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Gerardo Sandoval Ortiz |

A Navarro Quintero: dime de qué presumes y te diré de que careces en la seguridad en tierras coras

CONTEXTOS 

 

 

Con la convicción de que “Nayarit es invencible” el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero rindió el viernes pasado su Tercer Informe. Sus acciones “han logrado cambiar la vida de las y los nayaritas”. Días antes, en un spot promocional escuchado en toda la entidad se hacía alarde: “La seguridad en Nayarit es invencible bajo el liderazgo de Miguel Ángel Navarro”.

Pero ese mismo viernes 11 del mes en curso, las huestes del gobernador cora arrinconaron a quienes osaron en alzar su voz y con cartulinas clamar por el accionar de Navarro Quintero y saliera en defensa de cientos de desplazados por la violencia en la zona rural del serrano municipio de Huajicori. Contrario al estribillo promocional, a quienes le pidieron auxilio el gobernador y sus huestes los acorralaron al otro lado de los arbustos del parque Juan Escutia hasta invisibilizarlo y acallar sus desesperados llamados.

No hallamos a que se refirió Navarro Quintero al presumir “acciones que han logrado cambiar la vida de las y los nayaritas”. Si volvemos la vista las comunidades de lo más alto de la sierra Madre Occidental, en sus colindancias con Zacatecas y Durango y Sinaloa, pues si, la violencia tolerada por el régimen de gobierno, los obligó radicalmente a modificar su ancestral modo de vida en sus comunidades originarias.

Entre amigos y periodistas del norte de Nayarit, la tarde de este lunes 14 de octubre, circuló la dramática solicitud de Nadia, apelando a la humanidad de quienes se llevaron al señor Humberto, un comerciante de abarrotes de Santa María de Picachos, lo regresen con vida. “Soy de Picachos, de la tienda. Ustedes se llevaron a mi hermano, nadie de mi familia esta involucrado, él es inocente, suéltenlo, por el amor de Dios, mi hermano no ha hecho nada. Por favor”, publicó Nadia.

De acuerdo a las versiones de los pobladores de aquella región, la tarde del pasado lunes un grupo de pistoleros armados de la facción llamada Operativa MZ sacaron de su negocio en Santa María de Picachos y se lo llevaron con uso de violencia. Los familiares sostienen que el señor no tiene ningún antecedente con grupos criminales y es una víctima colateral de los enfrentamientos que por meses se libra en la zona serrana de Huajicori.

Si algo distingue al gobernador Navarro Quintero es su desdén por la tragedia que viven cientos de familia de Huajicori, Acaponeta y Del Nayar. Por años invisibilizó a las etnias de las partes altas de la entidad, donde conviven tepehuanos, mexicaneros, coras y huicholes.

Para mediados del mes de septiembre, amigos y familiares tenían un estimado de que rondaba el centenar de muertos. Por esos días, había trascendido a la prensa nacional una matanza registrada en las inmediaciones de Quiviquinta. El 12 de septiembre, el gobierno de Navarro Quintero reconoció por primera y única vez que en la sierra había ejecuciones masivas; “en las últimas horas presuntamente en un enfrentamiento entre grupos delictivos resultó con al menos 11 personas sin vida”, informó en un comunicado de prensa el gobierno estatal

El antepasado fin de semana, trascendió que en los viejos asentamientos levantados a orillas del río Acaponeta, de Quiviquinta a Minera de Cucharas se levantaron otros 8 cuerpos sin vida. Poco más arriba, rancherías como Contadero y Barbacoa han sido abandonados por sus pobladores. Allá arriba, la violencia no da tregua y no deja de entristecer a las familias que para el gobierno de Nayarit, muy pocos se cuentan en las estadísticas. Como que ahí si Navarro Quintero ordenó invisibilizar a los caídos por la violencia que azota a su pueblo bueno.

Es en la zona de Quiviquinta y el vecino Guamuchilar, donde con mayor encono se baten los dos grupos en conflicto, pistoleros de Sinaloa, Durango, Zacatecas y Jalisco, ha dicho Navarro Quintero en la única vez que habló en público sobre el tema. El 2 de septiembre declaró: “Lo de Huajicori es mayor, hay que estar por un lado conteniendo la parte norte a grupos delincuenciales como son los del Mayo Zambada y por la parte sur a los grupos de Jalisco, y por la parte posterior a los de Durango y Zacatecas”.

