CONTEXTOS
El lunes, a temprana hora, Ramón Guerrero Martínez se reportó listo para asistir a la Sesión Solemne convocada protestar como otro miembro de los nuevos regidores de miembros del Ayuntamiento 2024-2027. Sin embargo, ya el mismo lunes, por razones nada convincentes, informó que desistía de ir con la excusa de aparecer enlistado en el Orden del Día.
La justificación de “el mochilas” para posponer su protesta de asumir la responsabilidad conferida por elección popular, aun sea plurinominal, más bien parece un ardid y un desdén al voto que le confiaron poco más de 25 mil vallartenses. No convence porque, para esa misma sesión de instalación, de última hora, añadieron algunos temas al Orden del Dia. Y que se sepa, no existió intenciones en la fracción mayoritaria de los regidores del PVEM de obstruir la participación del político oriundo de Ayutla.
Del lunes al jueves, si acaso se le pueden sumar tres días al gobierno presidido por Luis Ernesto Munguía González y desde la primera sesión formal, cuando se aprobaron los nombramientos del nuevo tesorero y secretario general, respectivamente Rodrigo Pérez Hernández Juan José “el chino” Velázquez Hernández, se evidenció la debilidad de los regidores opositores al gobierno de color verde. Si bien hubo un tibio cuestionamiento de una regidora, Micaela Vázquez Díaz, de inmediato se anuló y se apagó el intento de interpelar la propuesta de Rodrigo Pérez.
Este fin de semana, Ramón Guerrero atendió a un grupo selecto de amigos invitados las fiestas de su pueblo y festejando el cumpleaños de su pequeño hijo. No se habló de política, pero a uno o dos invitados les confió que estaba listo para presentarse a tomar protesta. El grupo de amigos regresó a Puerto Vallarta el lunes.
Sin embargo, también ya en esta semana circuló en un grupo de amigos en donde se observa a “el mochilas” en las instalaciones de un casino de Guadalajara. La imagen tiene una sugerente breve explicación del plácido estilo de vida justo en tiempos que bien pudo dedicar a servir a los vallartenses.
Bien, aclaremos primero que el hecho de alcanzar una regiduría de representación plurinominal y no de mayoría relativa, no desmerita al aludido no hace menos que otros miembros del cuerpo edilicio. El voto de un regidor de minoría tiene el mismo valor que el regidor plurinominal. La diferencia estila en que un regidor se limite a ser una opinión testimonial o que, por sus participaciones, se asuma como un regidor combativo. Entre un regidor levantamanos, que no debate, no cuestione y no refuta, y un regidor preparado y bien documentado, de gran talento parlamentario, si que habrá diferencias.
La fama negra que se ganó Ramón Guerrero cuando gobernó la ciudad, de octubre de 2012 a marzo de 2015, cuando pidió licencia para buscar una diputación, resultó ser un pesado lastre como se comprobó en esa última campaña electoral. Desde el gobierno estatal, dispuso de sobrados recursos y con un año de antelación se estableció de nuevo una ciudad para realizar una especie de campaña anticipada. Asi que no asombró a nadie cuando para fines del año pasado, otros aspirantes a la candidatura del MC desistieron o se apartaron para allanarle el camino y complacer el apetito político de “el mochilas”.
En este espacio reiteramos una y otra vez que si el MC imponía esa candidatura, daría el mensaje de renunciar a ganar y recuperar el gobierno de Puerto Vallarta. Ramón Guerrero gozaba de un doble padrinazgo. Era la propuesta del gobernador Enrique Alfaro pero también lo promovió el dirigente nacional y fundador del MC, Dante delgado Rannauro. El último, es su padrino político, pero también su padrino religioso. Dante Delgado es el padrino de bodas del “mochilas” en su matrimonio con una dama de Las Palmas. Con esas cartas-credenciales, el candidato a gobernador, Pablo Lemus distraído en sus propias guerras de sombrerazos para sacar su candidatura no puso objeciones.
“El mochilas” parece sentirse avergonzado al sentarse en una butaca más abajo del asiento del presidente municipal, Luis Munguía, a quien lo sobajó cuando fue un dócil y leal entre el 2012 y diciembre 2014, cuando se definieron las candidaturas para los comicios del 2015. Cuando en el debate organizado por el IEPC en el CUCosta, el sábado 4 de mayo, sorprendió a su viejo mentor político cuando le soltó dos o tres tirabuzones que lo descolocaron. Munguía le dejó claro esa vez que ya no era aquel regidor subordinado.
Empero, el menosprecio por la regiduría plurinominal es una simulación para ocultar una presión política que ejerce para adjudicarse una posición relevante en el gobierno de Jalisco. Pablo Lemus, a condición de ratificarse su triunfo en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, asumirá la gubernatura el 6 de diciembre y “el mochilas” aspira a mantenerse la posición dada por Alfaro.
