CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
En pleno lunes 15, un grupo de militantes de Morena mostraron el frenesí con el que se erigieron en celosos guardianes y censores, capaz de consentir quienes sí y quienes no tienen derecho a las candidaturas de ese partido.
Y también ese lunes de quincena, un ala del Movimiento Ciudadano vivió momentos de agitación y euforia, reunidos en un rancho propiedad de Diego Franco Jiménez. El anfitrión fue el centro de todas las miradas, de las atenciones y receptor de los aplausos, las vívas y las porras.
No es casual que en el MC y en Morena se anticipen movimientos políticos y sus bases fijen posiciones para uno u otro aspirante. Se vale decir que son los partidos de moda, los que han desplazado a los poderosos PRI y PAN. En los primeros hay exaltación y en los segundos perturbación y desconcierto.
Por el discurso planteado del grupo de morenos que llamaron a cerrar filas, les cabe la definición de ser sectarios. Es el ala dura del morenismo. Pablo Ruperto Gómez Andrade fue el que le puso el cascabel al gato y mencionó por sus nombres a aquellos aventurados “aspirantes” a la alcaldía. El profe Ruperto es un hombre de la izquierda tradicional, que del PRD saltó a Morena desde la fundación de éste movimiento. Dijo que él y los suyos se reservan el derecho de admisión a personas o grupos que no tienen identidad partidista.
Celar la identidad partidista y clamar por la identidad de los postulados del partido no necesariamente refuerza el compromiso de la militancia. Hacer las veces de un cancerbero, más bien es una forzada posición que aleja al partido de la pluralidad. Si mal no recordamos, Morena nació con la premisa de ser un partido donde cabían las más diversas ideologías y opiniones. El partido se armó con una pedacera y ese ha sido si riqueza. Tantos caben en ese partido que hubo espacios para lo más rancio del priismo. Ejemplo de ellos es Manuel Bartlett Díaz.
Semejante obcecación de la militancia sectaria más bien los asemeja a aquel Partido Acción Nacional que borrachos por sus triunfos nacionales, estatales y municipales, acabaron por cerrar sus puertas a la ciudadanía y tuvieron la peor de las consecuencias, fueron echados de los Pinos, cayeron en desgracia, perdieron la confianza del electorado y la debacle los acecha en cada elección.
El profe Ruperto hizo sus menciones. Citó al ex rector del Centro Universitario de la Costa, Javier Orozco Alvarado, al ex dos veces regidor, independiente y por el PRI, Francisco Sánchez Peña, a Carlos Arceo Real, Juan Carlos Calderón Ibarría y a Humberto Famanía Ortega. En solo cinco personas, están representados un mundo de simpatías y un universo de aversiones.
Pueden ser de nuestras simpatías o repulsiones, uno o todos los nombres de Ruperto Andrade. Sin embargo reprobados el despropósito de su discurso. Morena y todos los partidos políticos fijan reglas y tienen sus estatutos y es bajo ello que establecen requisitos para determinar quién si y quienes no pueden ser considerados candidatos. No nos imaginamos que baste se reúnan dos o tres militantes y asignan ellos las candidaturas.
Ahora, la posición de los morenos que el lunes posaron para la foto debe considerarse como una mera presión a su propio partido en defensa de intereses personales o de grupo. Es notorio que el activismo de otros ataca la inanición de quienes por ser fundadores, exigen inexistentes derechos de antigüedad en el reparto de candidaturas.
Los doctrinarios de Morena debieron sentir que al asomarse el nombre de Humberto Famanía Ortega obtiene forma la quintilla de invasores. Todos ellos juntos son una amenaza para los amodorrados morenos y antes de perder sus privilegios enseñan garras y afilan sus uñas.
Nos resulta de lo más natural las agitaciones de los morenos vallartenses. Traen en sus genes la rudeza y su trato áspero a su mundo exterior. Tal vez por ello los jaliscienses, los vallartenses, la conservadora zona del bajío les responde con rechazo.
Pero los naranjas y adversarios de Morena, la noche del mismo lunes vivieron un rato de júbilo. Se reunieron en el rancho de Diego Franco, allá en los límites de las colonias Brisas del Pacífico y 12 de Octubre. Fue patente que estaban deseosos de procurar trascender el encuentro. En unos cuantos minutos, poco antes de las diez de la noche, recibimos tres llamadas de asistentes. Nos decían que hubo unos 200 “invitados”. Otro informante ubicó entre 100 y 200 personas, que todos del equipo de Franco en Servicios Municipales.
Por la línea telefónica se escuchaba euforia de nuestros interlocutores. Nos decían que estaba ahí los operadores políticos del grupo de Arturo Dávalos. Sin embargo, preguntamos y obtuvimos nombres de importantes ausentes. No estaba la regidora Guadalupe Guerrero Carvajal. “Es que no es reunión del partido, es del equipo de Servicios Municipales” trató de componer informante. Nos dieron otros nombres: Santiago Centeno “aquí está”; también el tesorero municipal Ricardo René Rodríguez Ramírez.
