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Gerardo Sandoval Ortiz |

De los apuntes históricos de resultados electorales en los últimos doce años

 

CONTEXTOS

 

 

 

El domingo 1 de julio de 2012 se celebraron las elecciones estatales en Jalisco y de aquellos comicios, destacaremos el renacer del PRI, que con Aristóteles Sandoval recuperó la gubernatura. Y aquí en Puerto Vallarta, un desconocido Ramón Guerrero Martínez, encabezando la Alianza Progresista por Jalisco conformada por el Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, se impuso a la alianza Compromiso por Jalisco integrada por el PRI y el PVEM.

Al final de aquella jornada, el cómputo arrojó números cerrados: Ramón Guerrero del MC-PT fue respaldado por 37 mil 450 electores vallartenses, el 36.43 por ciento. A costa distancia, le siguió el abanderado del PRI-PVEM, Adrián “el archi” Méndez González, con 25 mil 547 votos, equivalente al 34.67 por ciento.

Fue una elección competida que mantuvo la atención hasta caso la media noche cuando el conteo rápido se inclinó en favor de la alianza que postuló al político de Ayutla. 2.5 puntos porcentuales le impidió al PRI hilar un cuarto trienio de gobierno.

La decepción había sido el candidato del Partido Acción Nacional, Humberto Muñoz Vargas, que sin embargo, debió sentirse soñado al obtener el 17. 06 por ciento del cómputo, un gran total de 17 mil 537 sufragios.

El Partido de la revolución Democrática postuló al abogado Miguel Ángel Yerena Ruiz y para sorpresa de muchos se agenció un gran total de 6 mil 239 votos, el 6.06 por ciento de la votación total. Ese porcentaje convirtió al popular Tito Yerena en regidor por representación proporcional. Esa regiduría fue de mucho mérito porque el PRD compitió sin alianza.

Esa ves contendió por la alcaldía Susana Guerrero Becerra por el partido ya desaparecido Nueva Alianza, que obtuvo 1 mil 346 votos, el 1.30 por ciento. 102, 794 votos fue el total de votos.

La irrupción del “mochilas” en Puerto Vallarta inició en las elecciones de 2009 cuando con las siglas del PAN se adjudicó la diputación local del Distrito 05. Fue un triunfo que se decidió por una nariz, pues el PRI compitió coaligado con el Partido Nueva Alianza, contabilizó 51 mil 203 votos, que sumados a los 1 mil 173 del Panal y juntos hicieron una suma total de 54 mil 252 votos.

En Puerto Vallarta el PRI con Salvador González Reséndiz se había impuesto al panismo, su gran adversario electoral por dos décadas, y aquel triunfo envalentonó al político de Ayutla, municipio del que fue alcalde entre 2000 y 2003. Por esos tiempos Ayutla era parte del distrito 18, que aglutinaba municipios del sur de la entidad.

Para los comicios del 2012, Ramón Guerrero era militante del PAN y había construido fuertes vínculos con un sector del neopanismo. Cuando acusó haber sido “robado” en la elección interna de dicho partido y que la dirigencia local y estatal manipuló el proceso para beneficiar a Humberto Muñoz Vargas, los declarados “dominguistas” fueron los primeros en unírsele y lo acompañaron a la aventura al MC, que por eso tiempos remplazó al primer partido fundado por Dante Delgado, Convergencia.

La promesa del discurso de campaña de candidato del MC fue de encarcelar a los corruptos del PRI, que ganaría y regresaría a todas las dependencias al edificio del malecón frente a la Plaza de Armas. Con todas las prisas del mundo, Chavita González mudó su gobierno al edificio UMA, allá por Los Portales. Que se sepa, ningún funcionario municipal fue acusado.

Si bien el gobierno mochilista realizó una gran cantidad de maniobras en las colonias populares, impulsó programas sociales de apoyos a las familias más necesitadas, vivienda digna y útiles escolares, las facciones que convivían al interior explotaron detonaron en una serie de escaramuzas que causaron serias fracturas al movimiento.

