus votos por “el tecualeño postizo”. A eso de las diez de la noche todos se fueron a descansar y los  muchos se hicieron pocos y  los pocos permanecieron tiempo extra para evaluar el resultado de concilio naranja. Mañana habrá tiempo de ofrecer más datos y detalles extras.****** Ayer se informó oficialmente que Cristian Salcedo Guerrero sustituye a Víctor Bernal Vargas y es el nuevo director de Desarrollo Social. El alcalde Arturo Dávalos, en privado y a distancia, hizo un reconocimiento al trabajo desempeñado por Víctor Bernal quien guarda cuarentena en su casa. Es una noticia anunciada con meses de anticipación pues desde los primeros días de abril, era algo muy comentado en la elite naranja. El comunicado oficial dice que Cristián Salcedo es ingeniero de profesión, egresado del Centro Universitario de la Costa y su último encargo fue secretario particular precisamente de Víctor Bernal en la misma dependencia que hoy liderea. ****** Con la  novedad que Bahía de Banderas no se homologará con Puerto Vallarta en eso de abrir las playas a los ciudadanos. Sucedió que Nayarit no pudo librarse del semáforo rojo y Jalisco sí, y pues su gobernador Antonio Echevarría no quiso retar al gobierno federal, a Don Santo Amlo. Que es muy canijo, revanchista y pues el gober cora debió recular para evitarse futuros problemas.