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Gerardo Sandoval Ortiz |

La telaraña de la mentira y el engaño político

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz

 

 

 

En una comida de amigos, el sábado, saludé a un invitado especial del anfitrión. Era Rodrigo García Caballero el que a las primeras de cambio llevó a la mesa el tema del famoso audio de la química, Laurel Carrillo Ventura. El efímero regidor de Morena, celoso defensor de los sagrados principios “no mentir, no robar, no traicionar”, platicó haberse propuesto ir hasta las últimas consecuencias contra la dama que buscó ser otra vez candidata a alcalde y a diputada local y, difundido el audio de su “moche”, acabó por largarse al PVEM, que para coordinar la campaña de Luis Munguía.

Nos asombró escuchar la decisión con la que el amigo Rodrigo García, descendiente familiar del legendario líder agrario Pancho García, pretende dar seguimiento por la vía electoral y penal hasta lograr ejemplar sanción a quien a su juicio lo presionó para quitarle la mitad del salario de regidor, recursos que dijo dedicaría a su “campaña”.

Pero bueno, más allá de la charla con Rodrigo, nos proponemos más buen exponer la advertencia de los sucios parches que exhiben el cuestionable equipo del que se rodea Luis Ernesto Munguía González. La química Laurel Carrillo no parece reunir sus presumidas cualidades y ensalzados principios de quien por casi cuatro años fue su líder y deidad, Andrés Manuel López Obrador. Laurel está a mucha distancia de ser ejemplo vivo y honorable y el dichoso audio de Rodrigo García ayudó a dimensionar el tamaño de su calidad moral.

Antes del registro y presentación de planilla y equipo de campaña de Munguía González, ya revestido de “verde”, un amigo nuestro y seguidor del diputado con licencia, se ofreció darnos ciertos pormenores del entorno político que del MC migró a Morena y se refugió en la franquicia del Partido Verde Ecologista de México. La información no varió mucho a posteriores comentarios obtenidos de un simpatizante perdido en el sufrido proceso de metamorfosis naranja-moreno-verde.

La apuesta de Munguía es temeraria. No estamos seguros de si aplica aquella máxima de la imposibilidad química de unir el aceite con el agua pero si es cierto que apenas unos cuantos días atrás existía (¿O la sigue habiendo?) la peor dosis de inquina entre Laurel Carrillo y Francisco Sánchez Peña. Esa repulsión nació desde el momento que Sánchez Peña empezó a construir su proyecto de candidato independiente a la alcaldía. Y esa malquerencia se multiplicó cuando el médico anunció su incursión a Morena precisamente en calidad de aspirante a ser candidato a alcalde para el presente proceso electoral.

El paso dado por el dueño de la Clínica Las Palmas era una amenaza para las aspiraciones la dueña del Laboratorio Carrillo, quien al cabo de una cansada “campaña” desde su regiduría, renunció a su registro y dio un extraño giró para buscar la candidatura a la diputación local.

En el deterioro de relación entre el médico y la química, antiguos socios en un limitado grupo de “socios” en taxis, hubo un factor determinante. Cuando los dos competían en aparente igualdad de fuerzas y condiciones de equidad, vinculados ambos a Carlos Lomelí Bolaños, reapareció Juan Carlos Castro Almaguer. Este se apropió del proyecto de la química, reducida a simple monigote que solo respondió a las órdenes del concesionario de la basura en la franja turística de la Riviera Nayarit.

Cuando en agosto del año pasado, Paco Sánchez entró en cólera supo que Laurel Carrillo llevó a la oficina de Carlos Lomelí a Castro Almaguer y un maquilador de imagen de que en la agenda de Lomelí identificaron como Diego Torres. En aquel encuentro, Laurel Carrillo y Castro Almaguer explicaron el proyecto de la campaña negra contra el alcalde Arturo Dávalos y el Movimiento Ciudadano en Puerto Vallarta. Hubo luz verde y esto fue entendido como permiso a Laurel para acelerar la campaña y pasar por encima de “Los Pacos”.

“Pretenden dar imagen de estar unidos pero entre ellos se están haciendo pedazos” nos dijo nuestro amigo cuando lo consultamos sobre el mensaje de bardas que enfatizaba el “unidos”, primero con Morena y luego con el verde.

Munguía, cuando de Morena brincó al Verde, se jactó de haber vaciado al partido de López Obrador. Algo hay de eso. Pero valiosos aliados lo abandonaron al notar la pérdida de seriedad de un proyecto que se movía sin rumbo fijo. Aquí la referencia aplica, y solo por citarlo de ejemplo, al jerarca obrero Rafael Yerena Zambrano. El dirigente estatal de la CTM había sido aplaudido por los “munguiboys”, sobre todo en aquella masiva fiesta de cumpleaños celebrado en la explanada de Armando Villaseñor. Cuando la cabriola del MC a Morena, el grupo político de Rafael Yerena olió el tufo que despedía el proyecto y se abstuvo de seguirlos. La semana pasada los cetemistas ratificaron un compromiso de “apoyo” a Guadalupe Guerrero Carvajal y Arturo Dávalos Peña.

