Es el segmento más afectado por la pandemia por su naturaleza de reunir grupos y convenciones
Aunque en Puerto Vallarta se reflejaba positivamente el crecimiento de México en el turismo de eventos y convenciones, la pandemia vino a dar al traste los esfuerzos de promoción en este segmento que probablemente será el más afectado del sector, ya que su naturaleza es reunir grupos de personas, de preferencia grandes, y eso es lo último que se permitirá en el camino a la nueva normalidad.
Hasta inicio de año, el panorama era alentador, ya que la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones en su ranking 2019 ubicó a México entre los países latinoamericanos que más avanzaron.
En lo que respecta a los destinos latinoamericanos y a su desempeño, cabe señalar que las buenas actuaciones que merecen ser destacadas son mucho más relevantes para el resultado general de la región que algunas bajas muy pronunciadas.
Argentina se ubicó como el nuevo número uno (18 del mundo), con 214 grandes eventos, mientras que Brasil cayó tres puestos hasta el 20° lugar.
Otro caso relevante es el de México, que se impuso como tercer país de la región, con 197 eventos certificados, y ascendió un puesto hasta el 23°.
Sin embargo, en este contexto se trata de una foto de un pasado que parece muy lejano, y sólo permite distinguir a los destinos que “hicieron las cosas bien”.
Hoy, la situación ha cambiado radicalmente y Puerto Vallarta no es la excepción, y eso se refleja claramente en el Centro Internacional de Convenciones, en cuya directora Magaly Fregoso Ortiz domina la incertidumbre de las fechas en las que podría comenzar a operar nuevamente.
“No tenemos mucha certeza de las fechas, que es lo que nos pudiera a nosotros detener, incluso más que los protocolos o lo que pudiéramos adquirir como equipo para sanitizar, porque nosotros pudiéramos estar listos con ciertos equipos y protocolos que ya se están generando en la industria de reuniones, nos detienen las fechas que marque la autoridad de acuerdo al tema de salud y tenemos que esperar esa luz verde para poder operar”.
Lo que es un hecho es que en varios meses no se podrán tener condiciones para actividades con más de 500 o mil personas porque en ese renglón se sabe que la regulación será muy estricta y habrá que esperar qué pasos dan otros países donde tienen el camino más avanzado.
Por lo pronto, “ya se han reprogramado algunos eventos a partir del mes de agosto, pero el panorama no se vislumbra muy alentador y se duda de la posibilidad de realizar estos eventos reagendados, ya que se trata de actos en los que definitivamente habría un aforo superior a las mil personas”.
De hecho, se está tratando de que sean postergados, se ha mantenido un buen acercamiento con los clientes, escuchado sus inquietudes, en un gran esfuerzo por evitar cancelaciones y que persista la esperanza de que los eventos se puedan realizar a finales de este año y en el 2021.