CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Mientras el abominable Vladimir Putin lleva su barbarie a Ucrania y se propone extinguir a su pueblo, del ferrocarrilero pueblo de Empalme, conurbado con Guaymas, llegó la atroz noticia: Han asesinado al periodista Jorge Luis Camero Zazueta, el sexto en menos de dos meses en el país. Lo mataron en un gimnasio la noche del jueves.
Nos llamó la atención los intentos por aparentar a la víctima como uno más, y no como el sexto comunicador víctima de la violencia que carcome al país. En los últimos tiempos se había desempeñado como secretario particular del alcalde de aquella municipalidad de Sonora, dato que abrió el debate de si realmente era periodista o era político. Como si la muerte de uno u otro desvalore un crimen.
En agosto de 2018, en Zihuatanejo ejecutaron a Edgar Alberto Nava, un periodista por oficio que casualmente por esas fechas fungía como director de Reglamentos y Espectáculos. Con la duda por debate, el oficialismo titubeaba si debía contabilizarse en las estadísticas de los periodistas asesinados.
Hace muchos años leímos un poco de historia y desempolvamos un antiguo libro que relata la historia de Manuel Sarabia, un mexicano perseguido por el dictador Porfirio Díaz, impresor por oficio, vinculado a los clubes liberales, al lado de los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón.
La tarde del 30 de junio de 1907, el cónsul de Douglas, Arizona, Antonio Maza lo reconoció y ordenó su secuestro para repatriarlo y entregarlo al gobierno. Díaz había puesto en marcha una persecución contra sus enemigos los liberales en el país del norte y fincarles el delito de “homicidio y robo”. Antes, en una ciudad de Chihuahua, un grupo de liberales se alzaron contra el gobierno y el asalto de una oficina de correos murió una persona y desapareció dinero. Con esa excusa se desató la persecución de los liberales mexicanos, muchos de ellos extraditados de Estados Unidos.
En su primera mañanera del año, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador anunció que el 2022 sería el Año de Ricardo Flores Magón. Desde esa mañana del lunes a sus espaldas despacha con la imagen a sus espaldas del político liberal y periodista mexicano. Amlo se ha declarado varias veces seguidor de la obra de los Flores Magón y considera a Ricardo, el precursor de las Revolución Mexicana.
Si López Obrador rinde tributo a un político-periodista, como lo fue Ricardo Flores Magón, debe tener razones extraordinarias para ningunear a los políticos-periodistas actuales, sobre todo cuando caen asesinados.
En realidad, López Obrador no detesta a los periodistas por sí mismo. Más bien, batalla en sus interiores por su repulsión, contra periodistas sí, pero contra periodistas que espulgan a su gobierno y orean publicaciones que lo desnudan y exhiben frente a los mexicanos. De época han sido su encontronazo contra lo que él llama la élite de periodistas mexicanos que conspiran en su contra para asestarle un golpe de estado. Son “la mafia del poder”, los López Dóriga, Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva, los Carlos Marín y a últimas fechas, Carmen Aristegui. La lista es más extensa.
Los periodistas ajusticiados desde el púlpito de las mañaneras del Palacio Nacional han logrado meter a López Obrador entre las cuerdas. El golpe por “la casa gris” fue tan demoledor que casi un mes después, sigue siendo su tema todas las mañanas.
Cuando incluyó a Carmen Aristegui, quedó claro que las motivaciones de López apuntan a su sensibilidad a la crítica. Es un autócrata, lo han definido sus críticos.
La incisiva crítica a los periodistas, aunque él trate de segmentar al gremio entre buenos y malos, corruptos y decentes, llevó al presidente a construir un clima de linchamiento a los periodistas. Como resultado, en menos de dos meses, ya han muerto el mismo número de periodistas asesinados en todo el año pasado.
Bien hará López Obrador mirar a sus espaldas y leer concienzudamente la vida y obra de Ricardo Flores Magón. Quizá tena tiempo de reflexionar sobre la despiadada persecución de que fue víctima por un presidente de México que como él, solía presumir que hiló tantos años por el voto de los mexicanos. Eran otros tiempos, sí, pero aun en el año 2022, un tirano sigue siendo eso, Porfirio Díaz, un déspota y esclavista que a diferencia de Amlo, fue sostenido con todo el apoyo de los gobiernos gabachos, pero sobre todo, por empresarios y latifundistas, dueños de miles, de cientos de miles de hectáreas a lo largo y ancho del país.
Si nuestro presidente hurga un poco en la historia, tal vez halle que un William Randolph Hearst, el primer gran magnate de medios de comunicación, ya en las postrimerías del porfiriato era propietario de un rancho en Chihuahua de más de un millón de hectáreas. Bien hará AMLO en consultar a su esposa, de la que dicen es historiadora, sobre un tal Harrison Gray Otis, dueño del diario Los Ángeles Times a principios del siglo pasado, dueño de una hacienda de 250 mil hectáreas.
