CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
¿Dádivas o filantropía en tiempos del coronavirus?
Al momento de decidir tema por escribir, una amiga (como dato personal fue candidata en el último proceso electoral a una diputación) expresaba su enojo contra quienes sacan raja política en tiempos de coronavirus. “En los tiempos y circunstancias de hoy, lo que haga la clase política tiene ese matiz y al momento que el ciudadano lo interpreta tal cual, ayuda a contaminar todo”, le respondimos a su comentario en privado.
Del tema, consideramos justo reconocer a quienes tomaron la iniciativa de organizarse para en grupo o individualmente apoyar con despensas, con alimentos, un taco o una torta, a las familias más necesitadas. Podemos citar varios ejemplos, como el amigo Alfonso Marcial Carrillo en Ixtapa, a Jorge Gallardo Quintero en Las Juntas, que se han desvivido en la tarea de ayudar. En una entrega anterior citamos al regidor, Luis Alberto Michel Rodríguez quien en solitario y apoyado por familiares y colaboradores ha llevado su ayuda a ciertas colonias.
Y por doble razón, primero por su compromiso social y luego gobernar la ciudad, es loable y digno de aplaudir el esfuerzo funcionarios municipales de todos los noveles que en una primera semana distribuyeron más de diez mil paquetes alimentarios. Ya se ha dicho que el alcalde Arturo Dávalos Peña hizo punta al proponer un programa alimentario cuya meta inicial de repartir 7 mil 500 despensas por semana, cifra que al rebasarse nos permite tener una idea de lo valioso y bien recibido dicho apoyo.
Nos llamó poderosamente la atención que el lunes, un colaborador de la diputada federal de Morena, Lorena del Socorro Jiménez Andrade difundió una fotografía en donde el equipo repartía una despensa. Ahí se aplicó aquella de que cuando la perra es brava hasta a los de casa muerde. Nos resultó divertido leer y dar cuenta haber sido los propios militantes de Movimiento de Regeneración Nacional quienes se erigieron en irascibles críticos a la iniciativa de la legisladora federal.
Bien, ni duda cabe que la diputada federal de Morena, la maestra Lorena Jiménez es motivada por la necesidad temporal de muchas, de cientos, de miles de familias vallartenses. Los necesitados no están clamando por dádivas. Esperan una ayuda, la que sea y de quien sea, pero apoyo al fin y al cabo que ayude a ser más llevadera el aislamiento en casa y los tiempo de crisis.
El diputado local, Luis Munguía, éste del Movimiento Ciudadano, también ha llevado algunas docenas de apoyos a damnificados del coronavirus en Ixtapa. En la finca de los Gómez de Ixtapa, El Manguito, echan al bracero las aves sin pluma y aunque el primer día se le quemaron, no hubo quien rechazó piernas ni pechugas.
Ningún esfuerzo, individual ni colectivo, del presidente municipal, sus regidores y directores, de la diputada federal de Morena será suficiente pero es una cooperación invaluable que mitigará el involuntario aprieto económico a causa del Covid-19.
Ahora, no tenemos duda de haber dividendos políticos aun incluso en cualquier actividad filantrópica y naturalmente, la ayuda de todos ahora no será la excepción. Pero las reacciones, que afortunadamente son las de unos pocos, intentan imponer la exigencia a que nadie ayuda a las familias en condiciones de vulnerabilidad.
Quienes se oponen a la entrega de una despensa, quizá tengan resuelto las siguientes semanas, los próximos meses, el tiempo que se prolongue el aislamiento social y el cierre de las empresas. Tal vez tienen su despensa bien surtida para todo abril, mayo, junio el resto del año. Así de insensibles, recriminan a quienes ayudan y condenan a los necesitados a la desolación y al olvido, a morir de hambre.
Esta última semana, hemos atestiguado filas de personas en espera de una despensa, de un pollo, de una torta, y también hemos visto desfilar en el aguamático de Los Tamarindos a familias que en carretilla o al hombro se surten de agua gratis. Se llenaron seis mil garrafones de agua certificada en una semana, reportó el Seapal. La calidad del agua que distribuye la ahora empresa paramunicipal no desmerita en nada a la calidad del agua que venden las empresas casa por casa. La diferencia es que el garrafón se vende en no menos de 18 pesos. Y tres garrafones, es casi el equivalente al medio salario mínimo vigente.
¿Dádivas? Pues desde la cegada visión de los morenos radicales lo son. Las diez mil familias beneficiadas con una despensa esta última semana piensan distinto. Es una visión corta pero no menos política y contaminada porque cuando se trata de programas sociales del gobierno federal, las becas a estudiantes, la ayuda a los “ninis”, las ayudas a los adultos mayores, no son dádivas ni tampoco se trata de programas electoreros. Bien aplicados, los programas sociales, así sea del gobierno federal, estatal o municipal por las mismas razones llegaron para quedarse y tal vez sea la mayor aportación de Andrés Manuel López Obrador desde su paso por el gobierno del Distrito Federal. Tal vez aclararle estar en un error al reclamar la autoría y presumir venderlo al mundo. En Estados Unidos desde hacen muchos años, varias décadas, cualquier familia puede acudir a solicitar ayuda al gobierno por cada hijo menor de edad y por desempleo.
