CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Cuando Bahía de Banderas y sus poblados, sobre todo su cabecera municipal, se enfilan a dejar atrás sus estampas rurales, han descubierto que el proceso de transformación es tan violento como doloroso y sus familias pagan con sangre cada zancada camino a una sociedad urbana.
Las comunidades de Bahía de Banderas no han sido habitadas por salvajes ni en la época de los Indios Banderas y a la pérdida de cualquiera de uno de ellos causa dolor a todos. El hallazgo de tres cuerpos en una casona frente a la plaza de Valle de Banderas al amanecer del sábado 16 va más allá al dolor.
No se sabe hora exacta del allanamiento de la vieja casona habitada por María Luisa Flores, Leonardo Sahagún y Berenice López. El reporte inicial rendido por el primer policía que ingresó a la finca indica que los cuerpos estaban dispersos en las dos plantas y habían sido acuchillados. Las escenas eran de sangre y más sangre.
El sábado, ya por la tarde, el diputado local, Héctor Santana publicó unas sentidas palabras. “Mi pueblo está de luto… Hay coraje, rabia e indignación. Pido Justicia al Fiscal del Estado y estaré al pendiente de las diligencias para que se esclarezca la verdad en los hechos consumados. Quitarles la vida a 3 personas a unos metros de la comandancia municipal, frente a la plaza. Que nos está pasando como sociedad, en que están fallando las autoridades. Mano dura para esos asesinos, no quedará impune”.
No dudamos que el ex priista ahora diputado local por Morena se siente conmovido por el múltiple homicidio con tan extrema barbarie. Estamos seguros que también a él le dolió el tráfico fin de Bere, Nando y Luisa.
Héctor Santana nos hizo retroceder al mes de julio de 2019. A mediados de aquel mes reportamos en este espacio otro múltiple asesinato. Por lo menos uno de los levantados y desaparecidos, Cuauhtémoc “el temo” Félix Santana, era sobrino del diputado Héctor Santana al igual que Filiberto Santana, los dos hijos de Rosario Santana. Sergio Moreno alias “el comején”, y Víctor “el tomillo” Camacho, además de la esposa y un hijo del último, también fueron levantados y a la fecha siguen desaparecidos.
El levantón y la inmediata desaparición de los familiares del diputado enmudecieron a Valle de Banderas. Supimos que el silencio fue por miedo a represalias, por amenazas. También guardó el gobierno municipal, Jaime Cuevas Tello acalde en esos días. Los periodistas se guardaron sus apuntes. La Fiscalía General de Justicia del Estado, donde se mantiene Petronilo Díaz Ponce, jamás dio algún informe de sus investigaciones de aquel suceso y hasta la mañana del lunes, se mantenía muda respecto a la muerte de los tres miembros de la familia García.
Las familias de Valle de Banderas se animaron a salir a la calle este domingo para exigir se esclarezca el triple homicidio. Eso solo puede indicar que muy probablemente se trate de víctimas de la delincuencia común, no un acto de la delincuencia organizada. Ahora no hubo miedo como hace dos años cuando algunos miembros de la familia Santana abandonaron el pueblo y el propio Héctor Santana guardó silencio.
María Luisa era madrina de Crescenciano Flores Alvarado, el primer presidente municipal de Bahía de Banderas. “Chano” ha visto el sufrimiento de su pueblo, de sus vecinos, que pagan con sangre la tenacidad con la que procuran pasar de municipio de vocación rural a un destino turístico de clase mundial.
Hace dos o tres semanas atrás, sus habitantes se conmovieron al saber la historia de dos niñas adolescentes “secuestradas” y asesinadas rumbo al exclusivo Punta Mita. Como preámbulo del fin de los sobrinos del político ex priista y ahora de Morena, en noviembre de 2017, desaparecieron varios hombres levantados acá por Marina Vallarta. Dos eran cuñados de Santana, hijos de José “el chepe” Flores y padre de la esposa del “Temo” Santana, entre ellos “el chepillo” Flores, ahijado del ex gobernador Roberto Sandoval Castañeda. En ese grupo estaba un sobrino del Ismael “el maylo” Duñalds, otro político de relevancia de Bahía de Banderas, liberado para dar aviso y advertencia a la familia Flores.
