CONTEXTOS
No es común que en su terreno, el Palacio Nacional, y en su “mañanera”, atestiguar que un reportero acorrale al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, como ocurrió éste último viernes 28 de junio. A las insinuaciones de encabezar un régimen autoritario, corrupto, que reprime y persigue a sus opositores y se muestra intolerante ante los periodistas críticos y sostenerse en un partido convertido en escondrijo de políticos corruptos, el ejecutivo no supo enfrentar las andanadas de una periodista.
López Obrador se escudó en frases de sus desvaríos sin poder sacudirse del interrogatorio al que estaba siendo sometido. “Pero, bueno, Reyna ya, ya, ya ahora sí”. “Sí, pero yo no sé, ya eso ya es otro asunto”. “Sí, pero yo no sé, ya eso ya es otro asunto”. “No hay nada de eso”. “Ya me voy a ir, Reyna, porque por eso te di la palabra, porque… Los otros dos compañeros se quedan pendientes. Es que me tengo que ir. Lo lamento mucho, pero es que saben qué…”.
Reyna, la reportera Reyna se dio a conocer llevo al Palacio Nacional problemas del estado de Sonora. El viernes le recriminó al presidente que su partido Morena convirtió en senador electo a un individuo cuando gobernó la entidad Claudia Pavlovich, a la que también le dieron calurosa bienvenida en la 4T.
Reacia a soltar el micrófono, Reyna fue de un tema a otro y en algún momento expuso el caso del periodista Carlos Loret de Mola, como el más vivo ejemplo del periodista perseguido por un gobierno q ue en el discurso suele ufanarse de garantizar la libertad de expresión a los comunicadores.
“Revise si el ejército se aprovechó de su poder”, le soltó la periodista.
-No hay impunidad, aunque tu opines lo contrario, reviró AMLO.
La periodista le reprochó: “Yo no pienso lo contrario, son casos, yo me paro a hablar con la gente allá afuera”.
Enseguida López Obrador, puso cara: “Nosotros no aceptamos abusos de autoridad y actuamos con justicia. Aprovechando, lo de Loret de Mola, es que leí algo que dijo que va a estar…” -y en auxilio de su jefe terció el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas- “Que se le está persiguiendo y que va a estar preparado”.
Loret de Mola y la enésima investigación que le ha sido abierta por el gobierno federal había sido tema toda la semana pasada y la antepasada e inesperadamente el debate su subido a “la mañanera” del viernes por el propio López Obrador.
AMLO: “Que se le está persiguiendo y que va a estar preparado. Que no se prepare de nada, nosotros no somos represores, nosotros estamos a favor de la libertad de expresión, de manifestación. Que no nos quiera usar a nosotros para tratar de esconder, ocultar su rotundo fracaso como periodista al servicio de la corrupción. O sea, ¿qué culpa tenemos nosotros? Y que no se preocupe en nada, o sea, ni de denuncia, ni atención. Ya hasta se me olvidó. Porque estuvo calumniando y calumniando y calumniando todo el tiempo. Y no tuvo ningún efecto. Y ahora que perdió —si es que tenía— credibilidad, pues ya es el colmo que me quiera echar la culpa a mí, ya es mucho”.
Periodista: Es que es mucha casualidad también, presidente, y acuérdese que en política no hay casualidades.
AMLO: Sí, pero ¿cuál casualidad? Si yo no me he metido con él. No”.
Periodista: Y yo no quiero defender a este muchacho, porque tiene sus cosas, o sea, pues de repente… Es que ese es el problema con los que agarran una trinchera; así como él agarra una trinchera, también los que agarran otra trinchera en favor de usted.
Periodista: “Cómo no, cómo no. Contralínea y etcétera”.
AMLO: No, yo jamás le pido a nadie.
Periodista: muchos que están aquí que aplauden.
AMLO: Nunca lo he hecho, nunca lo he hecho, Reyna, le he pedido a nadie que hable bien de mí…
Periodista: No, pero es que hay muchos acomedidos.
AMLO: …por cuestiones de principios, de ideales, porque somos distintos.
Periodista: Pero usted no lo tiene que pedir, presidente, porque son valores entendidos en la política. Con el PRI, con el PAN… Bueno, el PAN sí te exigía, el PAN sí exigía: Te doy tanto y haces esto. Y el PRI tenía sus maneras, y aquí con Morena también.
AMLO: No, no, no nos estés comparando, no somos iguales, no. Para nosotros el poder es humildad y el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
Periodista: Pero, por ejemplo, eso de echarle Hacienda a un periodista o a un detractor…
AMLO: Pero nadie le echó a nadie, nadie le echó Hacienda a nadie, nadie.
Periodista: Eso es algo muy viejo, eso es algo muy viejo, también lo hizo Claudia Pavlovich, a mí me lo hizo Claudia Pavlovich y otros gobernadores (…) Me lo han hecho los priistas y lo hacían los panistas, y yo pensé que nos íbamos a salvar con usted.
AMLO: Nosotros no, nosotros no, te lo puedo garantizar.
De improviso, la periodista lo soprendió al cambiar el tema. Y soltó una andanada de preguntas: ¿Cómo se puede evitar que el dinero y las influencias corrompan a los nuevos jueces que van a entrar ya por elección, y los ministros, y magistrados? ¿Cómo se puede evitar? ¿van a poder participar los mismos que ya están? ¿Y cómo van a evitar que —si hay una elección—, cómo se va a evitar que intervenga el narco o empresarios con su dinero para poner a sus jueces?
