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Gerardo Sandoval Ortiz |

Alfaro frente a un líder legendario del sindicalismo y la política

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz

 

 

Mientras en Puerto Vallarta, las fastuosas fiestas que sus sindicatos ofrecían a sus agremiados, también los faraónicos desfiles obreros para conmemorar el Día del Trabajo han quedado en el olvido, en Guadalajara, el gobernador Enrique Alfaro entregó reconocimientos a legendarios figuras del movimiento sindical entre los que se hallaba, Rafael Yerena Zambrano.

Las nuevas generaciones, los millennials, probablemente habrán escuchado el nombre de Rafael Yerena y, no sin pasar dificultades, asociarlo al movimiento sindical, a la CTM.

En el Palacio de Gobierno, Alfaro Ramírez dedicó particularmente generosas palabras a Yerena Zambrano, al lado de otras grandes figuras del sindicalismo jaliscienses, entre estos el croquista, Antonio Álvarez Esparza y Alejandro García Hernández de la CROM.

Del recinto del gobierno de Jalisco, Alfaro acompañó a Yerena a la Feria Familiar Cetemista, una feria ofrecida a los cetemistas en instalaciones del Code. Ahí Alfaro llamó a los cetemistas unirse al apoyo para crear un frente y todos juntos afrontar problemas que afectan a Jalisco.

Pero, además de los desprendidos discursos del gobernador al dirigente cetemista, también nos llamó poderosamente la atención en las transmisiones de la festividad obrera por el Día del Trabajo. Era la diminuta pero agrandada figura de Juan Pérez Huerta -Juanito para sus amigos- cargando con celo un gran cuadro, un reconocimiento extra para él.

Juanito es una figura de la CTM a la que se le augura un promisorio futuro. Es el sucesor de Yerena en la Federación de Trabajadores de Jalisco, lo cual le ha merecido a distancia ciertas envidias de otros cetemistas locales que aspiraron a ser el relevo generacional de “Don Rafa”. Cetemistas locales, como el sobrino Carlos Efraín Yerena, pudieran en la línea sucesoria pero prefirieron el confort que les garantizaba Puerto Vallarta y no tomaron riesgos de irse a Guadalajara cuando en el 2004, Yerena se apoderó de la dirigencia estatal de la CTM.

Juanito Huerta fue secretario particular de Rafael Yerena en su fugaz interinato al frente del gobierno municipal, en los días de 1994 y los primeros meses de 1995. Desde aquellos tiempos se ganó la confianza del jerarca obrero, uno de los pocos en acompañarlo en la aventura a Guadalajara luego de la caída de Francisco “pancho” Ruiz Guerrero.

Bien regresemos a Yerena. En la biografía oficial de la CTM se indica que su liderazgo al frente de las FTJ- CTM inició el primer día de 2004. Es un dato debatible.

A la muerta de don Heliodoro Hernández Loza a finales de mayo de 1990, la línea sucesoria permitió a don Catarino Isaac Estrada tomar las riendas del mando estatal de dicha central. Sin embargo, el dirigente de los sindicatos de la industria farmacéutica fue rápida presa de las intrigas cetemistas, su saludo mermó y debió entregar las riendas a Pancho Ruiz Guerrero.

Entre los sindicalistas que destronaron a don Catarino Isaac se hallaba Rafael Yerena, quien impulsó a su “compadre” Pancho. Los yerenistras acá en Puerto Vallarta le auguraban futuro en la CTM de la mano de Ruiz Guerrero, pero todo indica que eso no satisfacía a Yerena.

A finales de 2003, la FTJ se incendiaba. El 19 de diciembre de 2003 un grupo contrario a Ruiz Guerrero celebró un Congreso Extraordinario y desconocieron a Pancho Ruiz Guerrero y eligieron a Justino Delgado Caloca en su lugar hasta el 15 de agosto del 2004. Ese mismo día otro grupo le refrendó su apoyo. Entre los primeros, estaba Yerena. Hasta hoy en día, la participación de Don Rafa en el movimiento contra Ruiz Guerrero es un claroscuro en su biografía oficial.

Empero la brillante trayectoria política y sindical del oriundo de Mascota no se opaca con nada. Propios y extraños, sus enemigos políticos, le reconocen su gran aportación aquí en Puerto Vallara y en Guadalajara. Desde abajo se ganó primero un lugar en las empresas donde labor, luego su sindicato y central obrera, hasta colocarse en la primera línea sucesoria de la CTM, la central obrera de mayor influencia en la historia del país. Su carrera sindical inició en 1965 al frente de la Sección 92 del sindicato de trabajadores de la industria gastro-hotelera, desde donde rivalizó con la Sección 136 de Obdulio Castro Mondragón otro grande de la  historia sindical del puerto.

Para 1992, Yerena se apoderó de la Federación CTM, alentando el derrumbamiento de Don Carlos Everardo Robles Herrera, quien hasta la muerte se lamentaba haber cobijado al de Mascota. Fueron muchas notas que el autor tomó de las jugadas sindicales durante buena parte del año 1992. Desde las oficinas de Yerena se acicalaba a taxistas, sobre todo a permisionarios para crearle conflictos a don Javier Santiago Rodríguez, uno de los pilares del grupo de don Carlos Everardo Robles hasta echarlo de la dirigencia. Contra Aurelio Bernal Saldaña, del sindicato de choferes, poco a las primeras de cambio lo obligaron a entregar la dirigencia.

