CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Cuando algunas ciudades -Guayaquil un ejemplo- vivían la tragedia de la alta letalidad del Covid-19, rebasada su capacidad hospitalaria, pisaban en sus calles cadáveres, aquí el alcalde Arturo Dávalos Peña rendía un informe en la Zona Naval soltó al final un dato: en Puerto Vallarta muere un promedio de casi tres personas y para que el coronavirus “no nos agarre desprevenidos” vamos a construir 500 fosas dobles.
Cuando Dávalos, también en plan informativo, llevó al pleno del Ayuntamiento el lunes 30 de marzo, creyó que su plan preventivo estaba bien entendido y soltó otra frase a los regidores: “Dios no lo quiera, toco madera…”. Al tomar previsiones, corrió riesgos porque su intención, por razones políticas fue descontextualizada.
El alcalde tenía a la mano el promedio de fallecimientos diarios en la ciudad por causas distintas y estaba al tanto de los problemas en ciudades europeas, en Nueva York, en Guayaquil, Ecuador, donde sus servicios médicos, hospitales y funerarias estaban ya rebasados por el número de víctimas del Covid-19.
El diputado local de Morena, Bruno Blancas Mercado tomó una nota local, replicada luego en un diario tapatío, y reorientaron el visionario mandato del alcalde porteño para golpear al gobernador Enrique Alfaro. Los morenos no le perdonan a Alfaro Ramírez haberse adelantado al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador en tomar decisiones más firmes para contener el agresivo paso del coronavirus. Más allá de Puerto Vallarta, los bots de Moreno atribuyeron “a un alcalde de Alfaro” la hueca y descontextualizada idea de cavar fosas y enterrar a discreción cadáveres.
Naturalmente, soltar a secas el dato de construir 500 fosas en un panteón de Puerto Vallarta causó escozor e indignación en un segmento de la población. Le llevaría algunos días a Dávalos hacer las aclaraciones pertinentes pero cuando de otras ciudades le hablaron para felicitarlo supo que había sido políticamente incorrecto pero satisfecho por ir un paso adelante como autoridad municipal. Ciudades como la fronteriza Tijuana quisieran haber tomado este tipo de previsiones.
El tema lo traemos a colación porque apenas la noche de este viernes 23 de abril, casi un mes después que en Puerto Vallarta, el gobierno de Guadalajara ha anunciado alistar 700 espacios para potenciales víctimas fallecidas por el Covid-19. “Es para atender la demanda en caso de que sea necesario”, ha dicho la autoridad de la capital de la entidad.
No es para presumir este tipo de acciones pero tampoco es deleznable estar preparado para tragedias como las que suelen acompañar una pandemia tan letal que tiene en ruina económica y de salud al mundo.
La atención nacional de la prensa nacional se mantiene atenta a las acciones y decisiones de Alfaro, al ser ya catalogado como un formidable contrapeso para López Obrador, los activistas morenos le tienen marcaje personal.
Pero al propio Alfaro, Arturo Dávalos se le ha adelantado en la toma de decisiones por frenar la pandemia. Desde el viernes 13 de marzo, aquí se ordenó suspender eventos masivos, por las mismas fechas que se suspendieron por decisión de equipos y liga algunos partidos de futbol soccer. Seria después que el gobierno estatal ordenó un alto a los partidos de futbol, aunque el domingo 15 de marzo se anunció la suspensión de clases presenciales de nivel básico -preescolar, primaria secundaria- a partir del martes 17 de marzo.
Este jueves 23, los diarios estatales dieron cuenta que el gobierno de Alfaro, a través de su programa “Jalisco sin Hambre”, entregó las primeras dos mil despensas. Esta semana, el gobierno de Dávalos arrancó su segunda parte de entrega de despensas, que al concluir este lunes próximo, se estima sumará el reparto de 20 mil paquetes alimentarios.
Fue desde fines del mes pasado que Dávalos habló por primera de su iniciativa de reducirse en la mitad el sueldo e implementar un programa para recaudar recursos y armas despensas para repartir entre las familias más vulnerables. Por esas fechas, la crisis que hoy agobia a miles de familias vallartenses apenas se asomaba.
Aunque Enrique Alfaro anunció desde el sábado 21 de marzo disponer de 1 mil millones de pesos para hacer frente a la contingencia sanitaria, sería hasta el miércoles 8 de abril cuando habló por primera vez de plan con ayuda de empresarios para darle forma al programa que llamó “Jalisco sin Hambre” para que a ningún jalisciense le falte comida. Hace dos semanas que vino a Puerto Vallarta, prometió incluir a los habitantes en dicho programa pero hasta ahora ni una dispensita ha mandado.
Apenas este jueves 23, el gobierno federal anuncio su plan anticrisis lopezobradorista. Hasta ahora, López Obrador solo se ha preocupado por dar cifras del avance diario y un reiterativo discurso de acciones y medidas para combatir el Covid. Sin embargado, respecto a Alfaro y a Dávalos, anda atrasado por más de una semana en medidas de aislamiento social.
Citamos en plan anticrisis de López Obrador porque en esta contiene exactamente lo que hace un mes hizo Dávalos, sus regidores y funcionarios municipales. Por decreto pero “de forma voluntaria”. El presidente de la república se reducirá el sueldo, el suyo, el de sus secretarios, subsecretarios, directores y subdirectores, para hacer una gran polla y destinarla precisamente a apoyar a los mexicanos.
