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Gerardo Sandoval Ortiz |

El adiós al PRD y su historia en las contiendas en Puerto Vallarta

 

CONTEXTOS

 

 

 

En la penúltima elección local -la de 2021- Otoniel Barragán Espinosa le dio al Partido de la Revolución Democrática la pírrica suma de 559 votos, que no son muchos, pero suena a un montón comparados a los 277 del antepasado domingo 2 de junio. Esta la última competencia electoral, militantes y simpatizantes del Partido del Sol Azteca le dieron la despedido a un PRD que en la bahía se quedó en la “esperanza de México”, y si renace, lo hará sin sol ni el clásico bicolor amarillo y negro.

Cuatro semanas antes de la elección, el domingo 5 de mayo, el PRD, sin festejos, había cumplido su cumpleaños 35º. Sus figuras sabían que se aproximaban a su desaparición y se guardaron la fecha.

Junto a los históricos PRI y PAN, hasta hace muy poco tiempo el PRD era catalogado como no de los tres grandes protagonistas de las elecciones del país. En 2006, con Andrés Manuel López Obrador estuvo a centésimas de alzarse con el triunfo en las elecciones presidenciales. En 2012, con el mismo candidato se observó el declive y el buen olfato político de López Obrador le permitió ir en pos de una opción nueva hasta darle vida a Morena.

Si bien el PRD en las últimas elecciones apenas podía lograr cero, uno, dos o tres votos extraídos de cada urna en el municipio, vivió jornadas que brindaban oxígeno puro a sus simpatizantes. Sin embargo, este era un voto frágil y volátil que así como llegaba, se iba. En la elección celebrada en noviembre, 1997, Luis Fernando “el gorila” Famanía Ortega, un conocido médico de orígen priista, arrendó la franquicia, y fue el primero en armar una campaña electoral en forma.

“El gori” Famanía, hizo historia por ser el primero -de solo tres- regidores surgidos del PRD. Lo hizo al agenciarse la friolera de 3 mil 992 votos. Por aquellos años, se podía declarar victorioso a un candidato con poco más de diez mil votos.

Ya en 2012, otro destacado profesionista patasalada, el abogado Miguel Ángel Yerena Ruiz intentaba construir camino propio y halló condiciones óptimas para postularse por el PRD. Tito Yerena compitió contra Ramón Guerrero Martínez del Movimiento Ciudadana, Adrián “el archi” Méndez del PRI, partido que gobernaba la ciudad, y Humberto Muñoz Vargas del PAN. Fue una gesta del abogado Yerena alcanzar 6 mil 239 votos, la cual redituó la segunda de las regidurías que el PRD pudo ganar en Puerto Vallarta en competencias.

Sin embargo, desde la primera elección de la década de los 90, el PRD registró una puntual partición local. La Corriente Democrática del PRI unió a la dispersa izquierda y mutó al Frente Democrático Nacional. Juntos impulsaron a Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano. Para el 5 de mayo el 1989 se logró la fundación del PRD, fecha que hasta hará cosa de unos años ofrecía algún convivió en honor al partido de las tribus.

No son muchos los candidatos a la alcaldía que alcanzaron logros como para retener sus nombres en la memoria. Hubo un chaparrito, de la zona de Las Canoas, o Palito Verde o Caloso, Miguel Ángel Santos, que probablemente fue el último abanderado desligado totalmente del grupo Universidad.

Para 2000, cuando se postuló a Luis Martín Rodríguez Díaz, el partido estaba entregado al grupo de Raúl Padilla López. Los casi cuatro mil votos del “gorila” Famanía se redujeron a 934 votos (cifra que consta en archivos del órgano electoral del estado). Este fracaso desnudó a un partido que en Jalisco tenía dueño y mereció el repudio del elector a un partido secuestrado por una facción política, los dueños de la Universidad de Guadalajara.

En 2003 se presentó Rodolfo González Macías y en alianza con el partido que años después parió al MC, Convergencia, se aventuró con un escandaloso resultado. Pese a traer millonaria obra pública, el programa Solidaridad, cuando por el PRI fue alcalde de González (1992-1994) no supo granjearse el apoyo ciudadano y se ganó un repudio generalizado reflejado en los 1 mil 660 votos que le regalaron.

Al PRD le funcionaron candidatos nacidos y bien paridos en el puerto, la frase acuñada por Humberto Famanía Ortega, otra mítica leyenda de la política local que del PRI probó suerte en el PRD. En 2006 Heriberto Sánchez Ruiz tocó puertas y se hizo de la candidatura. Logró cuajar la alianza PRD-PT y para asombro de muchos, el médico ya fallecido se hizo de 8 mil 353 votos. Fue el segundo de tres regidores.

En la elección de 2009, Maximiliano Lomelí Cisneros, un abogado hecho y derecho ligado al Grupo Universidad, sacó la casta y pese a ofrecer una planilla de figuras de mucha presencia en la ciudad, no fue bien recompensado por el electorado. Sus 2 mil 861 votos no fueron suficientes para ganar la regiduría plurinominal.

Ya exploramos la aventura de Tito Yerena en 2012.