Despejado el camino, Yerena arreglo su entronización. En la CTM campeaban otros vientos; ya había muerto Don Fidel Velázquez y Leonardo “la güera” Rodríguez Alcaine, su relevo, a duras penas lograba sobrevivir a sus males. En el Salón Jalisco del hotel Kristal le tomó protesta en la a ampliada Federación Regional. De ahí dio el saltó a las grandes ligas del sindicalismo estatal y nacional.

Pero no solo en el sindicalismo Rafael Yerena se ganó un lugar entre las figura relevantes de la política local y estatal y nacional. Por primera vez fue regidor en el trienio 1977-1979, acompañando al ingeniero Eugenio Torres Ramírez, el “no lo queremos”. Luego de una pausa trianual, repitió en 1983-1965, con Rafael González Pimienta de alcalde.

Yerena creyó estar en su momento para 1992. Disputó hasta el último momento a Rodolfo González Macías. Después de dramáticas reuniones del Consejo Político tricolor en un salón del hotel San Marina, allá por la Playa de Los Muertos, el priismo se decantó en favor de apodado “el mudo”, enviado para ser alcalde y que hizo del Seapal su plataforma para imponer su candidatura. Don José Baumgarten y el arquitecto José “Pepito” Díaz Escalera fueron otros aspirantes. En el organigrama existía la figura del “vicepresidente” y ese fue el lugar del cetemista del cual saltó al interinato.

Yerena ha sabido superar malos momentos y entre sus peores días estarán las largas horas de su encarcelamiento poco después de entregar la administración al panista Fernando González Corona. Cual un producto formado en el viejo PRI de la impunidad para la clase política, días de entregar la alcaldía, firmó unos centenares de permisos del giro negro. Esto le hizo estar metido en un escándalo pero no pasó de ahí. Hubo un cheque, al parecer un pago a destiempo emitido en el DIF, del cual se desprendió una denuncia judicial y un juez halló suficientes elementos para firmar orden de su captura. Al final, un juez lo exoneró de cualquier cargo.

Después de su encarcelamiento, jamás volvió a postularse a un cargo de elección popular. No obstante, pudo ser diputado federal (2009-2012) por el principio de representación proporcional. Y por la misma vía, aunque por algunos meses, también fue senador de la república. Hoy en día, en esos  niveles de nueve Don Rafa, un cetemista de cepa que al decline de su partido el PRI, ha sabido adaptarse y se acomoda con gobernantes de todos los colores.

 

Revolcadero

 

En la página oficial de la CTM Vallarta, algunos datos que por resultarnos de intereses, los traemos a este espacio. Resulta que Don Rafael Yerena Zambrano es contador privado, estudios cumplidos entre 1882-1985. La biografía oficial indica que de los 10 a los 19 años laboró como campesino jornalero, ayudante de mecánico, mozo, ayudante de mesero, garrotero y mesero. A los 19 fue capitán de meseros y meitre. Suponemos que de esa posición brincó al sindicato gastro-hotelero. Por extraño que parezca, no se habla de la ranchería donde nació, allá por Mascota. Tampoco es precisa la información en lo referente a su trayectoria partidista. En 1991 fue consejero político estatal del PRI y poco después tomó al CDM tricolor. En algún momento, fue consejero político nacional de su partido. Después de colocarse en la primera línea sucesoria de la CTM Nacional, “Don Rafa”, desde el 1 de diciembre de 2007, es su representante en el Consejo de la Asamblea del Infonavit. Antes, fue como el primer representante obrero de la Sexta Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado desde 1981 hasta 1993 y representante obrero en la Comisión Regional de los Salarios Mínimos de 1984 a 1990. Funge  como representa te de la CTM, tanto en Davos, Suiza ante la Organización Internacional del Trabajo, la OIT, y también en Santiago de Chile. Ante la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, la CIOSL.****** Con la noticia que Mirtha Ileana Villalvazo Amaya, no logra sofocar el municipio que gobierna. Resulta que la alcaldesa de Bahía de Banderas ahora se le antojó exigirles a todos los directores su renuncia. Bien pudo Mirtha anticiparse lo que se le venía encima, tomar previsiones y obligar a sus colaboradores firmar por adelantado la renuncia a todos sus hombres de confianza. Algo anda mal, muy mal, para que un superior le pida renunciar a todo su equipo de trabajo. Ello solo puede significar que la dama esta resignada a empezar de nuevo, probar nuevas lealtades y el consabido riesgo de que en ello se le agoten sus tres años. Y no, que los ciudadanos no esperen nada bueno de la gestión de Mirtha Villalvazo, que a este paso, ya se puede considerar que han sido tres años perdidos para Bahía de Banderas. Sí, probar con un gobierno de la 4t, ha sido un trago amargo.****** El reportero Guadalupe Arce informó el martes que por falta de la “licencia colectiva” la policía municipal trabaja sin portar armas. Ya este miércoles 4 de mayo, ha trascendido que se mantiene vigente la licencia del armamento de policía. Que uno de cuatro policías no posea arma es por la espera de que aprueben la respectiva prueba de confianza. Lo que es elocuente es la fotografía de un uniformado difundida en redes sociales armado con una resortera y dos mangos por lonche en manos. Hay algo más cierto. El tortuguismo con el que se conducen en el gobierno municipal ha dado pie a toda clase de especulaciones sobre las causas del desarme de los genízaros. El aparato de prensa nomás no reacciona. Cuando le preguntaron al alcalde Luis Michel, como siempre, tampoco supo informar nada y se limitó a balbucear que iba a revisar el tema. Pero bueno, ese es el gobierno que nos tocó.