CONTEXTOS
Gerardo Ortiz Sandoval
Hace unos diez años, Petronilo Bañuelos, dueño del restaurante Las Carmelitas, cuando promovía la fundación de un asentamiento en lo más alto de la montaña, más arriba de Las Peñas, enfrentó todo tipo de obstáculos. Hoy, es candidato a la presidencia del ejido Puerto Vallarta, aspiración que le son frenadas por amenazas originadas del núcleo de quien o quienes controlan el ejido.
Este domingo se celebra la asamblea electiva pero surgieron dudas respecto a la participación del restaurantero. A media semana, un ejidatario hacía su último comentario previo a la asamblea de este domingo: “Muy buenos decías mi buen amigo. ¿Cómo amaneciste? Fíjate que mi candidato Petronilo está muy asustado y no quiere que se publique nada. Al parecer lo amenazaron gente que contrato Esteban”.
La elección del ejido Puerto Vallarta es quizá la que genera mayor interés entre todos los ejidos del municipio pues desde que hace tres décadas que asesinaron al líder agrario Francisco “Pancho” García Jiménez, descendientes de él conservan el control. Es tan grande la familia que inclusive divididos, transcurridas unas serie de disputas entre ellos, no han cedido el control del núcleo ejidal.
La actual mesa directiva la preside Pedro Antonio Robles Barragán, y son parte de la misma, Miguel Gradilla Morales, el secretario, Adolfo Cueto Ramos, tesorero, así como José de Jesús Aréchiga López, Hipólito García Aréchiga y Esteban Aréchiga García. Los tres últimos integran su Consejo de Vigilancia, el órgano clave para el orden y control del núcleo al ser el encargado de vigilar que los actos del comisario se ajusten a las leyes agrarias, de apliquen los acuerdo de asamblea y todos se sometan al Reglamento Interno.
¿Leyó usted tan distinguidos apelativos del actual comisariado? Casi todos descienden del histórico líder del ejido.
Desde los últimos años del siglo pasado uno del clan, José de Jesús “Chuy” Aréchiga García, ejercía un férreo control del citado ejido. Dos de la misma familia, los primos Esteban, uno García Aréchiga y el otro Aréchiga García, se reunieron y fraguaron un plan para constituir una planilla y retar al poderoso tío Chuy, quien por esos días también dirigía la llamada CNC del PRI, Liga de Ejidos y Campesinos, y quien sabe qué otros membretes políticos.
Supimos de los primos Esteban por haber recibido una invitación a escuchar su proyecto y propuestas. Lograron vencer a Chuy Aréchiga. La familia se dividió pero ello no impidió que el linaje mantenga el poder ejidal. Y también los primos Esteban se pelearon, ya cuando habían alcanzado la cima del ejido. Todo indica que les ganó la avaricia y se jalonearon al no querer compartir el poder.
Vayamos a la penúltima elección, la del último domingo de junio de 2019. El amigo Samuel Aguilar Fletes ya había sido presidente del ejido pero arropado por Esteban “el indio García”, consagrado cacique y heredero de Pancho García Jiménez, y quien llegó a este proceso en calidad de comisariado. Esa vez, “el licenciado” se destetó del “indio” y se inscribió en la competencia electoral del ejido. Samuel Flores presumía tener de su lado a varios de Los García y Aréchiga no le hizo ni cosquillas al grupo del “indio”.
Pedro Antonio Robles Barragán, el hermano de Rafael “el pelucas”, con la “planilla verde” ganó la elección ejidal en junio del 2019. Se impuso a la planilla blanca” representada por Pablo “el perica” García, quien ya muchos años atrás se le rebeló al gran cacique.
Para la última elección se ejido tenía registros de 235 ejidatarios con derechos plenos. Los reacomodo internos han sido mínimos. Hace dos semanas los seguidores de Petronilo nos habían dicho que estaban seguros de tumbar a Esteban García y arrebatarle el manejo “familiar” del ejido. Sin embargo, ya en pleno fin de semana las dudas los asaltan. “Mi candidato está asustado”, se quejan.
En la primera semana del mes en curso, Petronilo Bañuelos estaba por completar su planilla y nada aparecían sus dudas. Tenía amarrado en su planilla antiguos seguidores de su adversario “el indio” y hasta un expresidente ejidal. Una semana después concedió una entrevista e hizo pública su “planilla azul”. Sin embargo, extrañamente el portal digital eliminó la información. Ya en esta semana ocurrieron las supuestas amenazas.
El jueves nos hicieron llegar lo que aparente ser un boletín de prensa” que parece reanimar a “Petro el de Las Carmelitas”. “Es que él ya no quiere salir a la calle. Tiene miedo”, nos dijo uno de sus seguidores.
De las propuestas a considerar, destaca que se proponen transparentar las finanzas del ejido, que todos vean en qué se gasta el dinero e inclusive publicarlos en una plataforma. “Del mismo modo, se creará una empresa administrada por el ejido para darle seguridad social y cobertura médica gratuita a todos los ejidatarios y sus familias”, dice el comunicado.
Petronilo Bañuelos y su “planilla azul”, ofrecen que nadie se quede sin ser beneficiario de la riqueza del ejido y cada quien tendrá cuenta bancaria para recibir sus repartos económicos directo y sin burocracia. “Ya no habrá ejidatarios pobres y ejidatarios ricos. A todos nos irá bien, porque vamos a administrar el patrimonio del ejido a la vista de todos. No habrá secretos”.
La asamblea se celebra esta domingo 26 de junio pero hasta la misma participación del candidato “azul” le resulta incierta a sus seguidores. Acusan de todo a Esteban García, quien personalmente se postuló al frente de la “planilla verde”. Para convencer a los ejidatarios votantes de representar ellos el legado de Pancho García Jiménez, en la planilla había el nombre de Francisco García López, uno de los hijos del finado líder agrario.
Los seguidores del restaurantero Petro, dicen que el adversario representa lo peor del ejido.
Revolcadero
Por cierto, existe dato que permite identificar los alcances políticos de la familia de Esteban García Aréchiga. Su esposa Hortencia Rodríguez González pudo ser regidora por el PRI y con ello hizo historia como una de las primeras regidoras “juanita”. Estamos hablando de la que sería hermana del regidor motejado como “el chato”, José Rodríguez González. La dama se desempeñó como regidora en la administración del priista, Salvador “Chavita” González Reséndiz hasta el año 2012. Lo que no deja de resultar curioso es que, mientras la señora de García concluía su gestión de regidora, su hermano “el chato” se erigía como uno de los matraqueros de Ramón “el mochilas” Guerrero Martínez. Por cierto, fue duradero el romance político de “el mochilas” con el chato y éste último, ya desilusionado del “mochilas” se fue a probar suerte a Morena. “El chato” dicen que apoya con todo la aspiración de su cuñado Esteban “el indio” García para ser por enésima vez presidente del ejido Puerto Vallarta. De ahí que algunos seguidores de Petro sospechen sobre quienes estarían atrás de las supuestas amenazas.