CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
A propósito de la última ocurrencia de nuestro presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, la de implementar y aplicar el “mentirómetro” a medios de comunicación, que más bien parece remedio para intimidar y censurar a la prensa, se nos ocurre rememorar un encuentro registrado en la primavera de 1999, cuando brillaba el esplendor de los gobiernos municipales del Partido Acción Nacional.
El alcalde David Cuevas García estaba molesto y todos los días solía reclamar la información crítica del diario Tribuna de la Bahía a su gestión. Su actitud era tan inaguantable que cuando el dueño del diario, Fernando González Corona puso oídos sordos a sus quejas promovió una reunión con directivos y la plantilla de reporteros.
En el restaurante El Azabache, de inicio David Cuevas hizo una larga perorata y todo se reduce a un esfuerzo de descalificar el trabajo de los reporteros. No exageramos si decimos de haber señalado que en las páginas del impreso abundaban mentiras y con él como objetivo ara afectar su administración.
Desde nuestra responsabilidad en el área editorial, nos limitamos a establecer perfectamente la posición de un reportero frente a un celoso funcionario empeñado en “administrar” información, obsesionado en filtrar información y manera tiempos para obtener los mejores dividendos políticos. “Ese eres tú, presidente”, se le dijo en su cara.
Argumentamos nuestros dichos con un ejemplo. González Corona lo incorporó a su gobierno como secretario general del Ayuntamiento y a él le solicitamos información referente a casi 500 permisos del giro negro, (expendios de cerveza, cantinas, bares) otorgados en el ocaso de los priistas Rodolfo González Macías-Rafael Yerena Zambrano. El funcionario negó la información pero al siguiente día, portada y en planas centrales, otro diario, publicó la información. Fue notable que David Cuevas había mentido. Héctor García Lugo, fundador y dueño del diario El Sol, siempre libres, dirigió al equipo de prensa municipal.
Pero en aquella ves algo le dejamos en claro al presidente municipal. Entre la prensa y un gobernante, es éste último quien dispersa las mentiras y con mucha regularidad miente varias veces al día. Cuevas García jefatura el emporio de los medios electrónicos de González Corona, la CPS, radio y televisión.
Que López Obrador anuncia el semanal “quien es quien en las mentiras”, parece más una reacción a las mediciones que a él en sus mañaneras le llevan. Los expertos estiman que en cada mañanera, nuestro presidente lanza un promedio de 80 mentiras. Pueden ser afirmaciones falsas, que no se pueden como dar como ciertas y por lo tanto, caben en lo que son mentiras. Con esos datos, imposible competirle al mandatario de la nación.
En su debida proporción, todos los funcionarios con poder de mando y con privilegiada posición política, todos mienten. La mentira más socorrida, solo por citar, es cuando López Obrador niega poseer tal o cual información para solo eludir opinar en un tema que le es espinoso. Es una mentira por que él ha sido reiterativo en afirmar que el presidente de la república todo lo cabe, que es el mejor información de México.
En sus “mañaneras”, todos los días azuza y acusa a los “conservadores”, a sus enemigos políticos y a los empresarios no amigos pero es capaz de apagar el fuego si se trata de empresario como Carlos Slim. Mientras a unos encarcela para presionarlos y obligarlos a vender sus empresas, como el dueño de Altos Hornos de México, con Slim se siente en privado a negociar para controlar daños políticos por la caída del tren de la línea 12. Miente cuando dice que a él no le gustan los problemas legales y que prefiere acuerdos. Miente porque sus decisiones se matizan según sus intereses políticos y no por previsibles gustos personales.
Cuando los priistas perdieron el poder, aquí en el municipio, fue posible palpar la piel sensible de los panistas a la crítica de la prensa. Por décadas, los priistas dominaron el servicio público y era sabida su piel bien curtida capaz de resistir estoicos las críticas por injustos que hayan sido. Los neopolíticos solían reaccionar con demandas y denuncias pero cuando más experiencias acumulaban actuaron con mayor tolerancia. Creemos que los morenos, todo el equipo de gobierno de López Obrador pasan por este periodo de aprendizaje y limada su concha serán más receptivos al periodismo crítico.
