CONTEXTOS
Esta semana sorprendimos a Carlos Murguía Cibrián por las calles de Ixtapa, lugar de residencia de Karina Lizeth Gómez Chavarín, la número dos del comité local a él confiado. Hacía visita a ciertos cuadros por incorporarse a su proyecto al frente del PVEM y le queda claro que solo con un equipo sólido puede alcanzar la meta de afiliar por lo menos 6 mil vallartenses.
Murguía Cibrián, para quien no lo conoce, es un abogado hijo de los profesores Carlos Murguía López y Carina Cibrián, el primero alguna vez jefe en la DRSE y regidor, matrimonio de prolífica trayectoria en el PAN. Karina Gómez es la suplente de la regidora Elena Castro López y tomará protesta como secretaria general del comité que presidirá “Carlitos”.
Carlos Murguía y Karina, serán, lo son ya, punta de lanza de un proyecto que se empezó a construir al arranque del pasado proceso electoral, cuando Luis Ernesto Munguía González llegó al Partido Verde Ecologista de México. La candidatura le redituó casi 25 mil votos al “verde” y Puerto Vallarta se convirtió en el mayor municipio proveedor de votos de ese partido.
En menos de un año, Luis Munguía saltó de la candidatura, de ser regidor, a presidente en Jalisco de PVEM. Tal se consumó en diciembre en la capital del estado y no sin escándalos, cuando se organizó una simbólica toma de protesta frente a los suyos en el Real del Oro, la autoridad municipal “conspiró” contra él y clausuró el recinto por cuestiones administrativas. En consecuencia, aquel fin de semana de enero, lo obligó a tomar la calle y habilitar el evento.
La noche del martes, Carlos Murguía hijo publicó en sus redes sociales una fotografía que exhibe entre sus manos un documento y al pie escribió: “aquí inicia una nueva historia, el Partido Verde Puerto Vallarta impulsara los esfuerzo a para sumar a todo aquel quien deseé la renovación de nuestro municipio, ¿vamos con todo amigos, la ola verde nadie la para”. La poderosa imagen, por aparecer a su lado a Munguía y al motivador Ramón Chávez Lara, nos confirmó lo que desde enero supimos, que el abogado hijo del profe Murguía, se alistaba para elevar en la dirigencia a Ramón Chávez.
Ninguna capa que vista a nuestros amigos los verdes nos toma por extraño. Con la venia de los muy arriba -del partido verde- se ha dado voz de arranque a un largo calendario por acabar con un proceso de selección de sus candidatos para los comicios de 2024, para el cual, la apuesta será otra vez Luis Munguía. Naturalmente, para ello deberán cumplimentarse una serie de requisitos y a ello se avocará la nueva dirigencia estatal y local. A dos años y medio, se pueden advertir varios escenarios y el principal es la repetición de una campaña electoral con Munguía de candidato.
Antes de decidir escribir el texto presente hicimos una breve revisión a las publicaciones de Munguía y Murguía, de Luis y Carlos. Hallamos que esta semana, Rubén Gómez Bernal publicó esta semana que al PVEM se arrimó una hermana del padre del ex gobernador Aristóteles Sandoval Díaz (asesinado en diciembre pasado en un negocio local) y ya es presidenta del partido en la boyante Zapopan. Otra figura ligada al ex magistrado Leonel Sandoval, Ángeles Arredondo, una ex dirigente estatal del PRI, tomó las riendas del partido en Tlaquepaque.
Después del 23 de enero, ya como presidente del PVEM en Jalisco, Luis Munguía desarrolló una agenda cargada de reuniones y visitas en los municipios de la entidad. Puso en marcha la renovación de sus comités directivas y al mismo tiempo impuso un ambicioso programa de afiliación. Ya decíamos arriba, que la meta propuesta en Puerto Vallarta es afiliar a seis mil almas, todos con credencia, de elector.
Quien deseé echarse un clavado a las redes sociales del regidor y ex diputado local y federal puede constatar su agenda de trabajo. Nos ganó la atención, por ejemplo, un retrato al lado del senador Manuel Velasco Coello, con el que, “entre otras cosas, hablamos de trabajar unidos por la renovación de la política en Jalisco y en todo el país. Vienen grandes cosas y en el PVEM, estamos listos con ideas innovadoras”.
Pero una imagen, del lunes 7 de febrero, parece revelar algo. Junto a Favio Castellanos, para quien no lo identifican, dirigente estatal de Morena, se fue a engullir unas enchiladas. Publicó: “Hoy tuve una excelente plática con mi amigo Favio Castellanos delegado del Movimiento de Regeneración en nuestra entidad y aprovechamos la ocasión con unas enchiladas buenísimas. En el Partido Verde Jalisco haremos lo propio para renovar la política de nuestro estado”.
Bien, ya desde su nueva posición en el PVEM, Luis Munguía reafirmó una alianza local con el Partido del Trabajo y Fuerza por México. Y con Morena, es sabido por todos la alianza nacional, razón suficiente para entender cada uno de los encuentros de los dirigentes.
