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Gerardo Sandoval Ortiz |

El triunfo o la derrota electoral de MC está en las manos de Arturo Dávalos

CONTEXTOS

El 2020 es un año determinante para el futuro inmediato de los políticos locales, la política y los partidos pues en el curso de los siguientes meses se definirá con claridad quienes serán los candidatos a contender en el proceso electoral del 2021.

Y el arranque del año ha sido caliente, con el presidente municipal, Arturo Dávalos Peña dando el sábado la voz de arranque al declarar en rueda de prensa que si su partido, el Movimiento Ciudadano, “si nos requiere, ahí estaremos”.

Las palabras a Dávalos se la arrancaron los reporteros en una improvisada rueda de prensa al final de un desayuno por el Día del Periodista.

Nosotros no asistimos a dicha celebración, pero por ahí un asistente nos había dicho que en cortito, el alcalde había confiado sus deseos de participar en la contienda electoral del 2021 y ser diputado local.

No disponemos de ninguna versión verosímil que nos indique que Dávalos ha hecho semejante confesión. Nos ahorramos consultarlo por saber de antemano que bajo ninguna circunstancia nos confesará sus intenciones reales.

Ahora, una ley sagrada de la política nos permita sostener que cualquier político en la situación de Arturo Dávalos no está en condiciones negarse a los dictados de su partido político. Fue sincera su declaración de esperar el llamado de su partido para ir a otra nueva batalla electoral porque nade más que él conoce la regla santa: No se trata de querer o no querer ser candidato; se trata de aceptar el mandato del partido, pues en este momento, el MC no tiene mejor carta que él.

Por decirlo en otras palabras, el MC mandará a Dávalos a competir por ser el perfil mejor posicionado, el aspirante con mejor aceptación popular y el que el garantiza al MC mejor rendimiento electoral.

En los primeros meses del año pasado, el dirigente estatal de Morena, Hugo Rodríguez Díaz vino a Puerto Vallarta y declaró que el partido de Andrés Manuel López Obrador tiene las puertas abiertas para Dávalos Peña. No fue una puntada. Los morenos han enfrentado en dos ocasiones en las urnas a Dávalos y han mordido el polvo. Saben y lo reconocen que lidera a un grupo político bien posicionado en la región y por eso es objeto de sus deseos.

El escenario político local pudiera registrar dramáticos reacomodos y para bien o para mal Dávalos y su grupo definirán el nuevo rumbo. La ficha de “las monitas” será el abogado Víctor Bernal Vargas, elegido por el grupo para suceder a Dávalos en la alcaldía, meta a lo que para acceder deberá librar con éxito una batalla interna y vencer al diputado local, Luis Ernesto Munguía González.

No deja de asombrar el hecho de que los naranjas vallartenses han convertido al resto de los partidos políticos, incluido Morena, en auténticos satélites que pululan en su órbita. El PRI prácticamente desapareció y sus militantes migraron al MC, en concreto, para abrazar la causa de Munguía. El PAN está peor, con una membrecía desinflada y sin credibilidad.

Bien, Morena es la única amenaza real al trono de “las monitas”. Pero esa amenaza no se halla en las urnas. Más bien son imágenes de una revuelta naranja que se observan en la bola de cristal, en cuyo fondo emergen formas color vinotinto. Son representaciones de una escaramuza dentro del MC que fractura, divide y debilita a los naranjas, de cuyo cisma surge fortalecido Morena.

Es decir, el eventual triunfo de Morena en la competencia por la alcaldía, más bien dependerá de lo terso o de lo violento del proceso de selección de candidatos en el MC. Hay futuristas de la política local que auguran un pronto rompimiento dentro del MC, una escena ya vista en pleno invierno del 2012 y estelarizada por personajes vigentes en la política vallartense.

Vale la pena apuntar que Dávalos y su grupo, también Luis Munguía, fueron de los protagonistas de aquel zafarrancho en el Partido Acción Nacional por la candidatura a la alcaldía. Brincaron del PAN y tomaron el MC para ganar las elecciones del 2012.