Los amigos cetemistas han hecho sus propias mediciones y cálculos que les arrojan probables resultados. Una de sus conclusiones indica que, al repudiar Morena a Munguía, los dos (Morena y Munguía) redujeron a casi cero sus posibilidades de ganar la elección por la presidencia municipal. Munguía mantiene cierto imán de votos pero no le será suficiente para ganar por el Verde, un partido con simpatías de marca que ronda el uno por ciento. Morena en cambio, supera ampliamente el 30 por ciento de la preferencia ciudadana.

Es cierto, Munguía ha puesto en posición de competir al PVEM pero al pulverizar el voto antiMC, paradójicamente fortaleció al MC y vitalizó las posibilidades de Lupita Guerrero. Los operadores de la candidata del MC deberían redireccionar sus estrategias al punto de colocar en igualdad las fuerzas opositoras, morenos y verdes.

El MC ha dado muestras de un voto duro, y ha puesto atención a cultivar dichas simpatías que en número de votos ronda los 30 mil leales a la causa naranja. Esas son brigadas que componen la famosa estructura de la que tanto alarde hace el MC. Son ellos los que más aplaudieron y alentaron a Munguía cuando abandonó a Morena para irse al PVEM. Aun sin candidatura, se si queda en Morena, sería la peor amenaza del MC. Con su berrinchuda pirueta lo único que logró fue una fiesta naranja.

 

Revolcadero

 

Por cierto, hace dos semanas, el lunes 15 de este mes de marzo, Rodrigo “el rorro” Pérez Hernández por poco se  tropieza con el autor y unos amigos. Ignoramos si volvió su vista al otro lado para eludir el saludo. Platicó con un amigo común, un amigo de Tepic relacionado a medios de comunicación, lo despacho pronto, y se integró con otro grupo de personas. Es aquel influyente secretario de turismo en el gobierno de Nayarit, en los tiempos del ahora fugitivo Roberto Sandoval Castañeda, el político que como gobernador amasó cuantiosa fortuna y ahora es buscado por la ley. “El rorro” ha estado muy activo en Puerto Vallarta desde que se integró al equipo de campaña de Luis Ernesto Munguía González. Nos dicen que para aceptar coordinarle algunas cuestiones, lo llevó a Munguía Juan Carlos Castro Almaguer. Veremos si “el rorro” nos brinda algún saludo e n estos Días de Guardar. Porque nos confirman, que aquí anda, y no se va de vacaciones. Si ya se fue al Novillero, como dice el amigo Lucio Santana Zúñiga, allá nos vemos y saludamos. (PD: Lucio Santana es un amigo que fue diputad local, presidente municipal de Tecuala y en este actual proceso electoral aceptó la invitación del MC para competir por la diputación federal. Es una de otras piezas política que colocan al MC en competencia) A quien no conozca ****** Como en cada inicio del periodo vacacional de Semana Santa, la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, Cofepris, dio a conocer este domingo sus recomendaciones y alertas de playas que constituyen riesgos para la salud de los bañistas. Y para tomar nota, en la lista de playas negras, con altos niveles de contaminación, y para sorpresa, aparecen dos playas de Puerto Vallarta, Los Muertos una que identifican como “Cuale”. Se entiende que la última es la desembocadura del río Cuale, un afluente que en su paso por la zona urbana recibe descargas de aguas negras. Informó la Cofepris: “En el informe de resultados del Programa de Playas Limpias se analizó el agua de mar de 65 playas en 70 destinos turísticos de los 17 estados costeros, se encontró como resultado que 98.11% de estas playas, entre ellas las de Sinaloa, pueden ser clasificada como aptas, ya que cumplen con los niveles de seguridad de enterococos, establecidos en la Organización Mundial de la Salud”. En el nivel no apto, con pésima calidad del agua, se detectaron playas de  Rosarito, Tijuana y Ensenada en Baja California. Que seis playas no pudieron ser muestreadas por estar cerradas debido a al Covid-19; estas se hallan, una en Veracruz puerto y seis más en Campeche.****** Por cierto, este Domingo de Ramos se informó del inicio del operativo de prevención a visitantes a este destino por parte del personal de seguridad pública, bomberos y protección civil municipal y del estado, quienes regularmente tienen el apoyo de personal de otras dependencias municipales, además de las fuerzas armadas, Guardia Nacional, voluntarios de la Cruz Roja y otras. Al frente del operativo se halla el comisario y capitán Fernando Viveros Hernández y el subdirector operativo, capitán Jesper Jovani Pérez Azamar.  Indicó el primero que se han instalado policías pie tierra para brindar auxilio en toda la zona hotelera, playas y en el primer cuadro de la ciudad se dispone de personal en cuatrimotos y motocicletas, además de las patrullas que realizan labores cotidianas. En los accesos a playas se instalaron filtros especiales desde Boca de Tomates y Boca Negra hasta Boca de Tomatlán. Revisan no se introduzcan botellas de vidrio y objetos punzo penetrantes y cortantes, además objetos prohibidos como armas y/o estupefacientes. También se recomendará a bañistas el uso de cubrebocas y se les aplica gel antibacterial.