CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Este lunes 24 de agosto, citamos en este espacio que el espacio digital Metodopolíco.com hacía punta en la campaña “quítate el naranja”, una acometida mediática al gobierno de Puerto Vallarta con participación de la regidora Laurel Carrillo Ventura y el concesionario de la basura en Bahía de Banderas, Juan Carlos Castro Almaguer. Es cierto, hace un mes se reunieron en Guadalajara con Carlos Lomelí Bolaños, le expusieron la campaña y obtuvieron luz verde.
Bien, lo que no esperábamos fue que también el lunes, el director general de Grupo Método Investigación, Estrategia y Comunicación, SAPI, Diego A. Torres difundió un escrito de confusa y ambigua redacción para desmentir la información de su espacio digital. Se retractaba de ser el responsable de publicar un listado de medios proveedores del gobierno de Puerto Vallarta. A las 11:09 horas de ese lunes, el autor recibió vía whasapp, de un número aparentemente de Guadalajara, el listado de medios y un texto sobre el tema. Son las huellas de la campaña “quítate el naranja”.
“Sirva la presente para hacer una aclaración respecto de la nota amañada que se ha estado difundiendo en días pasados con información falsa y fabricada para engañar dolosamente a nuestros lectores”, subraya el director general de la “revista de los gobiernos innovadores” como se define. “Nos deslindamos de esa información falsa (…) Ninguna empresa vinculada al Grupo Método Investigación, Estrategia y Comunicación tiene en su poder la información que ha circulado, haciendo uso indebido de nuestro logotipo”, remata el escrito.
Antes de saber la aclaración de Diego Torres, supimos que el aludido hablaba de haber sido “hackeado” su página electrónica. Sin embargo se duda de ser verídico ese instrumento de negación.
Entonces, empecemos por precisar que la difusión del listado de medios de comunicación debe leerse como parte de la campaña contra el partido Movimiento Ciudadano y su gobierno municipal aquí en Puerto Vallarta. La campaña es fruto de la “sociedad” que une al empresario Juan Carlos Castro Almaguer con la regidora de Morena, Laurel Carrillo Ventura. Han dejado su rastro desde hace un mes cuando acudieron con Carlos Lomelí para exponerle la campaña aunque en ningún momento revelaron el pacto entre ellos: la basura. Por alguna razón desconocida, Diego Torres ya se deslindó.
¿Quién es Juan Carlos Castro Almaguer, el protagonista estelar de la historias de hoy? Laurel Carrillo tiene papel secundario, un ente totalmente manipulado por su falta candorosa malicia e ingenuidad política.
Se trata de un personaje de interesante trayectoria que tiene habilidad para granjearse simpatías y poder para persuadir a quienes desconfían de él hasta ganarse confianza plena. Hace dos décadas llegó con una mano atrás otra adelante a Puerto Vallarta procedente de Tepic. En plan de emprendedor abrió un negocio a media cuadra del malecón y fue ahí cuando conoció a algunos políticos locales.
Su decisión más audaz fue abrirse espacio en el grupo de amigos íntimo de Gustavo González Villaseñor y juntos ganaron la alcaldía en el 2003. Los casi tres años al frente de Desarrollo Social le fueron insuficiente para afianzarse y lograr ser candidato. Tenía todo el apoyo de González Villaseñor pero mientras más lo conocían los empleados municipales más desconfianza despedía. Le brotaron por varios escándalos y tenían que ver con malos manejos de recursos. Acabó por hacerse a un lado y allanarle el camino a Andrés González Palomera quien perdió una elección interna ante Javier Bravo Carbajal, el final abanderado tricolor y alcalde del trienio 2006-2009.
Lo paradójico es que el fracaso en la política le abrió otra oportunidad a Castro Almaguer en el mundo de los negocios millonarios. Meses antes de entregar Gustavo González el gobierno a Javier Bravo, se trasladaron ellos con recursos adicionales a Bahía de Banderas y ayudaron en la campaña a Jaime Alonso Cuevas Tello. Con González Villaseñor y Castro Almaguer presumiendo ser los cerebros del triunfo del PRI, el actual alcalde fue por primera vez presidente del joven municipio de la Riviera Nayarit.
El apoyo a la campaña de Jaime Cueva no fue de gratis. Su gestión fue de 2005 al 2008 y para el 31 de diciembre de 2007 la recolección de la basura en la franja turística le había sido concesionada a la empresa GIRRSA, Grupo Integral de recolección y Reciclados de Occidente S.A. de C.V.
Es público que atrás de la GIRRSA, estaba el ex alcalde de Puerto Vallarta, Gustavo González y Juan Carlos Castro Almaguer. Naturalmente ellos no aparecían en la sociedad aunque al frente estaba Claudia de Castro Almaguer. Hubo otros dos personajes con participación, un empresario constructor tapatío y Jaime Cuevas.
Por esas fechas, Gustavo vendió un autolavado de vehículos de la avenida Francisco Villa, en Fluvial Vallarta que por hacerlo sin avisar ni pedir permiso a Castro Almaguer, éste se molestó pero sin romper relaciones. Cuando el negocio de la basura en Bahía de Banderas iba en popa, con cierta frecuencia Gustavo iba por su “renta” hasta que un día, Castro Almaguer lo paró en seco. “Hasta aquí, ya estas pagado. Este negocio es mío”. El siguiente paso fue eliminar a Jaime Cuevas pero sin embargo nunca se supo si le pagó algún dinero extra. El tercer socio, el constructor de Guadalajara se quejaba que Castro Almaguer nunca le hizo cuentas.