Bahía de Banderas es un municipio que no escapa al miedo de la delincuencia en todos sus modos. La pérdida de tres miembros de la familia Flores los alentó a liberarse de las intimidaciones, desterrar sus miedos y tomar la calle a clamar por justicia. Del abominable triple crimen en la casona, son delincuentes comunes los que perpetraron el ataque. Entrar a la finca 14, frente a la plaza y literalmente a vista de la guardia del cuartel de policía, y “salir como de su casa” es un probable indicativo de haber algún vínculo entre víctimas y victimarios. Medio pueblo, al ingresar y salir a poblado transita a unos cuantos metros de la vivienda de tejado, un riesgo bien medido por el o los asesinos.
A la alcaldesa, Mirtha Villalvazo Amaya sus gobernados le debe exigir mayores garantías a su seguridad, también al nuevo gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, pero es al fiscal Petronilo Díaz Ponce a quien se le debe emplazar apura sus investigaciones. Es preocupante que tres días después, no se ha dado información.
Díaz Ponce no es un fiscal improvisado y deberá tener sus hilos al día y el mutismo del fiscal no da para ser optimista. Los habitantes de Bahía de Banderas merecen justicia. Ya han derramado mucha sangre y sus autoridades nomás no responden a sus demandas. Es momento que Mirtha Villavazo sea más solidaria con los habitantes de la cabecera municipal que de alguna forma se sienten desdeñados y ninguneados desde que escucharon sus deseos de “robarles” la presidencia y llevarla a quien sabe dónde.
Revolcadero
Por cierto, el diputado local, Héctor Javier Santana García presumió este fin de semana haber ido a la zona cero, allá por Tecuala y llevar apoyos a damnificados por la gran creciente que inundó comunidades en el norte de Nayarit. Difundió videos y fotografías de la entrega de víveres en Los Sandovales y El Agua Verde, conocido también como El Salto. Ese sí es un buen gesto del diputado moreno, que no cesa de sus intentos por ser algún día presidente municipal de Bahía de banderas, Si no pudo por el PRI, tal vez lo logre por Morena.******Carey, este gobierno municipal de Luis Alberto Michel Rodríguez ya parece ser de pura vacilada. Ya no sabemos si es de broma pero nos afirmaron que le soltaron el ofrecimiento de una chambita a Antonio Rodríguez Joya, el famoso “Tony Mentiras”, como mejor conocen a nuestro amigo. Además, que el hijo incómodo, Chuyito Michel López ha confiado a sus amigos que le tiene apartada una dirección a la química, Laurel Carrillo Ventura. Pues que es en atención a una figura nacional de Morena quien pidió el favor -la chamba- para la ex regidora que prefirió irse al PVEM, apoyar a Luis Munguía y despreció al “profe de los dieces” en la campaña pasada. Ya nos imaginamos el equipazo, el dream team tropical de Morena, Tony Joya y Laurel Carrillo, la del audio del “chikis” García donde pidió el moche gobernando, tomando decisiones, cuidando el dinero del pueblo.******Ahora sí que perdimos nuestra capacidad de asombro. Nos enviaron una ficha informativa, imágenes capturas de pantalla, datos sueltos que para conocer un poco de quien es el flamante jefe de Cultura del gobierno de Luis Michel. Pues que ese Luis Escoto Martínez muy poco si no es que nada tiene en común con la cultura. Es el mismo muchachón que conocieron muchos por haber sido algo más que asistente, asesor o cargamaletas del profe Michel cuando fue regidor en el pasado trienio. Ya conocimos hasta la historia del préstamo concedido por un íntimo, decepcionado porque cuando le pidió regresar el dinero, en pago recibió el cortón y bloqueo del joven Escoto y ahora poderoso funcionario municipal. Valoramos cada dato para su posterior publicación. Pero pues sí, que pasado el Chuyito.