Las familias vallartenses y jaliscienses ya tienen un mes en aislamiento y aunque tienen menor tiempo, el aislamiento extendido en todo el país y el cierre de empresas devino en el cierre de los ingresos a las familias.
La impotencia de llevar comida a los hogares se transforma en airados reclamos a las autoridades, en sus tres niveles, porque la orden de cerrar empresas fue un manotazo que les privó de trabajo, sueldo y sustento de la familia. El gobierno federal, López Obrador, ha sido en especial tortugo al ser el último reaccionar con acciones de proveer de ayuda alimentaria a las familias mexicanas.
Es probable que los morenos, orientan su maliciosa crítica al gobernador Alfaro, por perfilarse en un opositor que por su combatividad podría erigirse en un futuro adversario en la carrera presidencial del 2024. A ello obedecen las virulentas andanas de los morenos. Aquí solo hemos citado algunas acciones atribuidas a Alfaro pero marcadas en la agenda por Dávalos, acciones y decisiones luego adoptadas en Casa Jalisco y luego por el tabasqueño.
Y es en esa locuaz carrera, Amlo Vs Alfaro, que éste último soltó el último de sus ex abruptos, de llamar “pendejos” a quienes se resisten quedarse en casa y tomar las calles en un abierto reto a la autoridad y desprecio a sus mandatos de aislamiento social con “cero tolerancia”.
Revolcadero
Por cierto, esta semana que nos dimos una vuelta a Las Palmas, nos enteramos que el ya pasado fin de semana, sábado 11 para ser preciso, hasta aquella demarcación llegó el diputado local, Luis Ernesto Munguía González. Ahora no llegó solo, llegó acompañado de varios colaboradores y una carga de pollos que instalaron sus armatostes, encendieron la lumbre y asaron sus pollos. Que Munguía ya aprendió y no se le queman sus pollitos. Para eso estaba muy atento Oscar “el canitas” Avalos Bernal, y por cada vez que le atizaba al bracero le daba su probadita a los emplumados. Recordemos que Munguía y Avalos fueron los regidores más alineados al mochilismo, las piezas incondicionales y más leales a Ramón “el mochilas” Guerrero Martínez. Los vecinos de Oscar Avalos nos dicen que el regidor enmochilado mantiene dos velitas encendidas pues por separado y con miras a la elección 2021 apuesta a dos planillas hipotéticas, la de su amigo el diputado Munguía, solo en caso de ser el bendecido del Movimiento Ciudadano, y también en una planilla por el carril de Morena, en caso de que su aliada y su amiga Laurel Carrillo Ventura repita candidatura. En el 2018, “el canitas” se la jugó con Laurel Carrillo desde la presidencia del ejido pero perdió de calle en la zona rural contra Arturo Dávalos Peña. ****** Por cierto, los que de plano se estan viendo muy marros son los 16 comisariados de Puerto Vallarta, y también de Bahía de Banderas. La única excepción es el ejido El Colomo, que esta semana sacrificó dos reses y repartieron carne a familias de los poblados rurales. Y conste, son varios los ejidos que presumen de ser comunidades que, aunque sin tierras, tienen recursos millonarios. Ellos son los que cada tres años y sus respectivas campaña hacen reparto de utilidades, a veces dinero en efectivo y a veces lotes para ganar apoyos a la planilla de las simpatías de la mesa ejidal en el poder. Pero ahora que la crisis entró hasta las cocinas de los habitantes de las rancherías, los ejidos nomás se agachan al ver el hambre que acecha a las familias.******Nuestros dos hospitales privados marca plus, el San Javier y el CMQ Premier de Jorge Villanueva, parecieron haber entrado en abierta competencia por haber sido cuna de los primeros pacientes que aquí vencieron al Covid-19. Pero Jorge Villanueva Hernández propició una confusión al revelar la identidad de su paciente. Hubo reporteros que difundieron el nombre de Ramón Aguirre Joya, aquel abogado, amigo personal del ex senador Arturo Zamora Jiménez como quien había superado el contagio del Covid-19. El error devino cuando el propio dueño del hospital CMQ, Jorge Villanueva dijo que el milagroso paciente atendido por el doctor Antonio Mantilla, respondía al ex regidor, Ramón Aguirre. Los reporteros desconocían que en la ciudad existe un Ramón Aguirre Rubio, quien compitió para ser regidor suplente por el PRI en las elecciones celebradas el domingo 12 de febrero 1995 y al perder el tricolor la elección, “Ramoncito” nunca pudo ser regidor. Jorge Villanueva dio un dato al cual no reaccionaron los reporteros; dijo que el paciente había sido líder sindical y en efecto, el menudito Ramón Aguirre, ya de 73 años de edad, fue uno de los pioneros en el sindicalismo de Puerto Vallarta y representaba a los trabajados de las Farmacias CMQ y el primer hospital de la calle Basilio Badillo de la familia Villanueva. El abogado Ramón Aguirre, natural de una comunidad indígena de Cabo Corrientes, todavía no llega a los 59 años de edad. Eso sí, al hermano de “Charly boy, el contador”, le falta poquito pal sesentón.******* ¿Quién conoce a los hermanos Erick y Efraín? Nos dicen que uno de ellos hace años recibió un balazo en una cantina. Los dos son funcionarios municipales pero uno de ellos está metido en un lío. Una dependencia estatal pretende reclamar por daños ocasionados por una obra en Fluvial Vallarta y en principio presume que uno de los hermanos puede ser responsable.