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José Fernando Ortega |

Advierten síntomas de “masificación” turística en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas

En Puerto Vallarta y Bahía de Banderas se deben tomar acciones porque ya empieza a asomarse el problema de la masificación como destino turístico, advirtió Marc Murphy, consultor y ex director de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Riviera Nayarit.

Consideró que se trata de un tema crucial para el turismo y los territorios donde se desarrolla, puesto que cualquier destino que se jacte de ser exitoso debe mantener un crecimiento en términos de llegadas de turistas y gasto turístico. Cuando el número de visitantes sobrepasa la densidad de un destino, se trata del fenómeno llamado “masificación”, que a la larga genera efectos negativos a nivel social, económico, cultural y medioambiental.

Indicó que la mayoría de las veces los diferentes actores que conforman el universo turístico no son conscientes de la delgada línea que separa a un pequeño pueblo paradisíaco -con una riqueza natural de gran valor- de una metrópoli donde se concentran miles de autos y personas.

“Sin embargo, sí hemos sido testigos de cómo algunos destinos han sido víctimas de su propio éxito. Ejemplos a nivel mundial los tenemos en lugares como Barcelona, París, Roma y Venecia, en Europa, y en menor medida en Nueva Orleans y Nueva York, en Estados Unidos, ciudades que registran una sobredensidad de visitantes, lo que ya está provocando el rechazo de la población local hacia estos, dando pie a otro fenómeno social: la turismofobia”.Refirió que en México destaca el caso de Acapulco, que de ser el destino más importante del país a nivel mundial en las décadas de los 70 y 80, se convirtió de pronto en un lugar en el que solo quedan recuerdos de su opulencia, y por el mismo camino va Playa del Carmen, en Quintana Roo; y más cerca de nosotros Sayulita, en la Riviera Nayarit, donde el turismo es un fenómeno omnipresente.

“Si bien el fenómeno de la masificación en el mundo no es nuevo, sí es algo que se ha intensificado en la etapa postpandemia, ya que lo que está ocurriendo es un regreso, deseado por muchos, a lo que teníamos antes, a atraer a miles o millones de visitantes aunque sea una total incongruencia con los valores de sustentabilidad con que se promocionan los destinos”.

Apuntó que los números de la Organización Mundial del Turismo (OMT) dan una idea de la dimensión del problema: actualmente hay más de 1400 millones de viajeros al año circulando por el mundo y se espera que en 2030 sean 1800 millones, cifras realmente impresionantes si tomamos en cuenta que, según la misma OMT, en el año 2000 solo había 674 millones de viajeros.

Marc Murphy advirtió que es un hecho que la masificación turística no va a desaparecer y puede que se intensifique, especialmente porque el viajar, el ocio y el disfrute se han convertido en un derecho universal, entonces el reto para los operadores turísticos es lograr un equilibrio.

“No hay que olvidar que los mismos viajeros están buscando destinos menos turísticos, más seguros, naturales, y gestionados de manera más positiva para la comunidad local. Debemos pensar menos en el presente y más en el futuro. Anticiparnos a las consecuencias de no saber gestionar el crecimiento turístico en los destinos de esta región del Pacífico, donde el problema ha comenzado a asomarse. Aún estamos a tiempo”.