Ignoramos quienes convocaron y quien se hizo cargo de palomear la lista de invitados. Tampoco acudió Arturo Dávalos y figuras importantes de su equipo de trabajo como Sara María Chávez. En cambio, Guillermo Salcedo Contreras estaba exultante.
Este lunes 15 de junio se dio la voz de “arranque de campaña” de Diego Franco. Es oficial el desplazamiento de Víctor Bernal Vargas. A muchos vallartenses le es difícil creer este desenlace. Los escépticos no confían en la apuesta hecha por el alcalde y su grupo. Los reunidos la noche de lunes en “el rancho de las gallinas prietas” recibieron con júbilo al “candidato sustituto”. Nos dicen conocer a Franco y aunque en bruto, es un diamante de muchos kilates. Dentro del MC alineado a Dávalos han aceptado el relevo y nadie disiente.
El activismo lunático de los morenos, a diferencia de los naranjas, trae algo de carga negativa. El posicionamiento de los radicales no une, divide en Morena. Ellos no alcanzan a asimilar el potencial de los recién llegados. Es errónea la lectura de llegar a desplazarlos. Todos llegan a cubrir los espacios vacíos que por cierto en Morena es sobrado el espacio por llenar.
Revolcadero
El nombre del contador Humberto Famanía Ortega en la lista de los precandidatos de Morena a la alcaldía es digno de dedicar algunas líneas aparte. Es un declarado promotor de Puerto Vallarta, autodefinido como un vallartense de los bien paridos. No es un improvisado en esto de la política ni en el servicio público. Toda su vida ha presumido haber sido del equipo de Guillermo Rossell de la Lama cuando este fue gobernador de Hidalgo, hace ya casi 40 años. Regresó a Puerto Vallarta con el sueño de ser un día alcalde y con esas ilusiones toca las puertas de Morena. Alguna vez fue vicepresidente municipal, al lado de Rodolfo González Macías. Cuando el PRI se derrumbó, él abandonó el partido. Un tiempo fue simpatizante del PAN e inclusive desempeñó algunos cargos municipales y hasta director de Comunicación Social. Sus amigos lo llevaron al PRD y justo cuando Andrés Manuel López Obrador, era dirigente nacional consiguió para su hermano, Luis Fernando la candidatura a alcalde. La vía fue la imposición. Alguna vez se puso la camiseta del partido Convergencia por la Democracia, el partido madre del MC, nacido en julio del 2011. Se diría que tanta experiencia y una trayectoria inmaculada, guadalupano rayando en el fanatismo, ningún partido lo rechazaría. Los morenos vallartenses, los radicales si se atreven a darle portazo a un vallartense bien partido.******* Algunos ciudadanos han hecho airados y públicos señalamientos por trabajos de maquinaria pesada en el Río Pitillal. El gobierno federal informa que no hay nada de ilegal, que se trata de trabajos preventivos a desastres naturales y que tanto la Conagua como la Semarnat han dado oportunamente la autorización. Hay desconocimiento en cuestiones a veces tan cotidianas como la facultad de la Comisión Nacional del Agua para otorgar permisos de explotación de material de construcción, grava, arena, piedras). Las cribas por ejemplo hacen ciertos bienes al extraer el material y desazolvar los ríos para dar mayor fluidez a las corrientes de agua y así prevenir inundaciones. El reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, invocada por el gobierno municipal cuando desde el año pasado tramité permisos permite obras y trabajo con fines preventivos ante riesgos de un desastre. De acuerdo a los permisos, los trabajos de desazolve no generan ningún impacto ambiental. Recordemos que David Cuevas García, alcalde de 1997 al 2000, cambió el curso del río del puente de la calle Francisco Villa hasta donde hoy es Fluvial Vallarta. Lo “enderezó” casi en línea recta y le quitó la “curva”. De esa forma la corriente fue más fluida rumbo al mar y disminuyó el poder de las crecientes.*******La Riviera Nayarit se declara lista para dar la bienvenida a los viajeros nacionales e internacionales, cumpliendo con los protocolos y medicas de salud ya establecidas por las autoridades federales y estatales. Ya se inició la fase de reactivación económica del sector que mueve a Bahía de Banderas y desde este pasado 15 de junio ya varios hoteles, restaurantes y otros negocios del sector han sido autorizados para reanudar actividades. Por lo menos eso informa el director de la Oficina de Visitantes y Convenciones, Marc Murphy. Al destino ya tiene en su haber el certificado Sello de Viajes Seguros que otorga el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, con sede en Londres.