Tamaño de texto


Gerardo Sandoval Ortiz |

La apuesta de Munguía por la reingeniería antes de la conformación de gabinete

 

CONTEXTOS

 

 

Dos o tres miembros del equipo compacto del alcalde electo, Luis Ernesto Munguía González nos han reiterado que no será antes de septiembre cuando se definan el cuerpo de directores y demás funcionarios del más alto nivel que lo acompañarán en la administración municipal por arrancar desde el primer día de octubre próximo.

A Munguía y su equipo lo respalda una razón: En este momento se realiza un trabajo de reingeniería administrativa, a fin de revisar y revalorar las tareas y funciones de cada dependencia, depurar ciertas áreas y reforzar otras, añadirle o restarle carga de trabajo, hasta obtener la eficiencia total en beneficio de los vallartenses. Al final de este y trabajo, por cierto, a cargo del regidor electo Víctor Bernal Vargas, no solo se dispondrá de elementos para dispensar nombramientos sino también redefinir funciones, quitar y restar, en donde se hallen debilidades que afecten el funcionamiento de la administración verde.

Por estos días, ha sido una constante escuchar en el círculo más alto de los michelboys de personajes que sin duda apoyaron la campaña de Luis Munguía y se toma nota de quienes presumen tener ya amarrado algún nombramiento. “El que se mueva puede no salir en la foto”, recordó la frase que se le endilga al legendario dirigente del Sector Popular del PRI, la CNOP, José “el Che” Rodríguez Cruz.

La reingeniería que se realiza empieza por una exhaustiva revisión del actual organigrama municipal. Hay serias dudas de mantener, desaparecer o modificar el área la llamada Despacho del Presidente. La importancia de las secretarías particular y privada no se objetan y la importancia del apoyo al primer edil justifican su existencia.

Hay ciertas objeciones a la “coordinación del gabinete”, el cargo que desempeñó el malogrado Salvador Llamas hasta el momento de ser asesinado en octubre de 2022. Llamas coordinó el gabinete y al mismo tiempo dirigió al Seapal, lo cual da idea de la irrelevancia de esa cartera. En esencia, el coordinador de gabinete suele realizar funciones de un “asesor” político del alcalde.

Ahora, en el Despacho del Presidente convive un cuerpo de asesores y al mando de estos. En la era del mochilismo, (2012-2015), Santiago Centeno Ulín fue el jefe coordinador de esos asesores, entre los cuales destacaba el amigo Guillermo Salcedo, quien mas bien hacia las veces de sombra y acompañante de Ramón Guerrero Martínez cuando salía a recorrer la ciudad. El trabajo de funcionarios es la de simples “asesores”, una duplicidad de funciones y salarial de alto costo al erario municipal. Además, era constante que estos “asesores cuando se tomaban en serio su trabajo, chocaban con personal y abogados del área jurídica y con abogados de la secretaría General.

El área del “Gabinete General del Presidente Municipal” lo integran la Secretaría General, Tesorería Municipal y la Contraloría Municipal. La atención se centra en la el órgano revisor, que se ha convertido en una oficina sin autonomía ni independencia, atada y sometida a instrucciones a veces eterna, ajena a la instrucciones de su Manual de Organización, el instrumento jurídico y administrativo que delineará las políticas generales de la administración en turno.

En un gobierno municipal, la Contraloría deberá sujetarse a será cabalidad el órgano de control interno encargado de vigilar y supervisar los recursos propios, partidas estatales o federales, garantizando siempre se aplique el gasto conforme se aprobó el presupuesto, respetando el gasto etiquetado, siempre con apego a la normatividad vigente y a cualquier ley aplicable.

Hay dudas de si la Contraloría cumple con su función con su dependencia directa a la oficina del alcalde y se abre la posibilidad de otorgarle una debida autonomía.

El actual organigrama contiene 12 direcciones generales: Desarrollo Social, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Obras Públicas, Servicios Públicos, Inspección y Reglamentos, Padrón y Licencias, Seguridad Ciudadana, Turismo y Desarrollo Económico, Proyectos Estratégicos, Desarrollo Institucional, Mantenimiento de Bienes e Intendencia y protección Civil y Bomberos. A todo ello se le añade la Oficialía Mayor Administrativa.

Es probable que el equipo liderado por Víctor Bernal concluyan recomendado cambios en el organigrama en las últimas cuatro direcciones. Los usuarios, el ciudadano común pudiera calificar y probablemente reprobaría el trabajo de Proyectos Estratégicos y Desarrollo Institucional. No convence a todos que la Dirección de Mantenimiento de Bienes e Intendencia alcance esa categoría.

Tomemos el ejemplo de Desarrollo Institucional. Se complemente de tres jefaturas (Control y Seguimiento, Transparencia y jefe de archivo), un coordinador y 8 auxiliares. A estas plazas, seguramente de confianza, se le agrega dos secretarias (o) y un analista. Además del director. No tenemos los elementos suficientes para sugerir siquiera que en direcciones como esta se puede aligerar pero está se puede revisar la eficiencia de sus resultados.