A la diputada federal, Lorena Jiménez, una dama morena, en tono interrogante le recriminó “¿Esto es lo que promueve Morena y el presidente? O ya se hizo enemiga de Amlo?”.
Desde esta óptica, la virulenta posición de los morenos hacía su legisladora confirma que desde adentro de la casa se conspira contra la 4t. A ese paso, nada de raro habrá si esos sectarios salen mañana con su puntada de que la naturaleza conspira contra López Obrador y su gobierno.
Es probable que la no menos violenta posición y los incendiarios discursos mañaneros de López Obrador, que llama a la unidad y al darse la media vuelta agrede a quien se quien diside con él, azuce a los extremistas y aliente a los biliosos.
Los médicos del gobierno federal han advertido estar a días, dos o tres semanas, de pasar a la fase más crítica de la pandemia del Covid-19. Es ahí cuando se ocupará de la unidad nacional, de estar todos unidos. Es tiempo de despojarse de discursos que alimentan el choque y la confrontación, de dejar de lado la soberbia y la arrogancia. El gobierno federal debe admitir sus debilidades, aceptar la crítica y atender en modo de urgencia las demandas de por lo menos equipar con lo necesario a nuestros soldados del primer frente de batalla, médicos y enfermeros. Asesinando al mensajero no podemos ganar la batalla.
Apremia el un diálogo por encima de todo, pactado y negociado con todos los sectores, gobierno y gobernados, empresarios y trabajadores, todas las fuerzas vivas del país, se diría en la era priista. Aunque se lea feo y se escuche peor, urge se pongan de acuerdo nuestros gobernantes, los políticos, antes que las últimas mueran. Ojalá todos ayuden, a brindar una ayuda, una despensa, a construir la dichosa unidad.
Revolcadero
Cuando quiere, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador sabe negociar y prueba de ello es el convenio firmado este lunes con propietarios de varias cadenas de hospitales privados, entre ellos el San Javier. Don Santo Amlo, había estado “muele y muele”, parafraseando a los del reparto de la “Familia Peluche”, acusando por lo menos de corrupción los servicios médicos subrogados contratados por sus enemigos virtuales “los conservadores”. Hasta hace muy poco ese trato daba a los hospitales privados que hoy ofrecen la mitad de sus camas para atender a ciertos pacientes y parturientas por al menos un mes. Esa es una muestra de la voluntad que priva en buena parte de los empresarios por apoyar al país, a su gobierno y a los mexicanos a salir de la crisis por el Covid-19. López Obrador ha dicho que los hospitales no obtendrán ganancia. Que no hay fines de lucro al ofrecer sus servicios, la mitad de sus camas y equipo, que el gobierno pagará solo el costo del servicio médico a costos del Seguro Social. Que se trata de un acuerdo en donde todos ganan pues los hospitales del gobierno, IMSS, ISSSTE y militares, dispondrán de mayor capacidad al ponerse al servicio de potenciales contagiados del virus chino. Claro, a menos que haya mentido a los mexicanos en su mañanera del lunes y los hospitales privados cobren sus tarifas a clientes pudientes.****** La senadora por Sonora, Lilly Téllez dejó la bancada de Morena “por diferencias de criterios”. En diciembre pasado la Comisión nacional de Honestidad y Justicia pidió al coordinador de la bancada Ricardo Monreal separarla de la fracción dizque por no compartir los documentos básicos del partido. Y a mediados de enero, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó revocar su expulsión y reintegrarla a la fracción. A la ex estrella de la televisión mexicana todo le sucedió por no compartir criterios con los morenos en esa controversia por el aborto. Los morenos desdeñan la pérdida de una posición en el Senado de la república. Pero así se han desgranado otras mazorcas, la del PRI, la del PAN, la del PRD. ******* El martes se abrió una candente serie de una controversia bizantina, unos compartiendo la información del aumento de la CFE a su tarifa eléctrica para el sector doméstico y los morenos defendiendo el no aumento a las mismas. El debate es apasionado por tratarse de un aumento en plena contingencia nacional por el coronavirus que tiene sumida en una aguda crisis a millones de los hogares mexicanos por despidos, descansos sin paga y cierres de fuentes de trabajo. Al estilo del Layín de San Blas, los morenos se negaban por aceptar el incremento y acabaron por aceptar que pues sí subió pero poquito, un aumento mensual algo parecido a la inflación. Si había bajado el costo de la gasolina, aunado a la crisis económica, al desempleo, los mexicanos abrigaron el sueño de, si no condonar, un bimestre, al menos prorrogar el cobro. Pero no, nada de eso y aunque una fracción en centavos de peso, se subió. Sin duda, Bartlett es duro y no le tiene contemplación al pueblo buen y sabio. “No puede haber condonaciones, al contrario, tiene que haber un gran esfuerzo de la población (…) deben cumplir con sus responsabilidades con la CFE”, sentenció.