CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Al abrir la Semana de Pascua, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística difundió resultados de su última encuesta levantada por el INEGI, la llamada Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU). En nuestra anterior colaboración anotamos nuestra extrañeza por “tanta rozadura” que dicho estudio causó en el primer círculo del gobierno municipal y del Seapal, desde donde se redactó un comunicado de prensa titulado “La calumnia cuando no mancha tizna”.
En su parte central, la nota aclaratoria del Seapal intenta descalificar la información hecha pública por el reportero Miguel González Guerra, de pasó a éste le dan su tiznada, alegando que la medición levantada por el INEGI es una Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, la ENSU.
Se nota que al aparato de prensa del gobierno municipal, que no es diferente a su extensión de la nómina del Seapal, pero sobre todo al alcalde Luis Alberto Michel Rodríguez y el director del organismo paramunicipal, les disgustó la paciencia de los reporteros que han dedicado tiempo a hurgar en las gráficas y desmenuzar resultados de la medición de la percepción de seguridad en el primer trimestre del año.
Cuando se está del lado del gobierno, lo cotidiano es que el servidor público se asume víctima de toda crítica externa. Ellos no gustan de la autocrítica, un mal del que hemos visto padecer a priistas, panistas, emecistas. Solo les acomodan aplausos, loas, reconocimientos, y llevarse todas las palmas. Y los morenos no son distintos. Es una mentira gigantesca que ellos son diferentes. Ellos, como nadie han hecho un arte el oficio de cazar al mensajero.
¿Cómo sostener la aseveración anterior? Bien. Cuando acá en Puerto Vallarta muy poco se sabía de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, el oficioso aparato de prensa, preparó un boletín de prensa y lo distribuyó en los medios de comunicación. Nada de malo tiene que los medios alineados a los intereses del gobierno lo hayan publicado y nada de indigno lo hay.
“Vallarta el municipio más seguro de Jalisco y del país” reza el título del comunicado municipal, lo cual denota el efecto propagandístico que se persigue. Son de esas obviedades tan comunes en este ejercicio.
Si alguien tiene dudas, estas se disipan con la lectura del primer párrafo: “Estos resultados son la prueba más clara del compromiso que tiene el presidente municipal, Luis Alberto Michel Rodríguez, con la seguridad de los residentes y de los turistas todo el año a este paraíso”.
Desde el primer párrafo hallamos que lo prioritario, aun por encima del resultado arrojado por la medición, era el culto a la personalidad de su alcalde. En honor a la verdad, suena a irreal comparar a nuestro destino con el convulsionado Cancún y el no menos violento Acapulco.
No es ningún consuelo compararnos con destinos donde las balaceras son cosa de todos los días. Además, por muy determinadas razones -dicen que la pax narca-, desde 2008 Puerto Vallarta es ajeno a la violencia generalizada. Eso le permite al destino estar en los “tops” de líderes en la tabla de los mejores índices de seguridad.
Debemos subrayar que la encuesta del INEGI en ninguna parte menciona el nombre del presidente municipal, como si se intenta destacar en el boletín de marras. Sin embargo, es cierto que un presidente municipal de cualquier ciudad, Luis Michel en este caso, asume como resultado suyo ver aparecer su municipio en la lista donde sus gobernados perciben una ciudad tranquila.
Nosotros compartimos la percepción de una muy aceptable seguridad que los vallartenses sienten en la ciudad que habitan. Salvo algunos aislados sucesos (la muerte de un empresario leonés, Felipe Tomé, le ejecución del ex gobernador, Aristóteles Sandoval, ocurridos respectivamente en noviembre y en diciembre de 2020, son dos ejemplos empresario) vivimos en un edén, de sol, mar, montaña… y seguridad.
Ahora, si el aparato de gobierno puede recurrir a la medición del INEGI para presumir algunos de sus datos, ¿Por qué nadie ajeno a ellos puede hacer lo mismo, usar sus otros datos? Sin duda que el estudio del INEGI ofrece datos disponibles para destacar parte del trabajo de la 4t. Pero también es válido, es real, el otro dato que tanto disgusto a Michel, a Salvador Llamas.
Las reacciones de Michel y de Llamas son rozaduras políticas, un tipo de tizne de eso que les duele y les incomoda. Ya se empieza a entender porque Llamas, el asesor y coordinador del gabinetito de Michel, está convertido en un nerón que incendia la oficina de la avenida Francisco Villa por las mañanas, por las tardes la presidencia municipal del malecón y se da sus tiempos para quemar calles y campos, pozos y ductos subterráneos. También los afluentes de ríos y arroyos. Allá por poe los ríos, Ameca y Mascota, las quemas de Llamas, sus acciones causan tanta irritación que los cribadores se darán su tiempo para cobrarle sus afrentas.
Una revisión somera del estudio de percepción ciudadana del INEGI permitir constatar que así como en ningún momento se menciona el Seapal como tal, tampoco aparece por ningún lado el nombre del profe Luis Michel como un alcalde exitoso en el manejo de los problemas urbanos y conflictos sociales del municipio. Aun así, lo reiteramos, no pretendemos restarle ningún mérito a Michel.
En la página 69 de la encuesta aparece lo referente a las evaluaciones de los organismos operadores del agua, drenaje y alcantarillado de Jalisco. En 6 municipios se procuró obtener una calificación de sus servicios y en efecto, el peor evaluado es el organismo de Puerto Vallarta. No es necesario ser tan sesudo para lo obvio. No hay dos organismos como para negar la al Seapal por la simple razón de no haber dos “seapales”. ¿Qué necedad de ofender la inteligencia de los vallartenses?