Dio por respuesta que el dinero no era determinante, que el pueblo está consciente y no vende su dignidad que podían participar pero admitió: “Pues, primero, lo que se está proponiendo, creo yo que va a ayudar, porque no es fácil resistir las tentaciones del poder y del dinero. La única manera de no corromperse es manteniendo principios, ideales; o sea, eso es lo que protege, eso es lo que vuelve a uno indestructible…”.
Periodista: Pero el miedo sí puede hacer que lo hagan.
AMLO: No, no, no. No pasa nada, no. Ese es el gran tesoro que tiene México ahora. Siempre lo ha tenido, pero ahora se manifestó, ahora, el pueblo se empoderó (…)
AMLO: Claudia (Sheinbaum) también gastó mucho, la mayoría de los carteles en el país eran de ella.
AMLO: No, no me voy a meter en eso. Nada más te digo en lo que a mí corresponde, en lo que a mí corresponde, ¿sí?, han destinado muchísimo dinero a desprestigiarme, muchísimo dinero, y no han logrado su propósito, porque tengo autoridad moral y porque tengo mi conciencia tranquila. Si la señora Anabel dice que me dieron dinero los de Sinaloa, pero resulta que no es cierto (…).
Periodista: Bueno, lo que ella expone son entrevistas, tengo entendido, presidente.
AMLO: Sí, pero ese periodismo es nefasto. En el sentido estricto, ni se le puede llamar periodismo, eso es inventar calumnias.(…) No, no, no, si fuese autoritario siendo presidente: a ver, denuncia a Anabel o denuncia a Loret de Mola. Imagínate. Ahora que Loret está pasando por un mal momento, si yo lo denuncio… Nunca he denunciado a ningún periodista, nunca, nunca, nunca, y me han calumniado todo el tiempo, pero imagínense que yo voy y presento una denuncia contra Loret; ¡uy!, se vuelve Loret el paladín de la libertad. No, no, no. El problema de nuestros adversarios es que desprecian al pueblo, entre otras cosas. Por eso les pasa lo que le sucedió en la pasada elección, porque no le tienen respeto al pueblo, porque siguen pensando que el pueblo no existe.
Lo ataja la periodista: También están investigando a Víctor Trujillo.
–No, a nadie…
-Sí, eso dice ahí, que la UIF está…
– Sí, pero dicen muchas cosas, pero a nadie, a nadie; ni a la señora Anabel vamos a denunciarla’.
-Víctor Trujillo es otro decepcionado también.
– Está bien que los investiguen, presidente, pero ¿por qué no…?
– No hay que investigarlos
– ¡Ah! ¿Ya le va a decir a UIF que no los investigue?
– No, si no los están investigando.
– Ah, ¿no?
– No, según yo, no.
– Ya dijo el de la UIF que no?
– A mí nunca me han dicho, nunca me ha dicho Pablo Gómez.
– ¿Nada más los iban a asustar?
– Nada, nada, nada, no
Revolcadero
La periodista se guardó al final un arenal de preguntas que le soltó para remachar a Andrés Manuel López Obrador. “Presidente, Loret, ha hablado mucho de esas… Pues de sus hijos y de otras investigaciones; ha puesto videos, digo, audios”. Y le reviró el señor presidente: “Pero no ha hecho nada, porque no presenta pruebas” y en el tono foxiano añadió un “Para qué?”, cuando la periodista ¿por qué usted no lo investiga? ¿Cómo que pa’ qué? Ese Amílcar sabe qué…? Le dijo la incisiva periodista. Fue en ese momento que López Obrador reaccionó para safarse. «Mis hijos van a publicar una carta. Y ya estoy cayendo en la provocación, Reyna”. “No lo estoy provocando, no lo estoy provocando…”. “Sí, sí, sí, me estoy enganchando, me estoy enganchando, y mejor vamos a dejarlo hasta ahí, si te parece.******* La periodista no se di por vencida y sin darle tregua al apurado AMLO.”No, presidente, porque todavía le tengo que poner un audio de lo que usted opinaba de Anabel, cuando García Luna, cuando ella investigaba…”. Intentando adelantarse le susurra: “Sí, también. Pero no hace falta que lo pongas, porque…” que casi en estado anonadado, se ve obligado a escuchar un mandón, “Sí, ¡cómo no!, porque, a ver, lo ponemos. Literalmente sometido, AMLO apenas tiene fuerza para balbucear un resignado “Bueno, ponlo, pero yo también te podría poner… A ver, busca mientras. Pon ese y busca lo que decía Anabel de mí”.****** Va un apunte nuestro. El debate de Andrés Manuel López Obrador fue con la reportera sonorense, Reyna Hydee Ramírez, que en cada oportunidad que le han dado de tomar el micrófono se ha distinguido por su duro cuestionamiento al presidente y de nadie se salva, ni siquiera sus colegas, a quienes el viernes los tachó de ofrecidos para quedar bien con el inquilino del Palacio. Se ha quejado de la exgobernadora por el PRI Claudia Pavlovich pero también del actual gobernador Alfonso Durazo por intentar ocultar la violencia que azota años habitantes de aquella entidad fronteriza. Nosotros acá como Reyna, la periodista, incrédulos de escuchar a Don Santo AMLO de no perseguir a sus opositores, de tolerar la crítica. Ha dicho que no es hombre de rencores ni de venganzas, pero la realidad y los hechos lo delatan. Niega que persiga, a “Brozo”, el ex “payaso charro amarillo” pero no hay forma de creerle. Si camina y grazna como pato, tal vez no sea pato pero de que es una escopeta lo es