En la lucha por la candidatura 2015, el mochilismo se dividió en dos y al final, se impuso Arturo Dávalos Peña y sus “monitas”. El grupo que años mas tarde se alinearía al proyecto de Luis Munguía se hizo chiquito y no pocos debieron emigrar en la búsqueda de nuevos horizontes. Magaly Fregoso es ejemplo de esos cuadros que a duras penas hallaron acomodo. Los munguiboys resistieron el 2015 y el 2018. Este último año, que Enrique Alfaro ganó el gobierno del estado, se abrieron espacios en el gobierno y pospuso por algunos años la irritación interna.

Para las elecciones del 2021, el davalismo ya no pudo controlar la insurgencia naranja. El grupo de Luis Munguía reclamó promesas incumplidas y finalmente se cortó el hilo umbilical naranja y buscó partidos para lanzar candidatura propia. Tocó puertas en Morena pero acabó por quedarse con el PVEM. Quebrado en dos partes el MC, la damnificada sería su candidata Guadalupe Guerrero Carvajal y del otro lado, el beneficiado el profe Luis Alberto Michel Rodríguez, el que al final se alzó con el triunfo en las urnas y con la presidencia municipal.

Si en 2012 compitieron solo 5 candidatos, tres años después se registraron 10 candidaturas. Juan José Cuevas García por el PAN, demostró que el candidato anterior Muñoz Vargas, era impopular, al llevar el 17. 06 al 19.25 por ciento el voto panista. La coalición PRI-PVEM, con Andrés González Palomera, vio reducir el 34.67 por ciento del “archi” al establecer cifras de 31.28 por ciento, equivalente a 28,478 votos.

Con 34 mil 1 votos, Arturo Dávalos (37.35%) se adjudicó el triunfo. Morena hacia su presentación pero el ingeniero Juan Ramón Mora Ornelas fue víctima de las intrigas en el nuevo partido y apenas logró 1 mil 146 votos.

José Ignacio Chavoya Gama y Salvador López Aréchiga fueron los candidatos del PRD y del PT y ambos arrojaron pobres resultados, ningún arriba del millar de votos.

El profe Moisés Villaseñor Ramírez, que ya había sido regidor por su partido Nueva Alianza, Feliciano Pompa López por el Partido Humanista y María del Carmen Castro Moreno de Encuentro Social fueron otros contendientes, pero ninguna de ellos alcanzó el uno por ciento.

Sin embargo, en 2015 prosperó la candidatura independiente del médico Francisco Sánchez Peña, el único en alcanza una regiduría. Esa regiduría se logró gracias a 4 mil 213 votos, equivalente al 4.63 por ciento de los votos.

El cómputo de los comicios 2018 arrojó cifras que advertían el despunte de Morena que tres años más tarde se hacía de la alcaldía. Arturo Dávalos logró 49 mil 269 votos, una cifra impensable parta nadie en ese momento. Para dar una idea, del significado de ese número, debieron transcurrir seis años después para que Luis Munguía rompiera el record con sus 49 mil 879 votos. Claro, el número de electores se elevó en varios miles de votantes. Respectivamente, el PRI y el PAN sumaron 8, 215 y 5, 427 votos.

Entonces, ya para los comicios 2021, cuando la soberbia y la arrogancia se apoderó de las principales figuras del MC, Munguía se rebeló y di paso a la fractura definitiva de los “fosfo fosfos”. El voto naranja se dividió en dos y Morena los derrotó. La perseverancia de Munguía le ayudó a grajearse apoyos de todo tipo, políticos y económicos, lo catapultaron en los comicios del antepasado domingo y venció a quienes lo desdeñaron una y otra vez dentro en el MC y consumó la hombrada de vencer a Morena.