Solo para puntualizar. Si desde octubre que Michel tomó las riendas del gobierno municipal y Salvador Llamar Urbina, es tiempo de que tomen su parte en el reparto de responsabilidades, así como hacen suyos resultados positivos, que los hay, sin duda y para ensalzarlos son sus instrumentos oficiales.
Además, qué esperaban Llamas y Michel si desde octubre a la fecha, ha habido cortes y restricciones en el suministro de agua. Cuando no hay fugas hay cortes por reparaciones. Acusar a los criberos de afectar el pozo radial suena a un mero pretexto de Llamas de tus torpezas, de sus ineptitudes al frente del Seapal, un organismo laureado en las últimas tres décadas que bajo su conducción tocó fondo. Ya es tiempo que Llamas, también Luis Michel dejen de lado sus prejuicios y obsesiones con mirarse al ombligo.
Revolcadero
Al principio de la encuesta Nacional de seguridad Pública Urbana, 76 páginas en total, el INEGI precisa que la ENSU es apenas un instrumento de estimaciones sobre percepción y experiencias ciudadana trimestralmente sobre la seguridad pública pero que incluye diversos conceptos relevantes como: Expectativa social sobre la tendencia del delito, percepción del desempeño de las autoridades en materia de seguridad pública, conflictos y conductas antisociales, movilidad y, en general, el desempeño gubernamental. La medición es de enero a marzo y se entrevistó a mayores de 18 años, residentes de 27 mil viviendas de 75 ciudades. Arroja datos interesantes como, en marzo, el 76.4% de encuestados se sintió inseguro en los cajeros y el 70.2 en el transporte. Los mexicanos creen que la inseguridad seguirá igual de mal o empeorará en los próximos 12 meses. El 60.7% refirió haber visto o escuchado de consumo de alcohol en las calles y es la principal conducta delictiva o antisocial que amenaza en los alrededores de sus casas. El 38.9% escuchó disparos en los alrededores de su vivienda y el 55.8% cambió hábitos de llevar cosas de valor por temer a ser víctima de la delincuencia. Un 62.3 se enteró de la situación de la inseguridad por noticieros de televisión y el 85.6% por redes sociales.******* La medición también advierte de la gravedad que adquieren los conflictos vecinales y las conductas antisociales. Entérese: 32.5% de entrevistados (mayores de 18 años de edad) dijeron haber tenido un conflicto o enfrentamiento en este primer trimestre del 2022. El conflicto más frecuente de esas disputas intervecinales es por el ruido, un 13% y 10.8% por la basura. Uno de cada diez, se conflictúa por estacionamientos. Entre los problemas urbanos se destaca que el 98.2 de los habitantes de las ciudades señala entre los principales conflictos los baches en calles y avenidas, seguido por el alumbrado público con 58.5%. Además, también es grave la queja por delitos de robos, extorsiones, secuestros y fraudes. Los hospitales saturados y con servicios deficientes, además de las fallas y fugas en el suministro de agua son parte de la problemática evaluada en la encuesta. Aquí en Puerto Vallarta, todos tienen quejas sobre fallas o deficiencias. No es exageración. De acuerdo a dicha medición, el 99.7% de los vallartenses dijo haber distinguido alguno problema, hoyancos, baches, fallas en el alumbrado, hospitales saturados y deficiencias en la atención. No está por demás, aunque se enoje Llamas, el Seapal se ganó la reprobación del 68% de los vallartenses. Los hospitales están mejor evaluados. Una última comparación. El Seapal de Llamas, con su 68% es el peor evaluado, muy abajo, pero muy abajo, de los organismos de Tlajomulco, Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque, que respectivamente sacaron notas de 44.1, 38, 35.8, 32.4 y 30.7%. **** La madrugada de este viernes 22 de abril rugieron armas de grueso calibre en el populoso fraccionamiento Altavela de San Vicente, en Bahía de Banderas. Trascendió porque los vecinos grabaron y difundieron sonidos de los disparos minutos después de las tres de la mañana. Los agresores atacaron una casa de la pequeña callecita Varadero. Como ocurre sobre estos sucesos muy poco se sabe de autores y causales. Sin embargo las alertas se dispararon acá del lado de Puerto Vallarta, donde aparentemente se refugiaron participantes de la refriega. Se reportó que en su huida, a la altura del puente del río Ameca se hallaron ponchallantas, arrojadas por los pistoleros en retirada.****** La mañana del jueves falleció el maestro Humberto Pérez Whijares, una leyenda de la lucha libre mexicana que se dio a conocer en los encordados de toda la república con su máscara de Zebra Kid. Nos acordamos perfectamente cuando una tarde acudió a la redacción para entrevistarse con el autor de este texto para solicitar un espacio en el diario Tribuna de la Bahía. Transcurría los años de los 90 y recién sentaba residencia en la ciudad. Supo hallar acomodo como instructor de la Academia de Policía, creo ya en el gobierno de David Cuevas García (1997-1999). Nos asombraba por su disciplina y puntualidad en sus colaboraciones semanales. Descanse en paz el profe “Whíjares” y nuestras condolencias a su familia. Así, con esa acentuación, como quería sus menciones.