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Gerardo Sandoval Ortiz |

De las lecciones e historia para el PRIAN en resultados electorales

CONTEXTOS

 

 

En los comicios de 2012, el Partido Acción Nacional a duras penas logró colar a dos regidores por la vía plurinominal: Humberto Muñoz Vargas y Jesús Anaya Vizcaíno. En ese mismo proceso electoral, el PRI se levantaría con dos regidores de su color, Adrián Méndez González y Jessica Yadira Guerra Yerena, y una tercera posición, Agustín Álvarez Valdivia, pintado del aliado el PVEM.

Aquellos comicios marcaron el rumbo definitivo que aproxima a la extinción local de los dos partidos que marcaron los destinos de nuestro destino turístico de fama mundial. Los 36 mil 647 votos de “archi” Méndez del PRI aliado al PVEM (34.67%), y también los 17 mil 537 de Muñoz Vargas (17.06%) son una hombrada ya imposible de alcanzar esas cifras.

Después de estas elecciones, en Puerto Vallarta, el PAN y el PRI se desdibujaron y la decadencia es tan monstruosa que juntos y unidos a ellos una tercera fuerza política, el PRD, apenas no pudieron alcanzar la votación mínima para aspirar a una regiduría plurinominal.

La fracción IV, párrafo 1 del artículo 15 del Código Electoral establece obtener como mínimo el 3.5 por ciento de la votación total para hacerse de una regiduría en cualquiera de los 125 municipios de Jalisco. Por ahí hay dos fórmulas matemáticas, la del cociente natural y resto mayor, que consta en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, pero no nos meteremos en esas aritméticas para no hacer enredos. Quedémonos que juntos, PAN-PRD-PRD no alcanzaron juntos el 3.5 por ciento de los votos emitidos el domingo 2 de junio y eso es una calamidad.

Recordemos que hasta 1989 el PRI era el partido único y hegemónico en Puerto Vallarta y en la mayor parte del país. La oposición se limitaba a una participación testimonial en cada una de sus participaciones en una contienda electoral local o federal, por la presidencia de la república, gubernatura o gobiernos Municipales

En las elecciones de aquel lejano 1989, Acción Nacional ganó la primera gubernatura con Ernesto Ruffo Appel. En esa hazaña le arrancó el gobierno de Baja California a su hoy aliado, al PRI.

Y aquí en Puerto Vallarta, el PAN por primera vez ofreció una férrea oposición al tricolor, un PRI que ya empezaba a sufrir el repudió de los electores patasaladas. Para los comicios celebrados a finales del1988, el PAN postuló al ingeniero Humberto Jiménez Rosales. El ingeniero y el empresario Ismael Macías Garibay y Olivia Pérez de González, fueron los tres primeros regidores del PAN, partido que para los comicios de febrero de 1994 se alzó con el y triunfo en las urnas y el empresario Fernando González Corona sería el primero de tres alcaldes “de sangre azul”.

En las elecciones de 1992, el PAN nominó al notario público número 3, Guillermo Ruiz Vázquez y fue vencido por Rodolfo González Macías. Los panistas alegaron fraude electoral y pasearon un ataúd negro por el malecón sin llevar a tribunales la acusación. Los conocedores hasta hoy mantienen la sospecha que los el panismo doctrinario negoció desistir y aceptó el triunfo del PRI. Víctor “el vaquero” Pérez, enviado de Tepic por el PRD, siempre nos afirmó haber atestiguado el pacto entre priistas y panistas en un café en la zona de la Playa de los Muertos.

A Don Guillermo Ruiz Vázquez, Ignacio Guzmán García y Aurea Torres de Applegate, sería la segunda camada de regidores de representación proporcional por Acción Nacional. Sin embargo, aun en los estándares locales, aquellos 9 mil 488 votos del PAN de 1992 hubieran bastado para ganar la regiduría que hoy no pueden adjudicarse en las urnas. Y si le sumamos 12 mil 189 estarían en posición de competirle en votos a Morena y al MC.

De 1995 hasta del último día de diciembre de 2003 el panismo vivió la bonanza y dolorosamente fue en esos nueve meses cuando cayeron tentados por la voracidad y la glotonería los envileció. Pedro Ruiz Higuera tomó fama de gobernar la ciudad desde la cantina. Su esposa Mayra, presidenta del DIF posaba para fotos en los verdes y amplios jardines con el infame Thomas White, en la Casa Blanca o en “la casa de la iguana”, allá por Mismaloya. El ala derecha del panismo se apoderó del partido y al deceso del carismático Rodolfo Domínguez Valle un mes de la elección, se apoderaron de la candidatura y solo así pudo ser presidente Pedro, uno de los hijos del notario Ruiz Vázquez.

David Cuevas García, el que hoy tiene las riendas de la CPS de Fernando González Corona, quien se desempeñaba como alcalde, los tildó de caníbales, luego del “kristalazo”, cuando el PAN Jalisco vino a imponer a Pedro Ruiz Higuera, dos o tres semanas antes de la elección que si nuestra memoria esta altiro se celebró un domingo 9 de noviembre. Entonces, con el panismo doctrinario vino la decadencia total del PAN.

