Consejero nacional de Coparmex, dice que se batalla por mantener a flote empresas para que no haya más perida de empleos
Cuando termine la cuarentena habrá turismo que tenga la capacidad económica para viajar, pero no lo harán a lugares donde no esté controlada la curva de contagio, de ahí la importancia de evitar una recaída, lo cual exige disciplina y respetar las indicaciones de las autoridades.
En ese tenor se manifestó Gabriel Igartúa Sánchez, consejero nacional de Coparmex, quien por otra parte detalló que el empresariado local padece la urgente necesidad de mantener a flote sus negocios, pero antes que batalla para no perder más empleos.
“Se ha hecho un planteamiento como empresas para poder subsistir y manejar y administrar los recursos existentes con algunos negocios, pagando 15 días únicamente la mitad de los sueldos, lo cual no es suficiente, y menos si se considera que en el momento de la pandemia se pasaba por un temporada turística importante”.
Refirió que en el sector turístico un elevado porcentaje de los salarios son mínimos y se depende de las propinas, hoy inexistentes, a lo cual hay que sumar que el transporte turístico está muy lastimado, háblese de líneas aéreas y de autobuses foráneos, incluso taxistas.
“Es muy importante que todos colaboren y participen responsablemente para frenar la curva de contagio, ya que en caso contrario no podremos estar preparados para garantizar el aspecto salubre y de no contagio y eso afectaría sobremanera la imagen y posibilidad de recuperación del destino”.
De proceder adecuadamente, el también ex dirigente de la hotelería del destino consideró que hay posibilidades de reactivar la economía turística a partir de junio, recuperar algo del segmento nacional en agosto, luego ir preparando el paulatino retorno del turismo internacional, sobre todo el canadiense porque han estado recibiendo apoyo de su gobierno.
“China comienza a tener nuevos contagios y eso es gravísimo, si no se logra detener la enfermedad en Puerto Vallarta y reactivar la economía, una recaída sería catastrófico en todos los sentidos, a nivel económico y social”, concluyó.