 

Revolcadero

 

Nos preguntaban este lunes de si alistaba escribir del despido de personal de CPS, reporteros y empleados del área de noticieros, y de cómo lo abordaríamos. El amigo Jorge Olmos ya escribió y con lujo de detalles lo que nos llevó a cancelar cualquier intención de hablar de ese tema. Supimos de los despidos en el transcurso de la semana pasada y ya para el viernes estaba plenamente confirmado. Conozco de cómo se toman las decisiones en los medios de comunicación de Fernando González Corona y quienes ejecutan sus órdenes. Para ser más claro, conocemos a los   hombres del inversionista y entendemos las razones, y no son desconocidos para quienes han recibido las gracias. Olmos plantea una agria crítica a dos figuras de la CPS, David Cuevas García y al “chino” Hugo Lynn Almada. Son las piezas que mueven el engranaje de la empresa. Son de todas las confianzas del magnate de los tiempos compartidos. Olmos tocó de ladito a David Rojo Reyes, el primer jefe de información de Tribuna de la Bahía en su fundación y por muchos años director editor de Tribuna de Los Cabos, del que fue su fundador. “El Rojo” era de las enteras confianzas del patrón, de algún modo asociados, y quien más empeño le puso desde el primer lustro de la década de los 90 hasta lograr las concesiones de radio y televisión. Pero estos señores, en la disputa del control de la CPS, chocaron y en medio de una serie de intrigas palaciegas, cerró del diario impreso con sede en San José del Cabo. La última edición fue el 31 de mayo de 2022. Extraordinarios amigos como José García y Joel Ramírez y su esposa Luz, publicaron una foto anunciando el cierre del diario luego de tres décadas. Poco antes había trascendido el fulminante ceses y rompimiento de todo tipo de relaciones del Rojo con Fernando González y sus empresas.****** Por cierto, en la designación del titular de la comunicación social de octubre que tome las riendas del gobierno municipal se advierte una puja de los influyentes de la cofradía “munguiboys”. Hay quienes asumen que intereses afines a Fernando González Corona apuntan a medir fuerzas. Por otro lado, desde adentro nos han dado una propuesta, un nombre, y es una dama, que se pondrá en la mesa de donde se tomen las decisiones. En nuestra lista, hay varios nombres pero en tanto “los michelboys”, los de adentro, no los de afuera, se pongan de acuerdo, optamos por guardar nuestros apuntes.****** El domingo falleció el doctor Luis González Lomelí, sin duda uno de esos personajes ilustres contemporáneos de Puerto Vallarta. Fue un hombre dedicado a la docencia, formador de cientos, de miles de jóvenes que hoy son profesionistas, pionero local en la educación privada, cofundador del colegio Ameyali con su esposa Hortensia. Nos distinguió con su amistad en las últimas tres décadas y nos invitó a atestiguar su incursión en la política cuando aceptó participar en un proceso abierto para elegir al presidente del Comité Directivo Municipal de su partido el PRI. Cuando estalló el escándalo en aquel proceso interno, que a cada uno de la media docena de participantes se le agregaron mil votos debido a la escasa participación, Luis nos ayudó a dar transparencia y nos admitió la maniobra de su partido. Al sumar mil votos a cada candidato a presidir el CDM, se triplicaba el número de votos y eso daba la imagen de un PRI en franca recuperación luego de las dos primeras derrotas frente al PAN. Así González Lomelí pudo despachar en la oficina principal del tercer piso del edificio de la calle Río Grande. Contaba con el aval de los hombres fuertes del priismo, “los rafailes”, Yerena y González Pimienta, y Jorge Lepe García. Decepcionado de su partido, “el médico”, presumía sus simpatías con el lopezobrarismo y la cuatrote.*******Y ya por último, el alcalde electo, Luis Ernesto Munguía González informó de inicio de su gira de agradecimiento a los vallartenses por haberle confiado su apoyo. Se trata de una serie de reuniones que se prolongarán por dos próximas semanas “para expresar su gratitud a las y los ciudadanos de Puerto Vallarta por su apoyo durante las elecciones y reiterarles su compromiso para realizar un gobierno de bien que permita el bienestar de este municipio” se indica en un comunicado de prensa. Se subraya: Munguía es el primer alcalde electo en tomarse el tiempo de encontrarse con diferentes sectores de la sociedad después de ganar, mostrando su interés por escuchar y estar cerca de los ciudadanos, sentando las bases para una administración que tenga en cuenta a todos los habitantes de Puerto Vallarta”.

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