Quien sabe cuál será el comportamiento del profesor Luis Alberto Michel Rodríguez desde el poder municipal frente a los medios de comunicación. Que nadie se construya altas expectativas porque en su íntimo grupo de probables colaboradores ya se han exabruptos, la definición de ellos de un periodista. Es simple: “son chayoteros”.
No pretendemos adelantar un debate en un tema en donde no habrá ni ganadores ni triunfadores. La información de medios con contratos publicitarios es pública y cada quien tendrá opinión y valoración sobre la valía del monto de pago.
Lo que habrá serán pagos expedidos por un servicio requerido a determinada empresa o persona moral. No hay ninguna cuestión ilegal aunque el posible juicio sumario de empedernidos morenos ya está dado. La prensa, según el catálogo y diccionario obradorista, es chayotera y punto.
Dado la inclinación contestataria del primer moreno del país, su afán por descalificar a todo aquel que no comulgue con su gobierno, su ideología, el que no se alinee a sus dictados ni respalde sus acciones, López Obrador intenta ocultar la intolerancia a la crítica.
El reto ser Michel será la de encabezar un gobierno con piezas que se irritan a la primer crítica. De momento evitaremos dar nombres de quienes se han referido a tal o cual periodista o medio con tan vulgar palabrita. Lo dicen creyéndose portar los genes del huésped del palacio nacional. Si desde el principio será el sello de distinción de los morenos, auguramos un trienio divertido, del cual brotará información a raudales.
Revolcadero
Que “de Guatemala a Guatepeor”, será el cambio del MC por Morena, fue el mal presagio del regidor por el PAN, Saúl López Orozco. Escribió la tarde de este miércoles 23 de junio: “Lo que algunos creen, será un buen cambio… dudo mucho que así sea… Hoy, al salir de Palacio Municipal me entere que estaba en el interior el Presidente Electo de Morena en el Municipio de #PuertoVallarta y una comitiva que lo acompañaba, sin embargo eso no es raro ni la situación que les quiero compartir… Sino, que al salir del Palacio Municipal se encontraban mal estacionadas sobre la calle Morelos esquina Independencia, varias camionetas estilo fifis y sin placas, como las describe el Ejecutivo Federal, obstruyendo el paso de un carril de la vialidad sobre el Malecón, provocando casos en la vialidad. Aún, no son autoridad y ya están infringiendo la ley… PD. Espero que tránsito les hubiera colocado la infracción correspondiente a lo cual le daré seguimiento. Y si esto se repite en los días siguientes, les estaré tomando foto y las subiré a las redes sociales para exhibir la actuación de los funcionarios entrantes de Morena que aún no están en funciones y ya están demostrando su falta de congruencia con lo que predican”. Hasta ahí el regidor panista. Añadiremos que al leer las líneas de arriba, pensamos “éste Chuy Michel, ya está haciendo de las tuyas. Pero bien pudo ser Salvador Llamas ese prepotencia e irrespetuoso conductor al servicio de Michel.******Que punto y aparte, es cierto, el alcalde electo, Luis Alberto Michel Rodríguez se reunió con el presidente municipal interino, Jorge Antonio Quintero Alvarado para afinar cuestiones ligadas al proceso de entrega recepción. El alcalde interino y un servidor, “coincidimos que la comunicación y el diálogo entre autoridades salientes y entrantes, debe prevalecer en el proceso de entrega recepción. Por encima de cualquier cosa debe estar siempre el interés superior del pueblo de Puerto Vallarta”, publicó en sus redes sociales Michel.****** Un antiguo informante nos soltó a bocajarro la historia de un reducido grupo de priistas que buscaron primero acomodo en el equipo verde de Luis Munguía, luego se incrustaron en el Movimiento Naranja, ya en plena campaña prometiendo acarrarle algunos miles de votos, pero ahora nos salen con que de último momento, el mismo grupo traicionó a los naranjas y se vendió” a Luis Michel y votó por Morena. Si le buscamos el mejor ángulo a esta historia nos resulta fascinante desde que allá por el mes de mayo nos la platicaron. Sin embargo, más allá de ser certero el cuento tropical halamos evidencias que apuntan a las pretensiones de intentar venderle espejitos al profe Michel. En una de esas, como el chicle, puede y la peguen y vemos colocándose en la administración municipal morenista a dos o tres figurillas del PRI. Si nos animamos, el fin de semana quizá abundemos en el tema.