Por muchos años Protección Civil y Bomberos fue un apéndice dependiente del jefe de la comisaría pero de unos años a la fecha, por razones mas bien políticas, el comandante de esta área adquirió el estatus de “director. Ahora, que no se entienda haber empeño de menospreciar la importancia de un tragahumo que cuando se activan sus alarmas está preparado para salvar vidas humanas o rescatar una mascota en riesgo.

Nos dicen que la reingeniería organizacional será profunda y al final, pudiera sugerir cambios en el organigrama, los que habrán de pasar por la discusión y aprobación del cuerpo de regidores, el filtro más alto del Ayuntamiento.

A Servicios Públicos se le ha puesto atención especial. De aquí se puede desprender una dirección adicional, que bien puede ser el Aseo Público y Parques y Jardines, dos de las jefaturas con más personal de la administración. Son en total seis jefaturas subordinados a un subdirector. El personal de esta dirección son la defensa del movimiento sindical, siempre dispuestos a salir y dar la cara por su líder.

Sin embargo, en Desarrollo Social es donde hierve la reserva política del gobierno en turno y se cuecen planes y proyectos políticos del futuro inmediato. Si se toma como modelo el resultado de la administración actual, puede prosperar la idea de crear más plazas de “coordinadores de sector”. Considerando a dos “coordinadores” de coordinadores de sector, son 43 plazas y se tantea la posibilidad de crear otras más. El coordinador es el funcionario municipal de mayor proximidad con el ciudadano, recoge inquietudes, quejas en general y cristaliza sueños de obra en las colonias de su influencia. Sin embargo, a Morena, no le rindieron resultados, dicho en otras palabras, ese batallón de coordinadores fueron un fiasco políticamente hablando.

En Desarrollo Social, además del director y un subdirector general y cuatro subdirectores de área (Participación Ciudadana, Programas Sociales, Educación Pública y Bienestar Animal). Son 8 jefaturas, incluyendo al administrador. Por si fuera poco, bajo la tutela del director en turno, está el Instituto Municipal de la Juventud, el Comudis y el Comusida.

Es hasta normal que en la reingeniería salten objeciones y se proponga hacer ajustes al organigrama en dependencias como Desarrollo Social. En los meses de julio y agosto, se continuará trabajando en el rediseño y reacomodos y solo después de concluir el trabajo encargado a Víctor Bernal se asomarán los primeros nombramientos del equipo verde.

Replantear tares y rediseñar procesos organizacionales no es tarea sencilla debido aquellos resultados demandados deberán ser inmediatos, no más de tres años. Si las nuevas medidas no reditúan mejoras sustanciales, bienestar para el vallartense, calidad de vida, servicios de primer mundo mejor atención de ventanillas, productividad y eficiencia, el costo lo pagará Munguía y su gobierno.

 

Revolcadero

 

 

Hasta hace muy poco, Mantenimiento de inmuebles e intendencia era una jefatura y de las de menor importancia. Hoy es una dirección, donde despacha el director y un subdirector. Después de ellos, lo que hay son plazas en su plantilla de nómina. Tiene dos secretarias y un auxiliar (o) administrativo y tres supervisores, dos de estos de intendencia. El grueso de su nómina son los 48 intendentes o aseadores de los edificios municipales. Los demás, son electricistas, carpinteros, soldadores, pintores, fontaneros, técnicos en aire acondicionados, dos decenas de auxiliares de mantenimientos o chalanes, y tres plazas de oficiales de albañilería. El funcionamiento de todas las oficinas de gobierno depende de este batallón de trabajadores. Sin embargo, hasta ellos reniegan de sus jefes se preguntan de si vale la pena pagar sueldo a un subdirector ya un subdirector.   ******Debido que dos fuentes diferentes nos sugirieron que Víctor Bernal Vargas pudiera ser considerado para la secretaría general del ayuntamiento, preguntamos al aludido. Nos dijo estar dedicado a cumplir la chamba que le encargó el “munguis munguis” y que no se distraeré en ellos rumores. Eso sí, coincidió en el hecho de que el ser regidor no lo descoloca de la posibilidad ser elegible para ese nombramiento. *******¿Se acuerdan de Gustavo González Villaseñor? Todavía se mueve y días atrás fue visto dándole puntual maquillaje a su nave Mazda. Lo citamos porque un de nuestros lectores nos dejó la pregunta de si sabíamos dónde estaba, si vivía aquí o se había mudado. Nos causó cierto asombro la pregunta. La pregunta obligó plantear pregunta del por qué el interés de saber en qué aguas se mueve el líder moral de los locutores. “Es que dicen que estará con Munguía…”. En realidad, no existe ninguna versión ni rumor que apunte al regreso del ex “niño de la voz de oro” al servicio público.

Los artículos de opinión e información son responsabilidad del autor y no reflejan la línea editorial de contralínea.net