Ese 2 de septiembre, pese a existir ya denuncias de familias ya desplazadas por la violencia los invisibilizó el gobernador desconoció, borró la existencia de los desplazados por la violencia. “Eso no es cierto, lo que sí puedo decir es que (el combate) es frontal para que no entren grupos delincuenciales en la zona sur y en el norte. En Tecuala hemos desactivado células de la gente de Sinaloa, en la parte sur, en Tuxpan, hemos desactivado células de Jalisco, en la parte de la sierra a grupos delincuenciales de Durango con supuestos nexos con gente de Sinaloa. La actividad es permanente y de mucho riesgo como lo estamos abordando”.

Sin embargo, ya desde lo meses de mayo, junio y julio, ya era de conocimiento para los habitantes de los municipios del norte de Nayarit que la extrema violencia causaba el éxodo de su población de las frágiles comunidades serranas.

Quien conócela cabecera municipal, sabe que de Huajicori parten dos ramales de terracería, el que lleva a El Mineral de Cucharas y alcanza a Balontita, ya en Durango, un caserío de dos o tres casas, cuyos habitantes, también buscaron hospedaje en la costa. El otro ramal, para ir al sur del municipio, también llega a El Mezquital, Durango pero su trazo original tenía por destino el viejo pueblo de Santa María de Picachos. Ahí también la violencia se ha enseñoreado y las víctimas son sus habitantes, todos obligados a buscar refugio en su cabecera municipal. Mas arriba de Picachos, en los legendarios pueblos de San Andrés Milpillas, Tatepozco, Mesa de los Ricos, sus pobladores fueron las primeras víctimas de la deshumana violencia.

La violencia generada por los grupos delictivos ha ido avanzando a la costa hacia el sur de Huajicori y de Acaponeta. Su presencia ya alcanzó a La Cebolla y Las Sillas y a poco tendrán a su vista San Diego de Alcalá y pisar la famosa Pata de Gallo. Y desde El Carrizo, El Oro y La Meza de Pedro y Pablo, al otro lado de la montaña, se halla el Motaje, la puerta a la costa, bajando por El Resbalón.

El viernes que Navarro Quintero rendía su Tercer Informe de Gobierno, en la plaza de Huajicori, decenas de desplazados ocupaban la plaza del lugar. Otros se refugiaron en Tecuala y sus ejidos, reportándose con vecinos conocidos para trabajos temporales en la agricultura. Los menos se desplazaron mas al sur. Huajicori es, por decirlo menos, sede de las fiestas que reúne los primeros días de cada febrero a coras, tepehuanos, mexicaneros y huicholes, los que en Jalisco les ha dado por llamar wixáricas, un colorido encuentro de esas culturas. Lastimosamente los indígenas son víctimas de las atrocidades de una guerra que no es de ellos.

Navarro Quintero presume que ha invisibilizado a Nayarit, y quien sabe si es presumirnos tener su “Nuevo Nayarit”, su “Puerto Nayarit” en Zacualpan, y por tener un aeropuerto internacional, que dizque proveerá al estado con 18 millones de turistas. Este señor padece sueños obcecados, tan utópicos como el intangible humanismo mexicano que pregona desde su púlpito. ¿O habrá quien le crea ese médico lo ofrecer una seguridad invencible? Lo que si es cierto es que pretende invisibilizar a las víctimas de la guerra que tiene en sus narices y quepo su ceguera no la ve.