Para 2015, el arquitecto Jorge Ignacio Chavoya Gama fue sacado de las aulas del CUC y enviado a la campaña por la alcaldía. Fue desagradable conocer que al final de la jornada electoral computó apenas 694 votos.

Aunque en 2018 el PRD superó la cifra mágica del millar de votos (1,022) debió tan desalentador para su candidato, Hernán Carmona Muñiz.

En 2021, el “grupo universidad” ya tenía partido propio pero le impusieron candidato y lograron para Hagamos 2 mil 976 votos. Si pensaron que el proyecto avanzaba, se equivocaron. Este domingo 2 de junio, esa cifra mermó hasta caer a 1 mil 935 votos.

PRD, ya libre de la influencia del padillato, pudo competir en los dos últimos procesos, pero ya estaba herido de muerte no se pudo recuperar. Este lunes el INE le notificó la pérdida de su registro al no alcanzar el mínimo tres por ciento en la elección presidencial ni por separado en el conteo de senadores ni diputados federales.

 

Revolcadero

 

Contrario a lo que se pudiera pensar, hubo tiempos que se creyó el Partido de la Revolución Democrática, era realmente el “partido de la esperanza” para los vallartenses. Mas sin embargo, los ciudadanos desencantados del bipartidismo del PRI y del PAN no se sintieron cómodos con las propuestas, pero sobre todo, al destino le asustaba la imagen de un partido violento y sin estabilidad interna. La elite nacional del partido asociada en tribus vivía encarnizadas reyertas por el reparto de candidaturas y también por las riendas del partido. El PRD jamás pudo sacar sin sobresaltos una elección interna, que generalmente acababa en cansados litigios. En Jalisco, las figuras del partido se fueron extinguiendo desde el momento que se tornó en franquicia propiedad del grupo universidad. Cuando personales de la talla de Gilberto Parra Rodríguez desaparecieron, sin contrapesos al interior, el PRD se fue en picada. El virus contaminó a los doctrinarios de la izquierda vallartense y muy pronto se borró la huella de amigos como Juan Moreno Ramírez, Víctor Tovar Tejeda, Toño Gutiérrez, uno de la familia Cornejo. Ni siquiera cuando otro ex alcalde, Aurelio Rodríguez Garza y un puñado de figuras locales se incorporaron al partido a mediados de los 90, se pudo consolidar el PRD.****** Hoy transcribiremos lo sustancial del contenido de un escrito que nos ha hecho llegar una lectora básicamente por revelar que Magali Fregoso Ortiz apunta a la dirección del Sistema Municipal DIF. Solo nos reservamos ciertos calificativos por respeto a la aludida. Que tome nota del contenido el o la interesada: “Los del verde ya andan muy subidos y mareados; ayer martes 11 de junio estudió en el DIF Vallarta, la señora Magaly Fregoso junto con otras personas y pidió que le dieran un recorrido por las instalaciones que eran indicaciones de Luis Munguía que ella será la directora del DIF, ella ya fue presidenta de ahí y la gente no la quiere pues siempre se portó muy (…) grosera además de qué todas sus cuentas personales las pagaba de la administración y se clavó dinero de la campaña de Oxxo, mi tía trabaja ahí y nos dice que fue muy incómodo verla ahí; lo que es extraño es que porque van a las dependencias si aún no le han dado la constancia al presidente ni nada; es una grosería y falta de respeto de los verdes; además que empezó a decir en su recorrido que iba a correr a varios que ya trae una lista. La señora anda muy mareada ya, solo ha pasado una semana de la elección y ya se están atreviendo a hacer sus dagas sin ser gobierno…”. Nos guardamos un párrafo pero todo está dicho en el extracto de arriba.****** Nos atreveremos también a piratear el análisis y estudio que de los cómputos que arroja  las elecciones plantea el abogado Miguel Ángel Yerena Ruiz. Escribió. “No somos matemáticos pero los números que arrojó la suma y votación obtenida por cada candidato, es de cada uno de los secciónales del 1934 al 2002, siendo bajo el Orden siguiente: 1.-Luis Ernesto Munguía González, 49,879; 2.-Yusara Canales 34,115 que obtuvo en coalición del verde 12,559; Morena 17,157; PT 1,191; Futuro 1768 y Hagamos 1440., 3.-Ramon Demetrio Guerrero Martínez, 33,546; 4.-Bruno Blancas, 31,595; 5.-Chuyita 24,137; 6.-Magali Fregoso, 26,974; 7.-Yésica Rocío Zatarain, 22,540; 8.-Pablo Lemus, 21,352; 9.-Diego Franco 16,427; 10.-Gerardo López, 12,751; 11.-Sandra Quiñonez 12,625; 13.-Melissa Madero 4,882; 14.-Magui Quintero 4,589; y 15.-Raul Blancas 4,331”. Al final, como para hacer el hilo, deja un añadido: “Existirán muchas opiniones encontradas. En política no hay Muertos y los resultados arrojados indican qué hay mucho futuro en los mencionados. Excelente tarde. Cualquier error existente una disculpa”.

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