Los expertos creen ver condiciones para materializar una división del MC y si eso ocurre, se abre la puerta a un eventual triunfo de Morena.

Lo curioso es que todo depende de los propios militantes del MC. Si el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez insiste en meter la mano, acelerará la crisis de los naranjas.

Luis Munguía es un candidato artificial creado por Alfaro y guiado por Ramón “el mochilas” Guerrero Martínez. Es por estos dos que Munguía existe. Son “el mochilas” y el gobernador Alfaro quienes le dan vida artificial y si no es por ellos, estaría borrado del mapa.

En los siguientes meses deberá ocurrir un suceso histórico, el traslado del Seapal al control del gobierno municipal. Es un hecho de tanta relevancia que implica amarrarle las manos a Munguía y cerrarle algunas válvulas que le dan vida artificial a su proyecto. Apenas Alfaro recibió del anterior gobernador, el priista Artistóteles Sandoval, el control del Seapal, estructura, presupuestos, nómina, Munguía convirtió a la paraestatal en una agencia de colocaciones.

La “municipalización” del Seapal deberá incluir frenar el grosero manoseo político permitido y tolerado por el gobernador Alfaro en beneficio de Munguía. Se observa en este punto, otra razón de quiebre naranja. De ahí la importancia de tejer fino todo el proceso de transferencia, entrega-recepción, para que la fiesta concluya sin sobresaltos y en una santa paz naranja.

Aunque sabemos que hay algunas “piezas” deseosas de darle las gracias a Munguía y alinearse al equipo de “las monitas”. Entiéndase por “piezas”, empleados herencia de la administración priista, que buscaron y hallaron acomodo por la vía del pacto político con Munguía. Es decir, se asoman nuevos acuerdos y pactos, pérdida de apoyos a Munguía, y con tal de conservar la chamba, aventureros que abrazarán la causa de Víctor Bernal y le confesarán lealtad a Dávalos.

Revolcadero

Decíamos que el Partido Acción Nacional, aquí en Puerto Vallarta y en todo Jalisco, tocó fondo. Pues bien, desde hace dos o tres meses, su único regidor, Saúl López Orozco decidió buscar ser nuevamente candidato a la alcaldía. Técnicamente es una relección. Lo primero que se propuso es reconciliarse con la militancia que no acaba por ganar sus simpatías. Semanas atrás ya los volvió subir a su barco y les dio su paseo por la Bahía. Por ningún lado vemos que repetir al candidato el PAN levante su votación.********Por cierto, nos dicen que Otoniel Barragán Espinoza, aquel que fue regidor de 2012 al 2015, gracias a que el Partido del Trabajo lo propuso para ir en alianza con el Movimiento Ciudadano, tiene intenciones de volver a competir para un cargo de elección popular. El problema es que no “el tlatoani de oro” no terminó en buenos términos con el partido que aquí controla Corina Naranjo. Además, el PT esta mas cercas de Morena que del MC pero eso no es impedimento. Otoniel ha pedido otra oportunidad al PT y en esos coqueteos anda. Por lo demás, los morenos no ven con buenos ojos al empresario de ropa y artesanías, que ahora anda de agroproductor.******* En nuestra corta estancia en territorio Cora los últimos días de diciembre y los primeros de este año, nos llamó la atención saber que en las últimas semana se han multiplicado los casos de personas desaparecidas. Se trata mayoritariamente de personas “levantadas” por malosos, casos bajo sospecha de estar vinculadas a la delincuencia organizada. Por decirlo de esa forma, es un fenómeno visto hace unos diez años de éste lado del río Ameca. El vox populi de los paisanos dice que no hay casualidades ni coincidencias, que en un lento reacomodo de malosos, los de acá, extienden sus territorios y zonas de control. Que a eso responde, al fortalecimiento de esa presencia, “levantamientos” y desapariciones. Pero la verdad, quién sabe qué hay atrás de repentinas desapariciones que lo mismo ocurre en La Cruz de Huanacaxtle, Valle de Banderas, Tepic y rancherías del norte de Nayarit.