CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Este último miércoles, ocurrió el último desapego de Salvador Llamas a su responsabilidad al frente de un Seapal que se desmorona en sus manos y acicaló el malestar ciudadano por la escasez de agua. Movido por sus aspiraciones futuras, se fue a la capital del país y en calidad de “asesor” del alcalde Luis Michel “presentarlo” a la presidencial, Claudia Sheinbaum.
Ese día mismo, acá en Puerto Vallarta, le asustaron un rudo golpe político a Llamas Urbina que lo sacó de balance: Bogar Zamudio Pérez fue removido de la coordinación de jueces municipales y relevado por Benito Gutiérrez González.
¿Se acuerdan de Benito Gutiérrez? Es el amigo de Jesús Michel López, el primogénito del presidente municipal Luis Alberto Michel Rodríguez, y a quien se le atribuye haberlo impuesto de “subcontralor municipal” desde octubre.
Es fácil advertir que en los último días ha escalado el fuego amigo que trae trenzados a dos de los más influyentes “asesores” de Michel, el zacatecano Salvador Llamas y su hijo Chuyito. Algunos medios de información han plasmado en sus espacios el duelo de esos dos singulares personajes.
Primero, debemos confesar nuestra extrañeza que el fuego amigo entre los morenos se desarrolla ante la indiferencia de Michel. Bueno, a veces toma tintes de hasta haberse aliado a su vástago Chuyito y haberle tendido una trampa a Llamas al llevárselo el miércoles a la capital del país, precioso tiempo que su hijo aprovechó para hacer de las suyas y debilitar a Llamas.
Al interior de la administración municipal, también del Seapal, se considera que existe una bien organizada campaña contra el Seapal. En esa trama, al objetivo final sería menguar y aflojar a Llamas. De acuerdo a la misma versión, atrás de las acometidas estaría Chuyito.
“Con lo del agua, Chuy le está pegando a Llamas”, nos habían dicho. Es la vieja suspicacia que entretiene a los morenos.
Es bien sabido que en las últimas semanas, cuya suma ya hicieron meses, Llamas ha sido incapaz de dirigir con eficiencia al Seapal. Llegó al grado de declarar ser víctima de sabotajes y conspiraciones, una justificaba tantas veces invocada que los vallartenses ya no le creen.
Llamas parece ignorar que dada la importancia de su responsabilidad, esa bajo escrutinio público por diversas razones, por agarrar las riendas de un organismo que hiló tres décadas de operar bajo estándares de alta excelencia, y por ser el primer director en muchos años con un perfil político y no técnico.
A sus críticos, Llamas Urbina las ha dado todas las razones por haber. Mientras el Seapal se cae a pedazos, él ha preferido la magnificencia de los viajes, hacer gala de opulencia y ostentar un modo de vida fuera de la medianía que exige la austeridad de la 4t. No hay modo de justificar su estancia a Mérida ni mucho menos los constantes viajes a Guadalajara y a la Ciudad de México, a veces solo, otras tantas al lado de Michel.
Nada ello implica por sí mismo incurra en cuestiones de ilegalidad. Aun si todos los viáticos de esos viajes se carguen al Seapal a la tesorería municipal. Pero sin duda que ese derroche en el gasto no es compatibles a los sagrados principios de la austeridad republicana.
En la agenda de Michel y de Llamas del viaje de esta semana a la capital del país, estaba una reunión con la jefa del gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo. Todo México sabe, a riesgo de exagerarla afirmación, que la dama es la aspirante presidencial elegida de las simpatías de Andrés Manuel López Obrador.
No se podrá disimular con falsas argucias el viaje de Michel y Llamas. Si suponemos que a cada viaje el funcionario “comisionado” que recibe viáticos está obligado por ley a justificar cada peso que gaste, ni hallamos por dónde ni cómo se pueda obtener beneficios de un encuentro con la jefa del gobierno capitalino. Si la dama prometió alguna donación, los Michel-Llamas se guardaron la información.
Por carecer de razones para justificar el oneroso gasto, Llamas y Michel han optado por mantener el secrecía el dichoso viaje. Pero no contaban con que el presidente municipal de Mascota Marco Antonio Rubio López, todo alucinado por estar al lado de la Sheinbaum, publicó la foto donde al frente esta Michel y muy al fondo se alcanza a ver el alzado rostro del director del Seapal.
Escribió Toño Rubio en una de sus publicaciones: “Poco más de una hora duró la reunión con Claudia Sheinbaum. Es increíble la sencillez de esta mujer que gobierna una de las ciudades más importantes de Latinoamérica. Estamos hermanando elaciones de trabajo con la ciudad de México todo en busca del beneficio de nuestro querido Mascota”. ¿Será? Si es así; Si hubo beneficios para todos, ¿porque Michel-Llamas no lo cacaraquean?
Claudia Sheinbaum, como lo haría cualquier político con aspiraciones, la maldecida “aspiracionitis”, se halla en una fase de tejer desde la jefatura de la CDMX su estructura de precampaña. Por eso llamó a un grupo de alcaldes emanados de su partido Morena y Luis Michel encaja como también el mascotense, Toño Rubio, y los alcaldes de Zapotlanejo, Gonzalo Álvarez, el hermano del boxeador Saúl “el Canelo” Álvarez, y de Encarnación de Díaz, Gilberto Palomar.
