Con la llegada del mes de septiembre, se intensifican las lluvias en la región, lo que demanda un monitoreo constante de las presas para prevenir posibles desbordamientos. En este sentido, las presas Corrinchis y La Vega ya han superado el 100% de su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO), mientras que Cajón de Peña se aproxima a esa cifra crítica.
De acuerdo a información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua),
En el caso de la presa de Corrinchis, ubicada en el municipio Mascota, además de estar al 101.58 por ciento de su capacidad, tiene almacenamiento de 20.316 hectómetros cúbicos de su capacidad ordinaria de 20.000, es decir, arriba de su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) y presenta un derrame de 5.61 m³/s.
En lo que respecta a la presa de La Vega, en el municipio de Teuchitlán, en el río Ameca, se encuentra al 119.99% de su capacidad, con 52.837 hectómetros cúbicos de su capacidad de 44.040. Se realiza una extracción total de 20 m³/s y un derrame de 25.04 m³/s. Afortunadamente en esta presa el nivel de aguas máximas extraordinarias es de 80.000 hm³, es decir, casi duplica su NAMO. Dicha cantidad permite cierta holgura para gestionar las aportaciones de agua.
En el caso de la presa Cajón de Peña, en el municipio costero de Tomatlán, que es la más grande de la entidad, ha tenido una captación importante las últimas semanas y ya presenta un nivel de 91.74% de su capacidad ordinaria, con 406.18 hectómetros cúbicos de su capacidad de 442.760. Esta presa tiene un nivel de aguas máximas extraordinarias de 707.620 hm³. Tiene una cortina de 68 metros de altura y se está realizando extracción de 4.835 m³/s.
Lo anterior, de acuerdo a datos del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico.
Dada esta información, es crucial establecer un sistema de monitoreo riguroso y continuo para las presas en la región, especialmente en esta época del año. Esto no solo permitirá gestionar los recursos hídricos de manera eficiente, sino que también garantizará la seguridad de las comunidades ubicadas cerca de estos cuerpos de agua. Las autoridades competentes deben estar alertas y preparadas para tomar medidas preventivas que minimicen el riesgo de inundaciones y sus consecuencias.