Al final de su gobierno Pedrito, se ganó la fama de ser el pero presidente municipal en la historia de Puerto Vallarta, la misma fama de Efrén Calderón Arias cuando le cedió la estafeta a González Macías, y más reciente al último munícipe del PRI, a cada uno de los tres priistas, Gustavo González Villaseñor, Javier Bravo Carbajal y Salvador González Reséndiz. Los priistas y panistas nos acostumbraron a ver a la gobernante en turno al peor de la historia, lo que bien pudiera significar una explicación del monumental repudio que el elector vallartense, en casi todos los estados de la república, y en general, en todo el país.

Entonces, el PRI y el PAN fueron los protagonistas de las primeras escaramuzas locales. Ellos dos se hacían picadillo en cada campaña. Las primeras acusaciones de asociar a políticos con la delincuencia organizada, fue teniéndolos a ellos de protagonistas. Por ejemplo, en cada “miércoles ciudadano” los priistas se le plantaban frente al despacho de González Corona con cartulinas con ese tipo de contenido. Y años después, ahí estaba González Corona marchando de la mano con esa clase de priistas, una vez para defender a González Reséndiz y sus obras.

Simplifiquemos los números de ambos partidos desde la elección de 1992, cuando juntos el PAN y PRI sumaron 22, 037 votos. Hoy, en la elección del domingo 2 de junio, apenas sumaron 4,312 votos. De estos, el PAN aportó 3,005 y el PRI 1,307. De esa magnitud es el ocaso que viven panistas y priistas. Aquí en el municipio ya no parece haber medicina que cure heridas de muerte. Lo grave es que, a nivel nacional el panorama tampoco es optimista.

 

Revolcadero

 

Revisemos cifras de resultados electorales que del PAN y del PRI en las últimas tres décadas. Ya establecidos que en 1992

1992, juntos alcanzaron 22,037 votos, 9,848 del PAN y 12 189 del PRI. Si tomamos los 24, 137, el total de votos que obtuvo Morena en la elección de este domingo 2 de junio, nos puede servir para tener una idea clara del y tamaño de la caída de los dos partidos. Analice con detenimientos los votos de los comicios de cada año:

Para 1995, el PAN logró 24, 702 y el PRI 14, 966.

1997: PAN, 18,082 y el PRI, 15, 120

2000: PAN, 23,062 y PRI 18, 671

2003, PAN 22772 y PRI, 33, 233

2006: PAN 28, 334 y el PRI 33,034

2009: 32,173 y el PRI 36, 820.

Sin cifras oficiales del Instituto Electoral y de Participación Electoral que están al alcance de cualquier interesado en hacer consultar. Para el 2012 llegó la etapa del Movimiento Ciudadano que con Ramón Guerrero Martínez borró del mapa electoral a panistas y priistas. Si hay tiempo, quizá en la semana siguiente hurgamos a las cuentas que entregó “el mochilas” y el ingeniero Arturo Dávalos Peña y ofrecimos nuestras observaciones. ******* Esta semana trascendió de la supuesta pensión de la regidora por Morena Sara Mosqueda. Si es cierto, esta sería de una pensión mensual con sueldo de regidora, 92 mil pesos mensuales. Mas allá de ser cierto o ser falsa la versión, tiznada ya esta la regidora. Ocurre que las llamadas “pensiones doradas” son apenas una de las muchas razones para la degradación total de panistas y priistas. Esta el caso del Adrián “el archi” Méndez, candidato del PRI a la alcaldía en 2012 y que como regidor en el trienio 2012-2015 al final se pensionó con ese mismo sueldo. El gobierno de Enrique Alfaro intento detener las “pensiones doradas” pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que su propuesta de reforma es inconstitucional. Es que panistas y priista se engolosinaron con esas pensiones y entre ellos destacan: Roberto “el chino” López Lara, que fue secretario general de gobierno de Aristóteles Sandoval que cobra 149 mil 988 pesos mensuales y Alfredo Arguelles pensionado con 110 mil 246 pesos mensuales. Y en lista de por pensionarse, se halla el polémico ex magistrado Armando García Estrada que si la cuaja, tranquilamente recibirá en sus cuentas casi 130 mil pesos cada mes. Pero también está en lista nuestro viejo conocido Juan Carlos “el patón” Márquez, hijo predilecto del “barrio Alpes” y asiduo a las canchas del parque Los Venados. “El Patón” hizo pininos en el PRI, saltó al PAN y junto con otros panistas vive la jauja del MC. ******* Por cierto el gobernador Enrique Alfaro amenazó otra vez con sacar sus canicas naranjas del MC. Ya lanzó su amenaza de oponerse a que el derrotado candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez se queda al frente del partido. Que está dispuesto a romper con la dirigencia nacional si se salen con la suya y le imponen ese modelo de banalidades. Alfaro siempre ha demostrado sus desacuerdos con la campaña de los “fosfo fosfo” y “los destapes con cerveza y las despedidas con rímel”. Afirma que esa campaña diseñada en el norte fracasó en la campaña presidencial pero que respeta a Máynez.

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