Este último domingo pasado, Mirza Flores fue entronizada como nueva dirigente estatal del MC. Ramón Guerrero pretendió dicha dirigencia sin lograrlo. Después del domingo, apuntó a un empleo del más alto nivel y esa es una poderosa razón para despreciar la regiduría y ejercer presión al futuro gobernador.
El MC se agenció tres regidurías y además de “El mochilas”, tienen constancia Micaela Vázquez y Felipe Aréchiga Gómez. Pero este último, está lejos de un regidor que responda a las líneas naranjas. Este señor, un popular dirigente del influyente gremio de los taxistas, responde a las políticas de la CTM y su líder moral Rafael Yerena Zambrano. Si el de Ayutla, se hace a un lado asumiría esa tercera regiduría Irasema Dalila Castañeda. Es de suponer que entre esta dama y Ramón Guerrero, en el plan político, hay una abismo de diferencia. Si el MC requiere de verdaderos guerreros capaz de acorralar a Munguía, sin “el mochilas” mermaré el potencial de los regidores naranjas.
Es claro que el regidor sin protesta se conduce con pleno conocimiento de la ley aplicable a su caso. El artículo 12 de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco dice que “Nadie puede excusarse de ejercer el cargo para el que fue electo, sino por causa justificada calificada por el Ayuntamiento”.
Mas adelante, el artículo 14 establece: “El Presidente Municipal saliente debe convocar a los integrantes electos del ayuntamiento, para que se presenten el día 30 de septiembre del año de la elección a la hora que se señale en la convocatoria, y les debe tomar protesta de ley. Si el Presidente Municipal saliente no cumple con esa obligación, el Presidente Municipal entrante debe rendir la protesta de ley ante el resto de los integrantes electos del Ayuntamiento y a continuación, el propio Presidente debe tomar dicha protesta a los demás miembros del Ayuntamiento. (…) El Ayuntamiento debe iniciar sus funciones al día siguiente de que les fue tomada la protesta a sus integrantes. Los integrantes electos del Ayuntamiento que no se presenten en la fecha indicada, deben rendir la protesta de ley en la próxima sesión del ayuntamiento…”.
Existe una fracción última del último artículo y todo indica que en este contenido se respalda Ramón Guerrero: “Cuando se esté en el desempeño de comisión de representación del Estado, de cargo de elección popular o exista otra causa justificada, los ediles electos pueden rendir la protesta de ley dentro de los 90 días siguientes”.
Apelar a lo último, puede sonar hasta sospechoso ese supuesto de condenar al MC a renunciar a una de sus tres regidurías. O bien, pudiera ser que asista, tome proteste y enseguida solicite licencia hasta el último día de diciembre, lo que permitirá ocupar el espacio a la siguiente de la planilla del MC.
El MC no debería permitirle la desconsideración de quien fue su candidato a la alcaldía. Le resta toda la fuerza a la ya de por si menguada representación en el Ayuntamiento. En esos tres meses, de octubre a diciembre pero de 2021, Luis Munguía se perfiló hasta ganar los comicios de junio pasado. De ese tamaño es el valor de los tiempos que “el mochilas” esta entercado en despilfarrar.
Revolcadero
Entre los partidarios convocados de Luis Munguía a su evnto después de la protesta la media mañana del lunes en el Centro de Convenciones, varios comentaron la versión de que alcalde le habían lanzado el cebo a un familiar del ya ex regidor José Rodríguez González para abandonar Morena y unirse al PVEM. Que había de por medio un ofrecimiento de una chambita atractiva. Que en esa jugada movía también hilos el presidente del ejido Puerto Vallarta, Esteban García Aréchiga, a quien se le ha visto cortito a Luis Munguía. Un antiguo activista de Morena nos aseguró haber visto en el Centro de Convenciones a ese familiar el llamado “regidor chato”, que nos fue imposible verificarlo. Lo que si pudimos fue la presencia de al menos una media docena de “coordinadores” de sector, que a sangra y fuego defendieron la candidatura de doña Chuyita López Delgado. El grillerío incluyó el rumor de que una delegada municipal le solicitó muy amable a Munguía le permitiera continuar en su delegación.******* El caso de Andrés González Palomera tiene en ascuas a sus amigos, algunos de ellos ya acomodados en la administración. Andrés no acaba por definir aceptarle al alcalde Luis Munguía la invitación de coordinarle su gabinete de directores, pero apostamos que se acomodarán y el equipo verde retomará ritmo y rumbo. Eso si, dejar en claro que si bien Carlos Andolini Ruiz Hernández, “Litos”, apoyó a González Palomera en su gestión cuando fue director del Seapal, no es a él a quien le debe el encargo al frente del organismo operador del agua. El nombramiento de director del Seapal, previa consulta de su grupo de asesores, se lo confirió directamente Munguía. Recordemos que “Litos” ya desde la campaña electoral de 2021 apoyó a Munguía y por esos tiempos, González Palomera jugaba en otra cancha y en otro equipo.
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