En la elección del año pasado, verdes y morenos protagonizaron una insidiosa campaña por ganar las simpatías del electorado local. Para el 2024 se aprecia la posibilidad, y esa es apenas un hipotético escenario, que MORENA y PVEM acudan juntos a las urnas.
Hemos hablado con Murguía y consiente que Munguía es la figura de mayor valor y capital político. No descarta ningún escenario distinto porque las negociaciones tocarán el nivel más alto del partido y allá se decidirá la candidatura como las alianzas. Del lado verde, en el escenario de una alianza habrá de reclamarse el derecho de designar la candidatura para Munguía. Los morenos intentarán conservar el derecho. Un dato ocurre. Transcurridos los primeros cinco meses, la imagen del presidente municipal moreno, Luis Michel Rodríguez está por los suelos y a ese paso, en dos años, estará tan debilitado que no habrá argumentos para persuadir a los verdes. Ahí puede emerger la candidatura de Munguía. Además, ayuda los apetitos que le afloran a Salvador Llamas y ha mandado avisos de estar dispuesto a negociar una candidatura alterna, para Michel o para sí. No es de ningún modo una candidatura a gobernador, como se intenta engañar al profe. Llamas sueña con ser senador.
Lo anterior es el “plan a”. Un escenario opcional es precisamente aceptar la senaduría en alianza con Morena para Munguía. Naturalmente, los verdes reclamarán por mitad las posiciones en la planilla y en la administración municipal.
Todo lo anterior son meras ganas de hacer futurismo. En realidad, las pretensiones del equipo que construye Carlitos Murguía es hacer trabajo y más trabajo. Están al alcance los votos de un Luis Michel que ya hace aguas y va en picada libre. Su traking les indicaba, al cierre de proceso anterior, que si la campaña se prolonga otra semana, rebasan a los naranjas. El reto es ese, para el 2024 revertir la desventaja de la elección 2021 y la voz de arranque se dará en una semana, el sábado 26, cuando Carlitos Murguía tome las riendas del partido.
Revolcadero
A mitad de semana, un diario tapatío publicó: “Sin que sea acusación, porque no figura como delito, a eso suena el anuncio de decenas de integrantes de Fuerza por México -uno de los partidos que perdieron el registro en 2021-, quienes van a sumarse a las filas del Partido Verde para hacer una “alianza estratégica electoral”. Se trata de “líderes sociales” y regidores de Jesús María, San Ignacio Cerro Gordo, Poncitlán, Ixtlahuacán de los Membrillos, Zacoalco de Torres, Sayula y Tecalitlán. Y el mismo diario cierra el breve comentario: “El Partido Verde está armando un trabuco”. ¿Será? No se menciona que es resultado del trabajo llevado a cabo por el político vallartense, pero es el trabajo de Luis Munguía, del que sus seguidores toman registro por sus redes.****** Desde la capital del gabacho, Whasington, llegó esta semana una noticia que sacudió a los vallartenses. El Departamento del Tesoro de estados Unidos, boletinó su anuncio de designar como “narcotraficante significativo” y aplicó sanciones en contra de Sergio Armando Orozco Rodríguez. Que ayudó a un cartel a “infiltrar la economía de Puerto Vallarta y a intimidar a empresarios legítimos”. Dice el comunicado: “Bajo las sanciones, el Departamento del Tesoro confisca todos los bienes y congela las cuentas bancarias de y asociadas con Orozco Rodríguez que se encuentren bajo jurisdicción estadunidense, además de abrirle un expediente judicial por delitos de tráfico de drogas y lavad de dinero”. Es trabajo de la ley de los vecinos del norte, no del gobierno moreno azteca.******Para cerrar la semana, precisemos el caso del relevo en la Dirección Jurídica del Ayuntamiento. Uno de nuestros lectores nos corrigió lo que consideró la afirmación de que el abogado Emigdio Hurtado Rolón era el relevo de Roberto Ascencio Castillo. Es una cuestión que a veces, llama verdad media o media mentira. El académico del CUC fue llamado en calidad de “encargado” para recibirle a Ascencio la dirección y en efecto, ese “encargo” que le confió el alcalde Luis Michel fue por unos días en tanto se alista y una licenciada traída de la Ciudad de México, Elena Bravo. Ya Martha Ramírez en Contralínea, despejó cualquier duda. El martes se dará a conocer el nombre de esa abogada y se presentará a los periodistas. Por lo demás, nos es irrelevante si erramos en que si fue o no “encargado” Emigdio Hurtado, el que personalmente nos aceptó haber sido llamado y por “encargo” del alcalde hacerse responsable de recibir el despacho u oficina y en su momento entregará a la nueva directora. También estamos ciertos y seguros que “el profe de los dieces” pudo haberse llevado aplausos si nombra a Hurtado Rolón al frente del Jurídico. Lo que es desperdiciar talento, experiencia y conocimiento. Pero bueno puede más ese incomprensible impulso por privilegiar al foráneo por encima del material local.