Aun cuando lo nieguen, los hombres del poder de hoy, como los de ayer, ansían controlar a la prensa y leer solo lisonjas. Para López Obrador no hay prensa mas decente que la prensa militante. El mejor periodista es aquel que le rinde culto a su persona y quien osa criticarlo es un apátrida corrupto, que conspira para derrocarlo, un instrumento al servicio de los conservadores.
Para asombro de los señores de la 4t, con el asedio encima, pagando cuota con sangre, la prensa defiende su derecho a la libre expresión y reclama respeto a su pluralidad y diversidad de pensamiento.
Esta semana trascendió el caso de Luis Segura, víctima de una agresión en Bahía de Banderas. Luis pertenece a una camada de informadores formados en la calle, un “periodista aficionado” -como hace unos años los definió un “comunicador” periodista de estudios universitarios- con reconocimiento público de pertenecer al gremio.
De este lado del río Ameca, acá en Puerto Vallarta, estamos invictos. Tres décadas atrás registramos la muerte de Ramón Barajas, un fotógrafo de un diario local, pero su asesinato en Bahía de Banderas, se motivó por cuestiones ajenas al periodismo.
Revolcadero
Estamos cerrando la semana con escenas de la invasión rusa al pueblo de Ucrania. El salvajismo en su más cavernaria expresión. Un tirano real, surgido de las cenizas del imperio ruso que se creyó extinto desde la caída de la Unión de repúblicas soviéticas Socialistas, la URSS, Vladimir Putin se ha propuesto reconstruir aquel conjunto de estados regionales unidos por el no menos infame José Stalin, consolidado por otro Vladimir, Ilich Lenin. Las escenas aterrorizan. Los rusos combaten con monstruosas máquinas de guerra y empiezan a aplastar la valerosa resistencia ucraniana. Al frente de Ucrania, un ex comediante se está ganando el reconocimiento mundial por su férrea decisión en defensa de su pueblo. El líder es Zelenski. Tiene el apoyo de un boxeador ex campeón mundial peso completo que hasta hace dos décadas era un temido gladiador en los encordados. Se llama Vitali Klitschko y es el alcalde de Kiev, la capital. Su hermano menor, Vladimir (desgraciadas que son las coincidencias) fue también campeón mundial de peso completo, lo acompaña en las defensa de la ciudad. Son ellos los líderes de un pueblo que defienda su tierra con el corazón y recrimina al mundo haberlos abandonado cuando más necesitan del respaldo de las naciones.****** Damos por consumado que la Canaco estrena nueva mesa directiva, que a decir, es una directiva parchada, toda vez que María Fernanda Arreola Bracamontes repita como presidente. La tres cabezas las ocupan damas pues Marlene Rodríguez Enríquez es la secretaria en tanto que María Elena Torres Monteón es la tesorera. En la mesa directiva aparecen personajes que por muchos años han representado en uno u otro cargo a la Canaco. Por citar algunos nombres, esta Arnulfo Ortega Contreras, “don chonito” que algo debe tener por que bajo su tutela ha construida una empresa ejemplar que se expandió por toda la bahía. El constructor Flavio Torres Ramírez Carlos Elizondo, el contador Carlos Hernández, ahí están firmes y protestando por ofrecer servicios al comercio organizado. Sin embardo, no debemos omitir que entre muchos agremiados, algunos decepcionados, se quejan del entreguismo al gobierno municipal que ha mostrado la presidente “MariFer” Arreola. No le perdonaron que apenas concilió la planilla única para hilar su tercera gestión, se echó en brazos de Salvador Llamas, enviado del alcalde Luis Michel. Al momento de las fotos, “MariFer” se deja abrazar por Fernando Pineda, uno de aquellos antreros de la zona del malecón que habían hecho acuerdos con Chuyito y gritaron al cielo cuando José Luis Pelayo Barraza y dos funcionarios menores de Reglamentos Municipales intentaron aplicar la ley por falta de licencia de operación. Pinedo jugó rudo en el vergonzoso despido de Pelayo. ****** Todo está listo para que la mañana de este sábado 26 Carlos Murguía Cibrián proteste como presidente del Comité Directivo local del PVEM, sustituyendo al motivador Ramón Chávez Lara. Habíamos dado a Carina Gómez amarrada ya en la secretaría general, pero debido a la incompatibilidad de horario de su trabajo, dio un paso al costado. Entonces, apareció Edén Aguirre Lamkin, quien ocupará la segunda posición del PVEM Puerto Vallarta. A menos sea una persona distinta, Edén, es una de esas damas asociados al consorte de amigas de la ex senadora por el PAN, Eva Contreras Sandoval, quien es amiga personal. En el transcurso de la semana se llevaron a cabo una seria de reuniones hasta integran el comité con espacios para representantes de las diversas expresiones que coinciden en el proyecto de Carlitos Murguía. Uno de los asistentes a dichos encuentros fue Rocky Nick Santana Morales quien parece haberle dado un adiós definitivo a Morena. El encargado de tomar la protesta al todo el comité, en el salón de convenciones del hotel Sheraton, será el regidor Luis Munguía.