Entonces, a Llamas, nada bueno arrojó el último viaje de sus politiquerías. De regreso supo se enteró que Chuyito lo madrugó y eliminó a una de sus piezas más confiables. Es la última evidencia para suponer que frente a Chuyito, Llamas ha ido perdiendo terreno.
Nos dicen que la plaza de “coordinador de jueces” es de una importancia que pocos lo dimensionan. El coordinador de jueces posee atribuciones para descontar todo tipo de multas administrativas, de infracciones diversas, y quizá Chuyito Michel halló la motivación de arrancarle la posición a Llamas”.
Nos escribió un informante desde el gobierno municipal: “Chuyito va a lo grande, por las multas de las grandes obras, las de miles y miles…”.
Revolcadero
En nuestra historia de hoy citamos a Toño Rubio, el alcalde de Mascota. Este personaje se hizo famoso acá por la costa cuando alzó la cara para reclamar por el Partido Acción Nacional el derecho a ser candidato a la alcaldía de su municipio a mediados de la década pasada. Su “trabajo” en el PAN le alcanzó para una chamba en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Quién sabe si es verdad pero sus amigos presumen que esa plaza de “jefe de atención al público” en un juzgado de control, enjuiciamiento, justicia integral para adolescentes u ejecución penal” aquí en Puerto Vallarta solo pudo ser posible conseguirla con el apoyo del Chema Martínez, un político que de ser senador por el PAN brincó a Morena. En 2018 fue por primera vez candidato de Morena en su natal Mascota. Fue ya como regidor cuando su nombre sonó en los medios locales al ser pillado cobrando en dos dependencias de gobierno, la del Consejo de la Judicatura y la de regidor en “la esmeralda de la sierra”. Lo colocaron de un ejemplo de que en Morena era posible pisotear los sagrados principios del “no mentir, no robar y no traicionar”. Como regidor ganaba poco más de 13 mil pesos al mes pero como “jefe de atención al público” en un juzgado de control, se embolsaba un segundo cheque por arriba de los 36 mil pesos. Ya acorralado, convencido de que ninguna lay hacia compatible el sueldo de un cargo de elección popular con una segunda chamba se resistió un tiempo a renunciar al juzgado que él sabía era una auténtica aviaduría. Finalmente, el año pasado volvió a ser candidato y cumplió su sueño de gobernar Mascota. Y tiene otro sueño, empujar a la candidatura presidencial a Claudia Sheinbaum y él hallar acomodo en un chamba federal.******** Detengámonos por un momento en Benito Gutiérrez González. Nos confirman que ya despacha como encargado de la coordinación de jueces municipales en donde desplazó a Bogar Zamudio Pérez, una de las piezas que Salvador Llamas Urbina trajo desde el Estado de México para saciar sus aspiraciones políticas -y de conquistador- en su descubierto edén tropical recién descubierto. Benito es parte de aquella camada de jóvenes priistas que de las aulas universitarias saltaron al gobierno municipal apadrinados por Salvador González Reséndiz. En bola, de la mano de Alfonso Alcántara, Oscar Daniel “El Winnie Pooh” Zamora Cuevas José Carlos Martínez, Luis Vidal Hernández Casillas Ramiro Rodríguez Ávalos, y otros, probaron las mieles gubernamentales y les gustó tanto que cuando el PRI quebró, ahora reaparecieron revestidos del vinotinto moreno. Fue en esos tiempos que muchos hicieron sus íntimas migas con Chuyito Michel, quien por esos tiempos apenas le alcanzaba para ser cargamaletas del “Winnie”. Por cierto, se alineó al mochilismo y evadió eso ser perseguido y despedido, como casi todos los demás.*******Nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador ha dejado una larga frase para la posteridad: “José Ramón tiene 40 años, es independiente y no tiene que ver con el gobierno porque ninguno de mis hijos tiene que ver con los asuntos públicos, ninguno de mis familiares, porque yo hice un compromiso con el pueblo de México de no permitir ni la corrupción el amiguismo, el influyentismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras y no le voy a fallar al pueblo. Bueno, pareciera que a él también lo asesora Salvador Llamas (como dicen le gusta se dirijan a él), que el asesor de Luis Michel le escribió el guión para desasociarse de la casona de Houston. Ya no hay espacio para recordar aquel boletín del profe de los dieces donde hacia un curioso juramento público de que sus hijos, sus amigos, compadres, no metían mano a su gobierno.****** La del pilón finsemanero. El amigo Jorge Olmos escribió sobre los negocios de los hermanos Gil Callejas, un protegido de ambos, un tal Pablo Sandoval, de quien hemos escuchado algunas de sus historias. Sospechamos, y solo es mera sospecha, que se trata de un nuevo capítulo, con vínculos a los desagradables olores que despide la principal oficina de la avenida Francisco Villa. En cualquier día puede brotar la escandalosa “sociedad” nacida en Bahía de Banderas, con oficios de por medio, que une al Chón Gil Callejas con el Chuyito.