CONTEXTOS
El megadesarrollo inmobiliario y hotelero de Fernando González Corona en el sur de la ciudad, contempla un muelle para pequeñas embarcaciones y un centro comercial exclusivo para sus huéspedes.
Poco más de un año le llevó al Grupo Villa remover desde sus cimientos la montaña y sacar de sus raíces diversos árboles para replantarlos y reubicar en el mismo punto 780 metros de la carretera federal 200.
Esta semana se abrió la circulación y apenas circularon videos los ciudadanos se expresaron indignados al ver un paisaje de cemento blanco justo en donde antes tuvieron a su vista el verdor de la selva por un lado y al verde del mar al otro.
“Poderosos, políticos, empresarios…”, exclamaba en complejo español un turista a su guía en un paseo por Mismaloya. El visitante reprobó la obra de González Corona y se quedó perplejo por su capacidad para obtener los debidos permisos de las autoridades.
Quienes circulan todos los días por dicha ruta nos describen que en la zona del hotel Garza Blanca, la vieja carpeta de la carretera 200 está destrozada desde que a principios de febrero del año pasado entraron a trabajar maquinaria pesada. En los puntos de intercepción norte y sur de la “nueva carretera” prácticamente es una terracería.
Los vecinos de Mismaloya y Boca de Tomatlán reaccionan con timidez pero desean se le cancelen permisos de obra y convenios a González Corona.
González Corona rescató el viejo hotel Garza Banca luego de permanecer largo tiempo cerrado por litigios entre accionistas. En unos cuantos años construyó un verdadero emporio hotelero, altas torres de condominios, exclusivas residencias, restaurantes, tiendas. El Hotel Monsai es sinónimo de lujo extremo. Ya se construyeron varias torres altas del total de 20 proyectadas. Los huéspedes tienen a su servicio los mejores spa, albercas, club de tenis, restaurantes, caminos y senderos, además de una playa privada. Solo por dar una ida de la magnitud del proyecto, el centro comercial es de dimensiones se iguala al Plaza Galerías pero mas exclusivo.
El proyecto es millonario y camina por etapas. Hay por lo menos 120 mil metros cuadrados disponibles ya hora mismo, sin que este a la vista de quienes pasan por esa zona, al otro lado de la montaña hay maquinaria trabajando.
Como hace un año cuando la maquinaria entró a los terrenos colindantes del Garza Blanca para remover terreno, los vallartenses se han escandalizado por la capacidad del magnate de los tiempos compartidos para modificar la naturaleza. Si cuando fue presidente municipal González Corona recibió el reconocimiento público, esos mismos vallartenses quieren apedrearlo. Lo creen como el enemigo número uno que atenta contra la naturaleza.
Hace dos semanas, en una de las mañaneras de Andrés Manuel López Obrador se presentó la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros y en un breve informe puso como ejemplo de la corrupción institucional la autorización para desviar un tramo de una carretera en Puerto Vallarta. Se refería precisamente a la obra del dueño del canal televisivo TvMar y la radiodifusora radiante.
González Corona ha sido paciente con sus inversiones. Tiene casi diez años que tramité y obtuvo el Cambio de Uso de Suelo para agredir a la naturaleza y construir su desarrollo. Fue a través de su empresa desarrollo Inmobiliario Garza Blanca que hizo los trámites en la Secretaría del medio Ambiente y Recursos Naturales. En dicho documento se establecen las acciones compensatorias por atentar contra la montaña.
En esos años, los trámites se hicieron a nombre del contador y hombre de sus enteras confianzas Luis Crespo Tinoco. Hoy, otro de sus viejos contadores Sergio Aguayo Franco, se hace cargo de los trabajos. Sergio Aguayo es el apoderad legal de la empresa promotora Arena Blanca SA de CV, la beneficiaria con la firma del convenio con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para remover la carretera 200. Los funcionarios bajo sospechas de la corrupción al firmar el Convenio de Concertación de Acciones fueron el subsecretario de la SCT, Oscar Raúl Callejo Silva y el director de la SCT Centro Jalisco Salvador Fernández Ayala.
Queda la percepción de que los vallartenses se resignaron a perder parte de la montaña pero nos queda la duda de si se doblarán en su lucha por perder de su mirada el agua del mar y la montaña. Son casi 800 metros que el automovilista queda encajonado entre el cemento de una cortina de más de dos metros y el muro de la desmontada montaña. La grotesca obra solo deja la opción de levantar la vista al cielo.
La Secretaría de la Función Pública considera hallar suficientes evidencias para fincar responsabilidades a funcionarios y a inversionistas. El tufo de la corrupción está presente. El rastreo presume corrupción para beneficiar al inversionista. La empresa incurrió en dolo y engaños para obtener los permisos necesarios y se sugirió a la SCT anular el convenio de acciones y sin compensar al particular. Eso significará que la carretera 200 volverá a su ruta original y se demolerán los 780 metros lineales de la carpeta encementada de González Corona.
En algún momento de su vida González Corona perdió piso al transformarse en un voraz depredador de la riqueza natural del destino. Por encima del pueblo, del medio ambiente, de la flora y fauna, de la montaña, del mar, están sus negocios. Es un megalómano que se ha propuesto desaparecer la selva de la montaña y colocar cemento y ladrillos.
Revolcadero
El gobernador Enrique Alfaro Ramírez tiene actividades este sábado 29 de febrero. Como que le gusta venirse los fines de semana a Puerto Vallarta. A temprana hora de la mañana, en el Centro de Convenciones presentará el Proyecto Estratégico del Estero El Salado. En el mismo lugar encabezará el acto de la instalación del Fideicomiso de Turismo de Puerto Vallarta. En otras condiciones este sería un día ideal para ver juntos a defensores del estero, ecologistas y hoteleros en posición de protestas contra el gobernador. El gobernador Alfaro se ha ganado a pulso el repudio de los vallartenses por sus incisivos “ataques” a la ciudad. Por lo menos así interpretan las acciones que propone en el estero y su decisión de arrancar a los hoteleros el control del impuesto al hospedaje. En la agenda del gobernador también se incluye asistir a domo de Ixtapa en donde se entregarán apoyos a adultos mayores.******* Vaya, vaya. El gobierno gabacho por fin se decidió a retirarle el visado al ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda y prohibirle su ingreso a ese territorio del norte del continente. El secretario de Estado, Mike Pompeo fue el encargado de dar la noticia y al estilo de Donald Trump, por twitter. “Se apropiaba indebidamente de los bienes del estado y aceptó sobornos de narcotraficantes. Hoy lo designo públicamente, haciéndolo inelegible para entrar en los EE.UU”, tuiteó mister Pompeo. Asimismo, la esposa de Sandoval y sus dos hijos, tampoco podrán ingresar a los gabachos.****** Por cierto, bien hará el gobernador Enrique Alfaro que se tome unos minutos y con sus ojos de cuenta del deterioro de la carpeta asfáltica de la carretera 544 rumbo a Las Palmas. Apenas esta semana una cuadrilla de trabajadores municipales se dieron a la tarea de ir a resanar un socavón que por varias semanas permaneció como un peligro para los automovilistas que circuló por dicha ruta. El socavón se abrió a la altura del ingreso a Colinas Campestres ya mordía por lo menos un metro de la carretera, recordemos que dicha vía es estatal y los trabajos de conservación y mantenimiento corresponden al gobierno del estado. Está visto que a Alfaro solo tiene interés en mandar a sus mordelones para acosar a los automovilistas y engordar sus cajas recaudatorias con multas y mas multas.