El historial de los servicios GIRRSA ha sido caótico, plena de quejas en los años de concesión. Héctor Paniagua relevó a Cuevas y en a principios de su primer año completo, 2008, lo agobiaron la quejas por el pésimo servicio. Fue el primero en observar que el contrato le era leonino al municipio. Entre el 2011 y 2014, el alcalde Rafael Cervantes Padilla firmó un acuerdo administrativo para retirarle la concesión por incumplimiento en el servicio en una temporada vacacional. José Gómez Pérez, quien fue presidente municipal del 2014 al 2006 también la acusó de abandonar el servicio de recolección de la basura en la franja turística porque GIRRSA solo disponía de dos o tres camiones y montañas de basura se acumulaba en las esquinas.
La queja por mal servicio ha sido permanente. Y con cierta regularidad la autoridad municipal revisa el contrato para explorar la posibilidad de revocarlo. El leonino contrato establece en uno de los puntos que cada tres años está en ese supuesto de anularlo pero lo exige en la primera sesión del pleno del Cabildos, sesión especial para otros acuerdos de ley como asignación de comisiones, ratificación y toma de protestas de funcionarios.
El ahora alcalde, Jaime Cuevas no tiene el interés de revocar la concesión a Castro Almaguer. En Bahía de Banderas se refieran al empresario de la basura como asesor de Cuevas Tello. Son quienes tachan a Castro Almaguer de traicionar a Cuevas al aliarse con la regidora de Morena, Laurel Carrillo y venir a Puerto Vallarta para hacerle la guerra Arturo Dávalos Peña. En principio se sospechaba de estar Cuevas Tello en el entramado de la campaña “quítate el naranja” pero también, como Diego Torres, se ha excusado.
El negocio de la basura es el vínculo que une a Castro Almaguer con Laurel Carrillo. La motivación de su paisana la química es su sueño de repetir como candidata de Morena y si lo logra Castro Almaguer tendrá allanado el camino para obtener la concesión de la basura y extender la basura a toda la Bahía y casi toda la Riviera Nayarit. No olvidemos que Compostela también le concesionó el servicio.
Revolcadero
La empresa de Juan Carlos Castro Almaguer, GIRRSA se adjudicó la concesión de la recolección, traslado y disposición de la basura en Chapala a partir de enero pero ya en febrero del 2018 reclamó y emplazo al municipio por un adeudo de 8 millones de pesos. Cuando se concretó el acuerdo y personalmente recibió un terreno de hectárea y media en el fraccionamiento Rinconada de Chapala y camiones chatarra. El alcalde de Chapala era Javier Degollado y eso facilitó el acuerdo conciliatorio. Javier Degollado fue jefe de Programas Sociales en la administración de Gustavo González Villaseñor y ahí coincidió con Castro Almaguer. Al principio del mismo gobierno, Jaime Cuevas Tello fue el jefe de los Servicios Médicos Municipales y renunció para irse a Bahía de Banderas a hacer campaña para ser candidato del PRI. A este escrito anexamos su foto publicada por el portal semanariolaguna.com. ******Más reciente es el escándalo en Metepec, Estado de México, el municipio más rico del país. En mayo del año pasado trascendió en la prensa haber sido aprobada la concesión de la recolección, traslado y disposición de la basura al Grupo Integral de recolección y Reciclados de Occidente S.A. de C.V., un verdadero despilfarro por comprometer un pago de hasta 14 millones de pesos. El convenio contempla que diez camiones recolectarán de 8 a 10 toneladas de basura cada uno durante un plazo de cuatro meses y por un monto máximo de 14 millones 610 mil pesos. Todo es equivalente al costo de 655.04 pesos cada tonelada. La fórmula del negocio en el municipio mexiquense se equipara a lo de Bahía de Banderas, cuyo contrato se tachó de leonino, totalmente desfavorable para el municipio por incluirse la obligación de pagar un mínimo mensual tasado en la condición de la empresa de recolectar tantas toneladas de basura. La cláusula estableció un tanto de basura que la franja turística no generaba, salvo temporada vacacional, y pagar un monto pactado.******En noviembre de 2017 las autoridades municipales de La Paz, baja California Sur festejaron el fallo de un Tribunal Colegiado de Circuito. Los magistrados le otorgaron la razón al municipio en un litigo contra GIRRSA. Ocurría que dos o tres años atrás, se le asignó el servicio de alumbrado público pero hallaron que la empresa “operativamente no reunía los requisitos que propuso en su proyecto inicial” y tomaron la decisión de no pagarle un peso. La empresa cobraba 3 millones 325 mil pesos mensuales, paga que consideró incosteable y el 22 de octubre de 2015 el ayuntamiento aprobó revocar la concesión. La empresa se amparó pero perdió. Cuando la autoridad cayó en la cuenta del ventajoso negocio, considerando que el proceso de licitación no había concluido, dio marcha atrás a la concesión y a GIRRSA se le cayó otro millonario negocio.