Aquellos que tenían licencia de restaurante-bar lo utilizan para volver a operar, pero deben restringir a tres las bebidas etílicas por parroquiano
Desesperados por la situación que enfrentaban después de cuatro meses de permanecer cerrados por la emergencia sanitaria del coronavirus, propietarios de bares y cantinas, comenzaron a reabrir en diferentes zonas de la ciudad, sin embargo al ser uno de los giros que todavía no se autoriza que abran, ahora ofrecen comida a sus parroquianos antes de servirles un trago.
Con lo que intentan poder subsistir en lo que pasa la pandemia por el Covid-19, dependiendo del local y ubicación, pasan de cantinas o bares a cocinas económicas o restaurantes como actividad preponderante. Eso sí acompañando los alimentos con aperitivos etílicos.
Porque en los bares y cantinas, incluidos algunos antros, aunque operaban preponderando la venta de bebidas alcohólicas sobre los alimentos, obtuvieron sus licencias como restaurante-bar, declaró al respecto, José Juan Velázquez Hernández, director de Inspección y Reglamentos.
El funcionario confirmó que algunos bares y cantinas han decidido dar un giro a su actividad preponderante con base a la licencia de restaurante-bar. Pero deben sujetarse a los protocolos sanitarios establecidos para los restaurantes y que así lo cumplan funcionando como tal.
Además que como en ninguno de los decretos estatales y federales durante la contingencia sanitaria se ha contemplado la llamada Ley Seca, ajustándose a la licencia de restaurante-bar, si pueden vender bebidas etílicas a los comensales.
No obstante, enfatizó que no pueden comercializar solo bebidas alcohólicas, si no expenden también alimentos a los clientes.
Velázquez Hernández, precisó que se emitió a esos bares y/o cantinas que variaron el giro preponderante, que deben limitar la expedición de tragos a tres junto con los alimentos, como aperitivo ya que más de esa cantidad ya sería para embriagarse.
Reiteró que deben tener la licencia de restaurante bar, ya que sí carecen de ella o solo tienen la licencia de bar, no pueden todavía reanudar actividades. Porque de lo contrario serán clausurados como los 19 bares clausurados en lo que va de la pandemia.
Así en diferentes puntos de la ciudad, se pueden encontrar de nuevo abiertos a centros botaneros o bares que según la zona es el tipo de comida que ofertan. Algunos en plato fuerte es mayor porción de las botanas que tradicionalmente manejaban para acompañar los tragos de los parroquianos que acudían a sus lugares.
Otros de plano se han metido de lleno como taquerías o cocinas económicas, u ofrecen mariscos, carnes asadas y alitas, sin faltar otros que están abriendo sus puertas con comida para llevar.
De esta manera, los propietarios de cantinas y bares intentan sobrevivir durante la pandemia.