A partir de esta semana reanudaron actividades los cines de Puerto Vallarta, y como era de esperar, todavía con muy baja afluencia de clientes, la cual se espera mejore ligeramente el fin de semana, aunque eso será difícil mientras no haya estrenos atractivos.
Desde la semana pasada las salas locales pudieron haber funcionado porque así lo dispuso el gobierno del estado, sin embargo como tardó en llegar la comunicación directamente al gobierno municipal, éste no permitió la apertura aunque ya estaban en condiciones de hacerlo.
Fue hasta que se realizaron las verificaciones de cumplimiento de protocolos cuando se permitió hacerlo y así pasó el fin de semana.
Los cines tienen que cumplir con los diversos protocolos que también deben respetar otro tipo de negocios, que en su caso denomina “Espacio Seguro”, pero además destaca en de las restricciones de aforo.
Sucede que entre las normas que se han implementado para evitar contagios y poder vivir nuevamente la experiencia del cine, están el aforo máximo de 25%, por lo que hay sana distancia tanto al interior de las salas como al exterior.
Las butacas disponibles están definidas de tal forma que en casi todos los casos solo puede haber dos asientos juntos y en muy contados tres, con la idea de que no haya grupos grandes.
En salas chicas, por ejemplo, en algunas filas apenas hay un par de asientos disponibles.
Parece poca la oferta, pero es más que suficiente para la escasa demanda que todavía se tiene, pues algunas funciones apenas cuentan con un par de cinéfilos.
Es de entender la situación porque habrá gente que desconfía de ingresar a un lugar cerrado donde haya más personas, de ahí el rechazo que hubo de la Universidad de Guadalajara, pero otro factor que se debe tomar en cuenta es que la oferta no es muy atractiva. Permanecen en cartelera filmes que ya se encontraban desde antes de la pandemia, muchas de las cuales los clientes asiduos seguramente vieron desde entonces.
Un detonante podría ser el estreno de un filme esperado.