 

Revolcadero

 

¿Y a todo esto, quien gobierna el viejo municipio minero de Huajicori? Se lama Sergio Rangel Cervantes y fue postulado por Morena. En la región presumen que para su campaña electoral fue refaccionado con recursos de dudosa procedencia y que es por eso que su municipio arde en llamas y ha cedido medio mando a representantes de esos grupos. Por apodo muchos le llaman “el loco Rangel”. En Tecuala, apenas el pasado 17 de septiembre pasado, Gabino Jiménez Huerta le traspasó la estafeta a su esposa, Nora Lilia Burgara Alarcón. El primero era presidente municipal y uno de sus tres años los pasó encarcelado y aun asi, postulada la esposa por Morena y aliados, la esposa logró imponerse en los comicios del pasado 2 de junio. También pesa una fama de las ligas del ex alcalde que pasó a ser el primer damo. Días antes de entregar el mando municipal a su esposa, el regidor Sergio Mendoza lo acusó de haberle enviado sicarios para amenazarlo. Al regidor, una madrugada le tirotearon su casa. El médico Manuel Salcedo Osuna logró reelegirse como alcalde de Acaponeta a excepción de sus vecinos, a él muy poco se le puede cuestionar.******Por cierto, este lunes 14 de octubre,  el Congreso del estado acusó de recibido la solicitud de la Fiscalía General de la República para que se le inicie un juicio de procedente contra el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Nayarit, Rodrigo Benítez Pérez. El proceso que tiene por fin retirarle fuero y allanar el camino para su enjuiciamiento penal, es por su presunta responsabilidad en el delito de desaparición forzada, señalamiento que arrastra desde el breve periodo que de desempeñó como subfiscal del Estado. También ocupó a Dirección de Investigación Ministerial. No deja de ser curioso que en la terna que hace un año envió el gobernador Miguel Ángel Navarro al Congreso, Rodrigo Benítez estaba a la cabeza. El gobernador estaba enterado que este acusado magistrado movía los hilos en el Supremo Tribunal, una especie de titiritero de Norma Haro Cruz, que en diciembre de 2023 fue elegida presidente de Tribunal por un Congreso de mayoría afín a Morena. Ya como magistrado, reafirmó esa influencia. Para iniciar el juicio ya se cumplió el primer trámite de recibir la solicitud y turnarlo a la comisión Instructora que habrá de dictaminar y en su momento presentarlo al pleno. Lo que si es cierto es que la desaparición forzada es un delito grave. Es una enredada maraña de atrocidades que vienen desde los tiempos del Fiscal Edgar Veytia, expedientes a los que se le han sumando casos como “las fosas de los 21 y que ha arrojado muchos detenidos, entre ellos a un ex director del célebre centro carcelario “Venustiano Carranza”, una fiscal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y otros funcionarios del aparato judicial que ha trascendido hasta el gobierno de Navarro Quintero.****** Buena y oportuna reacción la del presidente municipal, Luis Munguía González que dio marcha atrás a esa iniciativa de desmantelar el Centro Cultural del Pitillal y convertir el vetusto edificio construido para ser un mercado en espacio para capacitación empresarial. Sucede que a temprana hora se difundió un desplegado a la opinión pública, dirigido también a Munguía y a la Junta de Gobierno del Instituto Vallartense de Cultura, advirtiendo de la ilegalidad de la decisión de desconocer un contrato de comodato aprobado por mayoría calificada que expira en 30 años. En un comunicado oficial se indica: “El presidente Luis Munguía aseguró que el Centro Cultural El Pitillal continuará operando en sus actuales instalaciones; sin embargo, estará en un proceso integral de reestructuración, buscando optimizar y ampliar los espacios dedicados al arte y la cultura en beneficio de toda la comunidad. Por tal razón, también se redistribuirán los talleres en dicho edificio y en los próximos meses se anunciarán nuevas áreas de operación”. Y se añada: “Cabe señalar que este recinto compartirá sus instalaciones con el área de Desarrollo Empresarial, lo que permitirá fortalecer la colaboración entre ambos sectores y generar sinergias en favor de la industria cultural y creativa local. Esta iniciativa tiene como objetivo impulsar proyectos que contribuyan al crecimiento y consolidación de las actividades culturales en la ciudad”. Munguía reafirmó que ampliar la oferta cultural es una prioridad de su gobierno ampliar y que fortalecerán otros espacios como son el Centro Cultural La Lija. Además, se ofertarán talleres en los centros de desarrollo comunitario ubicados en diferentes colonias, lo que permitirá emprender nuevos proyectos artísticos y culturales.

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